Capítulo 7. - Caos.

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Los días se le pasaron increíblemente rápidos y sin acontecimientos dignos de mencionarse.

Pronto se encontró en la noche del viernes, con los pies recargados sobre la pared descascarada mientras su cabeza colgaba a un lado de la cama y sus cabellos casi rozaban el suelo. Tenía una vista "al revés" del pequeño lugar, y por supuesto nunca podía faltar una canción de la autoría de Chen reproduciéndose.

Una semana.

O, mejor dicho, cinco días.

Eso era todo lo que le quedaba para ser sacado a patadas del único empleo que había tenido desde que su mamá enfermó. ¿Qué se supone que debía hacer ahora? No tenía familia que lo recibiera, la frase "refugiarse en brazos conocidos" no estaba en su libro de vida. Los únicos parientes a los que podía acudir, y eso porque conocía su dirección. Eran una familia de 8 viviendo en una pequeña casita al lado de una montaña; sus dos tíos; su tía abuela; sus cinco primos, y eso sin contar que la mayor tenía 4 meses de embarazo. Definitivamente no cabía ni un alma más dentro de esa pobre morada. No dudaba que lo aceptaran, mucho menos luego de lo que pasó con su mamá, pero dar molestias no era su mejor opción.

Inhaló profundamente y dejó que todo el aire saliera por su boca a manera de suspiro. Sus ojos detallaron la diminuta mesa de centro y el celular sobre ella. Fue entonces que recordó su promesa, y por ahora su única esperanza de conseguir un nuevo trabajo: LuHan.

Se levantó rápidamente, deteniéndose unos segundos sentado a la orilla del colchón porque erguirse de esa forma le había ocasionado un mareo. Cuando pasó, tomó el móvil entre sus manos y mandó un mensaje al "Guerrero ciervo"; seguía olvidándose de cambiarle el nombre. Algún día lo haría.

Hola, Lu. ^^
¿Saldremos por ese café mañana?
PD: Necesito que me ayudes con algo.
9:30 P.M.

Y mientras esperaba una respuesta, se dirigió al mini refrigerador para ver qué podía comer. No probó bocado alguno desde el desayuno y juraba que tenía tanta hambre que podría comerse un pollo entero, claro que él no tenía para comprar algo así, por lo que debería conformarse quizás con un poco de ramen y algo de huevo, o una simple ensalada de zanahoria con ejotes.

...

Por otro lado, LuHan sí que había tenido una estresante mitad de semana.

El martes, la señorita Yeon se presentó con una apariencia aún peor (si es que eso era posible). No pudo evitar pensar que parecía un zombie. El cantante insolente hizo algo que le sorprendió un poco porque no esperaba que fuese tan considerado. Mejor dicho, no esperaba que hubiese calidez dentro de él o un corazón siquiera. En su imagen mental del interior de Chen sólo estaban incluidas obscuridad y cosas podridas.

ㅡYeon, por favor, ya basta. Mírate, debes descansar ㅡ. El de sonrisa felina le rogaba con tal sentimiento, que parecía que de verdad estaba muy preocupado por ella. Aunque seguía teniendo sus dudas. ㅡ ¿Qué quieres probar? Yo ya sé que eres una excelente manager, sé que no vas a abandonarme, pero un par de días libres no van a afectar mucho.

ㅡNo. No necesito reposar, ¿Quién hará mi trabajo en esos dos días, Chen? ㅡ. La mujer lo separaba de sí con un brazo en alto, continuaba con esa idea de mantener su distancia para no contagiar a nadie ㅡ Estaré bien. Vamos a ese fanmeeting.

Chen frunció el ceño, y LuHan pudo leer la indignación en sus ojos. Ahora que lo pensaba bien, ¿Yeon realmente sería sólo una empleada más? Era una de las pocas mujeres a su alrededor y jamás lo había observado faltándole al respeto. Cosa rara porque en lo que a él respectaba, se la vivía siendo un majadero que se le insinuaba sexualmente y de forma desvergonzada.

❛ You call me MONSTER ❜[CHENMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora