1. [Contacto]

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"¿Te preocupas por el sabor o aroma que tenga boca?"

¡¿A quién habría de importarle eso?!

Palabras exaltadas y llenas de una aparente indignación resonaron dentro de la recámara color crema, que si bien no era muy grande, daba espacio suficiente para que ambos amigos realizaran la tarea juntos.

Mikaela Hyakuya, presidente del consejo estudiantil de la academia Seraph Imperial, haciendo equipo con su supuesto "hermano" y amigo de la infancia Yūichirō Ichinose.
Sin embargo, el azabache a quien llamaba "amigo" yacía placenteramente recostado sobre la cama, más sumido en la revista para chicas, que en la dichosa tarea por la cual se habían reunido en primer lugar.

—Yuu-chan, baja la voz —regañó con voz tranquila, acomodándose los lentes para continuar leyendo los textos escritos en el libro.

No era de extrañarse que aquello estuviese pasando. Mikaela se lo esperaba desde un principio, pero continuaba haciendo equipo con él, pues sabía que sin su ayuda probablemente el moreno no llegaría a pasar el año y lo último que deseaba era que terminasen separándolos cuando pudo haber hecho algo para evitarlo.
Si, lo consentía demasiado.

—Ne~ Mika, ¿te preocupas por el mal aliento? —inquirió el menor, ignorando por completo lo que se le había dicho con anterioridad.

Como era común, Yuu había encontrado una forma de distraerse y dejar que Mika trabajase solo en lo que a ambos les correspondía.

—Eso es algo normal —siendo casi cortante, el rubio contestó, no dejando que su vista se apartase de la letra cursiva escrita en las páginas blancas del libro entre sus manos.

Yūichirō analizó sus palabras por unos instantes.
¿Algo normal? Era cierto que muchas personas lo señalaban como un ser extraño, pero jamás se había llegado a considerar "anormal" solo porque el aliento de su boca no le importase en lo más mínimo.

—¿Me consideras una persona normal? —preguntó a su amigo luego de pensarlo un poco, acercándose a él para poder ver lo que hacía.

—No, Yuu-chan. —contestó entre suspiros que quedaron dispersados en la fría brisa colada desde la ventana— Tú eres todo, menos normal.

El nombrado frunció el entrecejo,  incapaz de identificar si existía algún rastro de sarcasmo en la respuesta recibida.
A Mika le encantaba reírse de él, pero ahora parecía tan ensimismado en el condenado libro de química, que a duras penas le prestaba atención.

—¿Eso es bueno o malo?

—Depende de quien lo vea.

Y volvió a callar. El mayor no le miraba, a duras penas y escuchaba sus habladurías sin sentido, por lo que contestaba lo primero que le llegaba a la mente.

¿Debería hacer algo para que mínimamente le viese?
Hasta cierto punto, se sentía ofendido con la falta de interés de parte del rubio hacía sí.
Era extraño, pues Mika siempre se estaba fijando en toda cosa que dijese el azabache, ya fuese algo estúpido u no.

Cruzó sus brazos, mostrando un puchero por sentirse ignorado. Puchero que fue ignorado por completo.

—Jump. —bufó el menor para intentar llamar su atención. Pero como era de obviar, no lo consiguió.

Ahora estaba dispuesto a aplicarle la misma ley del hielo hasta que le rogase por atención. Lo obligaría a comprarle chocolates para compensar su gran falta.

Entonces regresó su mirada a la revista, leyendo la siguiente pregunta con aburrimiento.

"¿Tus labios son suaves?"

ღ Beso Travieso ღ [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora