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Rayito de luz es un violador del bosque.

La silueta empezó a hablar.

-Entiendo que hayáis quedado deslumbrados con mi belleza, pero no es momento para que os enamoreis de mi. O quizás sí.

El rayo de sol desapareció del todo dejando ver a un chico de color plateado y ojos azules. Su piel estaba levemente bronceada y era bastante alto.

-Nox Sunshine a vuestro servicio. Mejor jugador en este juego, desde luego. Y vuestra supuesta salvación. Hijo de Apolo. Lo siento chicas.-les guiño un ojo a las de Apolo.-Bendecido por la mismísima Afrodita. Soy irresistible, lo se.-pasó una de sus manos por su pelo.

Otro egocéntrico más para lista. Que maravilloso.

-¿y cómo se supone que nos vas a ayudar?-preguntó Hunter serio.

-Yo os ayudare a llegar hasta Seúl. Raramente soy uno de los pocos semidioses que puede teletransportar tanta gente a la vez.

-Pues vamos, que es para hoy.-dije.

-Lo siento preciosa, pero hasta que no sea de noche no os voy a llevar a ningún lado.

Me acerqué a él apuntandole con la punta de una flecha en el cuello y con una mirada de "o te callas tu, o te callo yo de un puñetazo."

-Vuelve a llamarme a si otra vez y te voy a dejar estéril, rayito de luz.-dije seria.

-oye, nena, no seas así.-apartó mi espada y se acercó todo lo posible hacia mí. Hunter gruñó desde más atrás y luego se metió en su tienda.
Me separé del violador del bosque, también conocido como Nox.

Miré mi reloj, eran las 2 de la tarde,lo rápido que pasaba el tiempo no era normal. Los campistas empezaron a comer y Nox se integró junto a los de su cabaña y algunas chicas más, que ya andaban babeando.

Decidí ir a donde Hunter. Entre en su cabaña y lo vi tumbado en su saco. Esta vez llevaba puesto los pantalones, pero se había quitado la camiseta.

-¿No te han enseñado a llamar a la puerta?-dijo el borde mientras me miraba fijamente.

-Mira Hunter, no te entiendo.-dije algo enfadada.-Un día me hablas mal, al siguiente bien, luego me dices cosas cursis y otra vez vuelta a empezar. Eres peor que yo en medio de la seducción vampírica.

-¿el qué?

-La alerta roja.-rodé los ojos.-Cuando sepas que te pasa por la cabeza me dices.-estaba enfadada y triste, no se, era extraño. Pero si estaba harta de lo que hacía.-por cierto, todos están comiendo, deberías ir.-salí de la cabaña y me dirigí hacia los demás.
Me senté en el suelo, al lado de Hiems y Logan, justo en el medio. Skylar Sujetavelas Castle. Todos me miraban. Suspire.

Después de comer, casi cuando era de noche, Hiems se me acercó.

-Tengo una pregunta Sky.-dijo.

-Dime, Hiems.-sonreí.

-¿porqué tu también tienes que jugar si no eres hija de Hermes?

Me quedé pensando. Hasta que le respondí. Realmente, no tenía ni la menor idea.

-Digamos que, desde hace mucho tiempo no aparece una hija de Zeus viva. También hay una profecía que habla sobre mí y que tiene que ver con mis dones. Pero, yo tampoco estoy segura de porqué tengo que jugar.

Ella asintió y nos quedamos en silencio hasta que el violador del bosque volvió.

-Ya es hora de irse.-Me avisó.-Lo más normal es que no esté con vosotros allí, una antigua compañera tiene un hotel. Dormireis allí.-me dio unas indicaciones las cuales pasé a los de Hermes. Estaba serio y eso no era nada bueno.

Cuando nos quisimos dar cuenta, Nox había chasqueado los dedos y nos habíamos transportado allí. Estábamos a las afueras del hotel, donde un grupo de sátiros nos estaban esperando. Nos separamos por grupos pequeños, máximo 4 personas por habitación y mínimo 1.

Eran las 5 de la mañana aquí, por lo que el primer día podíamos intentar relajarnos. Yo me quedé dormida después de tirarme de plancha a la cama e Hiems, mi compañera, se fue seguramente con mi hermano.

Después de 8 horas me desperté. Hiems seguía sin venir y me aburría. Pero seguro que ella y Logan no. Reí en alto ante mi pensamiento.

Salí a dar una vuelta por el hotel, ya que salir sola podría ser peligroso.

En uno de los salones a los que entré sólo había diez personas, más o menos.
Hunter estaba sentado en un sillon, hasta que notó mi presencia y se teletransportó cerca mío, demasiado cerca diría yo. Lo aparte un poco con la mano mientras intentaba mirar a otro lado.

-No pretendo hacerte nada, Skylar.-empezaba a no gustarme que me dijera así. Es mi nombre, claro está, pero con su mirada seria y su tono de voz borde parecía que estaba invocando al mismísimo diablo.

-Lo se, por eso mismo, puedes soltarme la mano.-Dije seca.

El me hizo caso y luego me hizo una seña para que le siguiera.
Bajamos unas escaleras que daban a un sótano que estaba armado con espadas y cosas de esas que había visto en las clases de Nicole. Eran una especie de cápsula electrónica que te daba a elegir areas y enemigos con los que luchar virtualmente.

-Sabía que no visitarias Seul, por lo que me pareció buena idea esto.

Cogí una espada y sonreí. Luego dirigí mi mirada hacia él. Estaba mirándome fijamente.

-Te reto. Si ganó...-pensé. No se qué quería de él.-ya veremos que hacemos.

El asintió.

-Y si gano yo, tendrás que fingir que estas loquita por mí.-dijo el riendo.

-Perfecto, primero tendrás que ganarme.-le guiñé un ojo.

-Ya lo hice una vez, puedo hacerlo de nuevo.

Me miro desafiante y corrí hacia él con la espada en mano.

No me morí. :D
Volví. :D
No se preocupen, prometo traer más salseo a la historia. Y de verdad siento no haber podido escribir nada en 4-5 meses. :'c
COMENTEN Y ESAS COSAS BONITAS QUE HACÍAN ANTES QUE ME ALEGRABAN LA VIDA.

Internado Para SemidiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora