Mi madre había estado hablando con mi tía Roció, sobre el interés que yo tenía, en estudiar alguna, carrera.
- Entiéndeme, Roció, que este preocupada.
- Mujer, relájate, todo en la vida tiene una solución, solo que a veces, es un poco difícil de encontrar, pero creo que te puedo ayudar, con lo que te estoy ofreciendo, mira, Begoña la semana que viene terminará las clases, y tu sabes muy bien que ella tiene que trabajar, igual que lo hiciste tu a su edad, además ya ha trabajado en alguna ocasión, en navidades estuvo en el hotel ayudando en la cocina,
- Si, si. Y también estuvo empaquetando regalos en una tienda, pero esto es distinto. Sería una obligación mayor y ha estado estudiando mucho este invierno y se merece más que nadie estas vacaciones.
- No te pongas así, además con quien va ir a la playa; sin mi Paco, él también tiene que trabajar este verano cuidando el jardín y la piscina de la señora Isabel, que va estar todo el día con José, en casa, no es que ellos dos se lleven mal, pero sabes muy bien que tampoco es que sean amigos. Mira ella que pruebe una semana, total solo será, por la mañana, a la una y media habrá terminado.
- pero se pondrá a las seis de la mañana.
- Chica si en verano a esas horas ya es de día, así tendrá toda la tarde libre. Que vas hacer volver a pedirles dinero a tus padres, tienes por delante mucho gasto, que un niño no viene con una barra de pan bajo el brazo, y tus padres ya sabes que hacen más de lo que pueden.
-Ya lo sé Roció, y te estoy muy agradecida por haberle buscado ese trabajo, ¿no te darán demasiados problemas? A ver si te van a dejar mal, ante la Señora Isabel. Que tú trabajas allí todo el año.
- Mujer, me fío más de tu hija, que de mi Paco todo lo que tiene de bueno lo tiene de torpe. Tranquila ella es muy responsable, y sé que no me va a dejar mal, y para que te quedes más tranquila, nosotras dos empezaremos una semana antes de que llegue la familia, para que esté todo en orden cuando ellos lleguen, y en esa semana ya le enseñare yo como se tiene que comportar, que es lo que tiene que hacer. Ella al fin y al cabo, poco se va a cruzar con ellos de eso ya me encargo yo. Además como soy yo la que contrata al personal, tú no tienes nada más que decir.
- Gracias Roció
- No te preocupes, y no me llores.
- ¿Cómo no voy a llorar? Como si no tuviera bastantes problemas, y ahora esto – Dijo Vicenta mirándose su estomago abultado.- pobre hija mía, con lo que se esfuerza, con lo que la he castigado yo para que estudiara, y no voy a poder enviarla a Valencia para estudiar.
- No te preocupes que aún faltan tres años. Además ella ya es mayor y sabe que tiene que ayudar en casa, si quiere estudiar, pues que apechugue trabajando, ella es buena y no se va a enfadar, sabe que la vida es dura para la gente como nosotros.
Y así fue como el día 24 de junio, mi madre y yo estamos delante de la casa donde trabajaba mi tía Roció de ama de llaves.
Yo ya me había fijado en esta propiedad, no era la primera vez que pasaba por delante de su fachada, mi tía trabajaba aquí durante todo el año. Se encargaba de cuidar la propiedad mientras no estaban los dueños, así que mi primo Paco y yo algunas tardes cuando salíamos del colegio, nos pasábamos por allí, porque mi tía nos había mandado algún recado o simplemente mi primo había ido a pedirle permiso para que nos dejara ir algún sitio, como mi madre estaba en el hotel todo el día, y yo no la podía localizar, si Roció le daba permiso a Paco me lo daba a mi también, a si que cuando castigaban a uno al otro también.
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Status Social
Teen FictionUna chica corriente, Begoña desde muy pequeña sabía que el mundo era como un pastel, con sus diferentes capas, el bizcocho, la nata, el chocolate, y la crema que cubre la tarta, que es siempre la más apetecible, pero también la más finita. Solo de...