Capítulo 3: Black Speckles-Serendipia

99 6 0
                                    

Este,es uno de esos momentos en que desearía tener aunque sea solo un poco de buena suerte en toda mi vida: estoy encerrada en el baño de mi habitación, el mismo demonio está haya afuera, es cerca de la medianoche, y estoy semi desnuda, si salgo viva de esto probablemente me resfriare; ahora bien ¿Cómo terminé en esta situación? pues bien te diré como:

—Buenas noche señor y señora Dupain, Marinette ~El alcalde hizo una cordial reverencia antes de entrar a la panadería —Esta vez mi querida hija viene a saludar, Chloé ~La llamó y ella entró de mala gana mientras  veía su teléfono.

—Hola

—¡Buenas noches! ~Dijimos mis padres y yo correspondiendo al saludo del alcalde aunque su hija... es una malcriada, no se necesita la gran ciencia para darse cuenta, sólo vasta con verla, admito que tiene una belleza natural pero... tiene mucho pero mucho maquillaje lo cual opaca totalmente esa belleza, sus gestos cómo si todos fuéramos sus sirvientes n-no se si estoy mal pero, sólo con verla me irrita.

—Vengo a recoger mi pedido por favor, Chloé ¿quieres algo?

—No ~Estaba muy distraída con su celular, así que todo lo que decía eran respuestas cortas y rápidas pero cada ve que me miraba podía darme cuenta de como me hacía caras de desagrado, me sacaba la lengua, en fin, tonterías, yo simplemente la ignoré.

—Si, voy enseguida ~Dijo mi madre y se puso a buscar en el almacén; mi padre traía una caja como regalo y decía "Para Marinette, Bienvenida A Casa" sesuponía que no debía verlo pero... ahhhh fue demasiado obvio, la hija del alcalde que al parecer también lo noto dijo

—Papi yo quiero eso ~Señaló el regalo que mi padre tanto se preocupaba por esconder. El alcalde volteó a verlo, sonrió y dijo 

—Señor Dupain, por favor ¿podría decirme cuál es el precio por ese regalo?

—L-Lo siento señor Bourgeois, pero no está a la venta.

—Por favor, yo sé que podremos llegar a un acuerdo.

—Es enserio señor Bo- 

—¡Sí está bien! ~Interrumpí yo a mi padre, rayos nunca debí haberme metido.

—¿E-Estas segura Marinette? Ya sabes es tu...

—Vamos señor Dupain su hija ya accedió sólo un poco.

Mi padre volteó a verme y dijo un poco molesto —Está bien ~Abrió el regalo y sacó unos panecillos con miel y mantequilla, estaba recién salidos del horno y desprendía un aroma que me cautivo totalmente, se me hizo agua la boca en un instante. Los llevé en una charola a donde estaban el alcalde y su hija, ambos tomaron uno, al alcalde pareció fascinarle y se lo termino en un instante, su hija sólo dio una mordida para luego decir

—A mi no me gustó para nada ~Estaba por regresarlo a la charola y se tropezó, bueno su "tropiezo" fue provocado, no había duda y... todos esos deliciosos panecillos de miel volaron y... cayeron sobre mi, se me pegaron en todo el cabello, mi cara, la ropa ¡argh! que desastre ¡es miel! caí al suelo y 

—¡Marinette! ~Dijo mi padre y vino rápidamente a levantarme

—¡¿Dios estás bien?! ~Dijo el alcalde muy preocupado, a lo que yo contesté con

—Si, no hay de que preocup-

—¿¡¡Chloé!!? ~Me interrumpió y rápidamente revisó a su hija quien al parecer no le había pasado absolutamente nada

—Si papá estoy bien ~volteó a verme con una cara de burla y se rió discretamente "¡En verdad esa niña la voy a-! ¡! No Marinette cálmate no vale la pena" me lo dije a mí misma y sólo suspire, finalmente mi madre regresó con las cajas mientras yo... simplemente me fui a bañar, más tarde cuando estaba por meterme a bañar, mi madre entró

Le Magnifique Reflet De L'auroreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora