NO TEMERÉ

Capítulo 16

- No. Estas loca

- Sabía que te negarías, pero no me importa quiero acabar con ese bastardo. Él mato a mis padres. – digo con odio y coraje

- No Alexa, no dejare que te involucres. Se lo prometí a tu madre....me lo prometí, no dejare que nada te pase.

- Entonces lo hare yo sola

- Maldición Alexa, no puedes obedecer por una maldita vez en tu vida – dice cansado

# Salgo de la habitación vestida con unos jean apretados, un top negro y unos tacones de piel de aguja negros. Mi maquillaje es natural y mi cabello esta recogido en una coleta.

- Lista – digo con una sonrisa. Derek voltea a verme y me mira de pies a cabeza con desaprobación.

Lleva puesto unos jean que ajustan perfectamente sus caderas y pies, una camisa desabrochada a la mitad dejando a la vista gran parte de sus tatuajes y pecho marcado, las mangas están dobladas a la mitad de sus brazos y lleva puesto unos botines Nike negros.

- No vas a salir vestida así – dice sacándome de mis pensamientos

- ¿Qué? ¿Por qué? – pregunto con el ceño fruncido mientras miro mi atuendo

- Porque hoy tengo que serrar muchos tratos y abra muchos narcos y mafiosos. Si te ven así se van a aprovechar de ti, y sabes que no me gusta que nadie te toque. Ponte el vestido rojo – al escuchar vestido roro salir de sus labios, mi piel se eriza y mi corazón late a toda velocidad

- No Derek, por favor, ese vestido me hace ver muy puta y es cuando más me acosan. Y tu siempre sales peleando – suplico con lágrimas en mis ojos

- Maldición no llores – dice apretando los dientes – con ese vestido los distraes y haces que lo tratos sean más fácil de cerrar. Obedece – continua esta vez ya enojado de que lo esté contradiciendo

- Está bien – susurro y me dirijo a la habitación

- Y píntate los labios de rojo – grita antes de que pueda cerrar la puerta detrás de mi

- ¿Qué nunca obedezco? – pregunto furiosa. Derek me mira con el ceño fruncido

- ¿acaso ya olvidaste como te obedecía cada vez que cerrabas tus malditos tratos? – grito enojada y con asco. Derek aprieta la mandíbula, pero a la vez me mira con tristeza y arrepentimiento.

- Yo... - trata de decir algo

- No, no digas nada. Solo di un sí o no, para saber si quedarme o irme. – baja la mirada analizando las cosas, pero no pasa mucho tiempo cuando aprieta los puños y me mira con coraje

- Antes de que acabe esta semana tendrás la cabeza del diablo entre tus manos, y yo me iré y te dejare ser feliz con tu mocoso y no me volverás a ver, desapareceré de tu vida.... Lo juro – al escuchar sus últimas palabras, no sé si ponerme feliz porque al fin me dejara ser feliz, porque me entregara la cabeza de mi enemigo o si entristecerme y ponerme a llorar porque me va dejar sola.

- Ok. ¿por dónde empezamos?

- El plan está por finalizar. El diablo está a punto de cerrar el trato, pero de su muerte.

- ¿Qué? Pero ¿de qué trato hablas?

- Para poder acabar con el diablo, primero tenemos que deshacernos de todos los hombres que lo cuidan las 24 horas del día, para poder destruirlo tenemos acabar con su negocio y para que puedas tener su cabeza entre tus manos, tenemos que agarrarlo solo.