-Lea, ¡vámonos ya!- gritó mi papá desde la planta baja.
-¡Ya voy Papá!.- respondí, mirando por última vez aquella que fue mi habitación por años, al mirarla solo me podía ver llorando y a Máx consolándome. Sin más preámbulos salgo de ahí cerrando la puerta y los recuerdos.
Bajo la escalera con cuidado de no caer, estoy un poco emocionada y muy aterrada por lo que está por venir, pero eso sí, con la meta de crear recuerdos mejores.
Al llegar en la sala veo que ya no queda nada, las paredes están desnudas y ya no hay ningún mueble a la vista, al parecer solo falto yo.
Con un suspiro entrecortado salgo, solo para ver a mamá sulfurada porque papá no entendía como al parecer iban las cajas y a un Max muy divertido mirando desde lejos.
-Ya estoy lista-. Hablo lo suficientemente alto para llamar la atención de todos.
-¡Al fin!-. Dicen mamá y Max a la vez, papá solo se río y aprovechó que no tenía la mirada sobre él y guardo como se le antojaba las cajas.
-Vamos, ¡suban ya!- nos apura mamá.
- Por Dios ¡Cálmate mujer!-. Le dice Papá, cerrando la parte trasera de la camioneta.
-Es que vamos muy retrasados, los camiones de mudanza van una hora adelantados-. Da su su punto mamá.
-Si, si, si, suban ya.- dijo papá divertido, Max y yo soltamos una risita y entramos a la camioneta, mamá rodó los ojos y sin poder evitarlo también suelta una risa.
Todos acomodamos nuestros traseros en los asientos y como si estuviéramos conectados todos miramos con melancolía la casa, dando un adiós silencioso.
-Arizona ¡aquí vamos! -. Dijo Max con falso entusiasmo, cortando el momento.
- aquí vamos - dijo mamá en un suspiro, Papá la miro con una sonrisa y le guiño un ojo.
-¡Pongamos música! -dije gritando, haciendo reír a todos.
- De acuerdo - dijo Papá, sacando unos discos de la guantera y poniendo en la radio.
cuando la música de creedence empezó a sonar por los altavoces, Max y yo gritamos felices.
Papá puso en movimiento la camioneta y poco a poco estabamos más cerca del destino, y más lejos de lo que fue nuestro hogar acompañados de un rock clásico y los maullidos de Max al tratar de seguir la canción.
Con una sonrisa mire por la ventana y me despedí de todo aquello que formó parte de mi vida y sin poder evitarlo la emoción llegó a mí.
Arizona ¡¡aquí vamos!!
(........)
Al ver el letrero de: Bienvenidos a Arizona
Pensé que era el final de la tortura para mi pobre trasero y todos mis pobres huesos, pero no, como si fuera que las 78 horas que llevábamos sentados no fuera lo suficiente, atravesamos la bella ciudad de Arizona, pasando pueblos muy bonitos. uno tras otro.
ESTÁS LEYENDO
¿¡ESO ES MI MATE !?
WerewolfLea es la chica nueva en él pueblo de land of wolves de Arizona. Alix no es es el chico común, él tiene una doble vida en donde su otra mitad se basa en pelo, garras y dientes afilados. Lea no esperaba esto, un pueblo raro, muy grande y alejado, p...