»El alfa y su omega |Riren|

5.- Confrontación

Erwin suspiró al oír el ruido de la puerta cerrándose con violencia. Levi.

Acababan de ganar un gran caso y muchos de ellos se lo tomaban con calma mientras podían. Pero no el hombre de baja estatura y cabello azabache. Levi había regresado a sus viejos tiempos, permaneciendo constantemente horas extras cuando no era necesario. El blondo supuso que era culpa suya haber traído la idea de sus sentimientos hace dos semanas. El hombre había estado de un mal humor desde entonces. El mal humor de Levi no era nada raro, incluso Erwin tenía sus días libres, pero esta vez no había razón real para ello. Bueno, no hay razón real, excepto por un omega de diecisiete años... Eren.

Normalmente no le habría importado, pero la actitud tóxica de su amigo empezaba a preocupar a muchos otros en la compañía. Todos tenían sus problemas de relación y sufrían inseguridades, celos y rupturas, y Erwin no podía culpar a nadie por sentirse mal por ellos. Pero si Levi ya era como un tigre para empezar, ahora era una bestia feroz, y se quejaba de todos los que lo rodeaban. Incluso Hanji se había calmado con las bromas, y eso era sorprendente.

Dada la actitud del hombre en cuestión con respecto a como la confianza y el amor, no era sorprendente. Cuando conoció a Levi hace casi diez años atrás en la universidad, el macho estaba aún más aterrador de lo que era ahora. Se habían encontrado accidentalmente cuando Levi había tratado de golpearlo por un caso de identidad equivocada. Después de no disculparse, habían terminado en el mismo grupo para un proyecto en inglés, junto con Hanji. Y de alguna manera seguían siendo amigos desde entonces.

Hicieron una interesante banda deshilachada de huérfanos. Él, que había perdido a su padre a una edad temprana durante una excavación arqueológica, siendo considerado por otros como ser muy inteligente y ser demasiado astuto para su propio bien. Sus miradas sólo exacerbaban las cosas: las mujeres lo querían, y los hombres lo odiaban. Luego estaba Hanji, que era tan excéntrica como uno podía imaginar. La morena tenía una brillante mente científica, pero no parecía entender la etiqueta social. O mejor, nunca lo intento. Muchas veces durante sus años de licenciatura, apenas había logrado detener a Hanji de hacer algo estúpido o peligroso, principalmente los dos. Hubo varias ocasiones en las que había fracasado y, afortunadamente, las consecuencias no se habían salido demasiado de las manos. Una vez Hanji de alguna manera había lanzado un virus en el aire que dejó a una buena parte de los estudiantes enfermos. Otra vez habían entrado en el laboratorio de biología simplemente porque el profesor (no estaba seguro de ello) se negaba a permitirles jugar con un esqueleto humano. Y había otras veces también; había perdido la cuenta de cuántas veces la morena casi había sido expulsada. Y por supuesto... entonces estaba Levi.

Cuando se conocieron por primera vez, si uno pensaba que Levi era malo ahora, era aún peor en ese entonces. El hombre apenas hablaba. La primera vez que Hanji había intentado darle un abrazo, el hombre más pequeño había golpeado a la beta tan fuerte en el estómago que no pudieron ir a clases durante el resto del día. Y si alguien mencionaba la altura de Levi o incluso insinuaba que... bueno, no era bonito lo que pasaba. Era comprensible, dadas las circunstancias familiares de Levi con Kenny, y lo que sucedió con Isabel y Farlan. Incluso Erwin no entendía realmente todo el cuadro, pero lo que él sabía era suficiente para saber lo que había moldeado a Levi de esa manera. Pero durante los siguientes años en la escuela, unas pocas sesiones de bebida y de chantaje, él había suavizado... ligeramente. Todavía era bastante fácil poner al hombre fuera de quicio, pero Levi era mucho mejor que cuando se habían conocido por primera vez.

Pero esta "cosa" con Eren necesitaba detenerse. Erwin sabía que su amigo nunca había estado en una relación antes, y mucho menos una con emociones creadas, pero eso no era una excusa. Apostaría toda su fortuna a que Levi no le había dicho ni una sola palabra a Eren y lo estaba evitando por completo, lo que sólo empeoraba el problema. Afortunadamente el día estaba casi terminado. Presionando un botón, llamó a Petra.