Capítulo 1

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Entro a la mansión o casona, la verdad no sé cómo lo llaman aquí, esta grande y antigua, su decoración es muy tradicional, como lo dirían aquí, muy mexicano, la típica casa de un narco, se parece a las series que e visto en netfilx (el señor de los cielos, la reina del sur, el Chema Venegas, la viuda negra) me gusta conocer sus historias, aunque sean muy sangrientas.

- Bienvenida a Sinaloa – dice Derek detrás de mí, asiento sin saber que más decir

- Mírame Alexa – me ordena a lo que yo lo obedezco

- Aquí estaremos un tiempo, en lo que encontramos a tu madre ok – yo asiento

- No saldrás mucho, es por eso que he conseguido una casa grande, para que no te aburras – dice sin dejar de mirarme, ¿Qué? No salir ¿Por qué? ¿Cómo buscare a mi madre, si me la pasare aquí encerrada?

- Pero... - protesto pero él me interrumpe

- Si quieres salir, tendrá que ser con Brandon

- ¿Quién es Brandon? – le pregunto mientras frunzo el ceño

- Tu nuevo chaperón o guardaespaldas, como le quieras llamar – me dice y se empieza a alejar

- Espera – se detiene y me voltea a ver – no quiero un guardaespaldas

- Entonces no saldrás – me mira serio

- Ok – le contesto resignada

- La señora te llevara a tu cuarto, pídele lo que quieras – me dice y se marcha a un lugar de la casa con sus chaperones detrás.

La señora me deja en mi habitación, es grande, con una cama en el centro, un balcón que da la vista al jardín con una gran alberca, en la pared hay una pantalla plana, al frente de la cama, en el lado derecho hay un ropero enorme y alado hay una puerta abierta, dejando a la vista el baño, veo a la señora acomodar mi ropa, me recuesto y observo todo mi alrededor.

- Listo señorita, necesita algo más? – dice con su acento mexicano la miro, es una señora como de unos 45 años vestida con un vestido que le llega hasta los tobillos tejido a mano y un mandil

- No gracias – le contesto con amabilidad, aprendí un poco español gracias a Jeremy, me sonríe y la veo alejarse

- Oiga espere – se voltea y me mira

- En donde duerme el señor? – le pregunto algo nerviosa

- Enfrente de su cuarto señorita – me contesta con mucha amabilidad

- Ok gracias – le digo y se marcha. Me recuesto y veo la pared, me llega a la mente mi madre, ¿estará bien?, pero mis pensamientos son interrumpidos por Jeremy, ¿Cómo estará?, ¿que estará haciendo?, ¿pensara en mí, como yo pienso en él?, y con esos pensamientos me quedo dormida.

Los rayos del sol entran por mi ventana despertándome, parpadeo varias veces para acostumbrar mis ojos a la luz, me levanto con pereza y me dirijo al baño, me doy una ducha larga, una vez que estoy lista escojo mi ropa, unos jeans con una blusa azul de tirantes y mis converse, me visto y me dirijo a el comedor. Entro finalmente al comedor, después de haberlo estado buscando por un buen rato.

- Su desayuno – dice la señora a la vez que deja los platos en la mesa

- Gracias – le contesto con una sonrisa, miro mi plato y frunzo el ceño

- Emm... que es esto? – le pregunto con amabilidad, la verdad no se lo que es, ella me mira con preocupación

- Son enchiladas, señorita – me contesta y agacha la mirada

NO TEMERÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora