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Narradora. 2022

Una mujer de 33 años caminaba tranquilamente por los pasillos de Hogwarts, la escuela de magia y hechicería mas famosa del mundo mágico. Su cabello rubio estaba atado en un rodete, su cuerpo era cubierto por un pantalón y una blusa blanca y su mirada estaba fija en los exámenes que estaba corrigiendo. Chasque la lengua, disgustada por las faltas ortográficas de sus alumnos.

—profesora Chase—la llamo uno de sus alumnos.

Annabeth subió su tormentosa mirada, para encontrarse con uno de sus alumnos menos queridos.

—que necesita, señor Potter—pregunto exasperada.

El hijo mayor de Harry Potter sonrió con esa típica arrogancia que hartaba a la rubia.

—hay un chico en la puerta que solicita una reunión con usted—dijo con falsa inocencia el azabache.

La ojigris le dijo que dejara pasar al niño y que luego se fuera.

James hizo lo que le ordenaron(algo muy poco usual en él) y se salio del aula de hechizos para luego darle permiso al chico de entrar.

Cuando la puerta se cerro, Annabeth volvió a levantar la mirada, esperando ver a alguno de sus alumnos que quería entregar su tarea, pero lo que encontró la dejo totalmente sorprendida y en shock.

Allí, a unos pocos metros, mirándola tímidamente, estaba un niño de unos 15 años, piel blanca, cabellos rubios y ojos caleidoscópicos.

Ojos caleidoscópicos.

Los mismos ojos de Piper.

Los mismo ojos de la persona mas importante y amada para Annabeth.

La persona que había perdido hacia 15 años.

Su pequeña y bella Pipes.

2007, CHB, un año después de la guerra contra Gea.

Anni—le susurro al oído la castaña.

—que pasa pequeña?—pregunto la rubio rodeándole la cadera con sus brazos.

—acepta—dijo la castaña mostrándole la carta que había enviado la directoria de Hogwart, donde le pedía a los semidioses protección para sus alumnos.—porfis, Ann, acepta.

—no—dijo la de ojos tormentosos—no voy a cuidar a un montón de niñatos que usan varitas como única protección.

—pero Anni—la de ojos caleidoscópicos hizo un puchero que a la rubia le parecía de lo mas adorable—solo serán unos meses, tal vez uno o dos años, tal vez te termine gustando. Además no estaremos solas, Nico, Percy , Leo y Jason también van a venir.

agh—la rubia no se podía resistir a los pucheros de su novia—esta bien, aceptare—dijo a su pesar, solo para pasar mas tiempo con su novia, sabia que, aunque ella no aceptase, la morena iría sin importar que.

—si!—exclamo la hija de Afrodita emocionada, antes de abrazar a su novia y besarla.




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