5. [San Valentin]

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Advertencias: Habrán muchos saltos, debido a que prefiero ponerlos antes que meter relleno u algo similar, espero no les moleste.

N/A: Lo sé, tardé demasiado ._. pero he estado extremadamente enferma, poco tiempo es el que he tenido siquiera para dormir. Intentaré traerles el siguiente capítulo lo más pronto posible.

Disculpen posibles errores.
Sin más que decir, comencemos:

.°•[★]•°.

Y transcurrió una semana...
Una semana en la que el pobre azabache juró estar perdiendo las pocas neuronas que poseía por culpa de las acciones de Mikaela.

Su actitud estaba sobrepasando límites impuestos por la misma naturaleza. ¿Desde cuándo poseía una mirada tan profunda? Una que podía derribar sin mayor esfuerzo muros del más grueso concreto que se esforzó por colocar al rededor de su corazón. Agreguemos a eso la sonrisa cargada de malicia que dibujaba entre sus labios al mirarle de soslayo.

El corazón se le estrujaba, envuelto en un millar de sentimientos hasta entonces desconocidos, dejados en el olvido para no traer problemas.

— No sabía que estar enamorado podía doler tanto. —habló para sí mismo en un susurro ardiente, lleno de la realidad que por tanto tiempo le costó aceptar.

Tantas eran las cosas que ese galante rubio provocaba en él, que no supo averiguar como diablos hacía para ignorarlas. Ahora entendía perfectamente porqué lo llamaban despistado. Si, lo aceptaba, era un completo idiota por no haberse dado cuenta desde un principio.

¿Por qué no lo seguía negando?
Puede que amar a su hermano no fuese correcto, pero negar sus sentimientos para continuar en una fantasía que no existe, lo llevaría a ser como una exasperante chica de los mangas shoujo que no soporta.
Lo peor del caso, es que aunque lo negase, el sentimiento continuaría allí, creciendo y provocando en él una pesadilla peor que la misma realidad.

Entonces ¿qué sentido tenía negarlo? Ahora que lo aceptaba, todo había tomado sentido: su deseo por besarlo, por poseerlo, esos irrelevantes celos que aparecían en él al saber que se estaban distanciando, esa ansia que tenía por llamar su atención y hacer todo juntos...

— ¿Cómo pude ser tan imbécil? —golpeó su rostro con la palma de su mano, ganándose un increíble ardor en aquel. Pero sentía merecer ese golpe... por haber creído que algo como ello podría negarse y ocultarse.

Pero bien... era un problema menos en su larga lista.

¿Qué haría ahora?
Aceptar un amor extraño se veía relativamente sencillo a lo que tendría que hacer ahora. Resumió sus opciones en dos: Resignarse y contemplar como su amor imposible se enamorase algún día de cualquier persona, o por el contrario... actuar antes de que eso pasara.

Por supuesto, la auto-confianza que se confería era muy grande. No se veía perdiendo ante nadie.

— ¡Decidido! —sin pensar más, lanzó su almohada hacia el cielo falso sobre sus ojos.

El plan del beso continuaba, con algo más que se le agregaba.

°[★]°

Pasando una mano por sus cabellos, observaba cauteloso la llegada de todos y cada uno de los estudiantes en la puerta de entrada, quienes en sus manos cargaban varías cosas no referentes al estudio.

Flores, cajas con chocolates, bolsas que contenían miles de objetos dentro, inclusive pudo ver como uno de los maestros llegaba con un pastel entre sus manos.

ღ Beso Travieso ღ [MikaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora