2. ¿En serio... o simplemente estás siendo amable?

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Capítulo 2: ¿En serio... o simplemente estás siendo amable?


—Así que Lévi, ¿cómo está Eren?

Mirando hacia arriba desde la pila de declaraciones contradictorias de uno de sus clientes de negocios, suspiró en la cara de la radiante morena. No tenía tiempo para esto. Uno de sus clientes, Garrison Ltd, había sufrido un enorme cambio sin precedentes en su modelo de negocios y reemplazó a casi todo su equipo ejecutivo de dirección, lo que significaba que todo el trabajo que habían estado haciendo en un caso tenía que ser renovado. Peor aún, el cambio de dirección significó que la mayor parte del papeleo existente del viejo sistema ahora se confundía con los nuevos, haciéndole sufrir un dolor gigante en el trasero. No era el único en el caso, pero todo su equipo estaba estresado. Se habían desperdiciado meses de trabajo.

—El mocoso está bien. Ahora vete. —Dijo, volviendo a sus papeles.

—Pero Leviiii... ¡Tengo buenas noticias para ti!

— ¿Qué? ¿Encontraste un paciente que esté dispuesto a someterse a cantidades casi letales de veneno de araña e informarte cómo se siente? Porque si no es eso, no estoy interesado.

Hanji, con su especialidad médica, era científico parcial, médico y abogado, todo en uno, que trabajaba actualmente en un caso que implicaba a un hombre que había intentado suicidarse con el veneno de una araña, pero no le funcionó y terminó paralizado desde la cintura para abajo, ya que su cuerpo reaccionaba de manera extraño al veneno. Originalmente, habían estado persiguiendo su médico/científico, cuando había habido un caso sobre un omega que había sido sometido a cirugía cerebral en la que la anestesia no fue puesta de manera correcta y alucinó que estaba siendo abusado durante el procedimiento. El hospital fue demandado por negligencia y por causar estrés indebido al paciente. Hanji, siendo la nuez médica que era, se dijo a sí misma que no podía ejecutar pruebas para ver cómo las cargas eléctricas y otras formas de estimulación durante la cirugía afectaban a alfas, betas y omegas de manera diferente, por lo que se convirtió en la ley para entender mejor lo que podría y no podía hacerse. Y eso, le gustaba escuchar todas las cosas que otros médicos hacían mal y criticar su trabajo. Ahora bien, a pesar de haber obtenido tres doctorados - médicos, de filosofía o de investigación, y judicial - trabajaron casi exclusivamente como abogado con un hospital a tiempo parcial. En secreto, sin embargo, Levi pensó que la morena estaba loca. Inteligente, pero también muy loca.

—Oooh... ¡Eso sería tan divertido! ¿Conoces a alguien así? —Por la mirada que tenía Levi en esos ojos plateados, Hanji se aclaró la garganta y volvió a su propósito original— No. Pero creo que hemos encontrado a alguien que está dispuesto a tomar la tutela de Eren a largo plazo si prefieres no encargarte de él.

—Se lo haré saber.

Hanji miró a su amigo. Había pensado que Levi estaría encantado de que el adolescente se fuera, pero por el tono en su voz, tal vez se había acostumbrado a tener a Eren alrededor.

—Ahora sal, a menos que quieras que te de una patada en el culo por interrumpirme, gafas de mierda.

La posibilidad de que Levi estuviera acostumbrándose a Eren le hizo sonreír mientras cerraban la puerta detrás del hombre de cabello oscuro y ceñudo.

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—Ven aquí, mocoso. Tengo algo que decirte.

Eren cerró la puerta detrás de él apresuradamente, recordando quitarse los zapatos, y caminó más allá de la sala de estar hacia la oficina de Levi. Su corazón latía nervioso ante la llamada. Levi raramente lo llamaba para cualquier cosa. Normalmente, si quería hacer una pregunta, lo haría y no se molestaría en llamar a Eren tan formalmente.

»El alfa y su omega |Riren|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora