Capítulo 6

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Nada más salir de la habitación, todo se había convertido en un caos.

Todo el mundo estaba corriendo de un lado para el otro, algunos gritando órdenes y otros obedeciéndolas.

En definitiva, todo el mundo ha perdido la calma. Excepto May, Jason, Greenee y Carter. Los dos primeros porque deben dar una imagen de "no os preocupéis no vamos a morir" y las otras dos porque no tienen ni idea de lo que está sucediendo. Yo tampoco la tengo, claro está, pero eso no evita que mis manos tiemblen. Rowan ha desaparecido, la he perdido de vista en cuánto hemos salido de la sala.

Todo el mundo va de un lado para otro, pero el sonido parece amortiguarse poco a poco. Todo lo que ha sucedido se me viene encima de golpe. Y antes de que suceda lo sé.

Mi corazón empieza a latir con más rápidez, mi respiración se convierte en lo único que consigo oír y parece que alguien tenga un mando a distancia con el que va subiendo y bajando el volumen del mundo. Me vuelve a suceder otra vez, por primera vez desde hace tiempo. Tengo un ataque de ansiedad.

Me apoyo contra la pared más cercana, mi vista se vuelve borrosa y mi respiración simples jadeos. Llega un momento en el que ya ni siquiera noto la velocidad que ha cogido mi corazón, sólo soy consicente de apoyarme contra la pared y deslizarme hasta el suelo.

Intento recordar lo que antes hacía para que el dolor parara, lo que hacía para superarlo.

Intenté que mi respiración volviera a ser normal.

Inhala, exhala, inhala, exhala...

Pero nada de eso servía.

Oía las voces de la gente cómo los murmullos de la calle. Oyes a la gente hablar pero no entiendes lo que dicen, aún así eres consciente de que lo hacen.

Oigo una voz cerca, muy cerca, cómo si me hablara al oído. No logro distinguir a quién pertenece, sólo sé que me llama, dice mi nombre como si fuera una canción de cuna. O eso me parece a mí en el estado en el que me encuentro.

Esa persona me coje entre sus brazos y me lleva hasta algún lugar que desconozco.

Sólo sé que lo último que oigo antes de caer en una oscuridad profunda es un disparo.

(...)

Despierto sobresaltada y desorientada en un lugar que no reconozco.

Las paredes parecen de acero puro y son totalmente grises y yo estoy estirada en el suelo frío.

No hay nadie a mi alrededor y eso me preocupa, no el hecho de que nadie se asegure de que no muera de hipotermia en un lugar tan frío (que también), si no el hecho de que lo último que oí fue un disparo.

Mi corazón para de golpe. ¿Y si Carter está...? No. Es imposible.

Me levanto y me dirigo a la única puerta que hay en la sala, una verde oscuro, y empiezo a dar golpes.

La puerta se abre de repente y Jason está al otro lado, mirándome cómo si fuera estúpida.

- ¿No sabes cómo se abre una puerta o sólo te gusta hacerte daño a ti misma?

Mira que eres imbécil, Alli.

Lo sé.

Para ahorrarme quedar aún más cómo una estúpida paso por su lado, aguantando un suspiro de alivio. Si Jason está vivo y tiene suficiente fuerza cómo para molestarme, eso significa que no puede haberle sucedido nada a Carter, o a May.

A menos que sea un infiltrado de los oficiales y me haya encerrado aquí para matarme después de haberse encargado de los demás. Madre mía. Espero que no sea eso.

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