Parte 3/6. Versión Rin

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      Estoy tumbada boca abajo en mi cama con la cara escondida entre los brazos. Después de las primeras lágrimas vinieron muchas más y ahora no soy capaz de parar.

No llevo ni cinco minutos en mi habitación cuando oigo que alguien llama a la puerta con los nudillos.

-Rin, ¿estás ahí? -pregunta Len.

No sé si quiero verle así que no respondo con la esperanza de que se marche. Pero escucho la puerta abrirse y después volver a cerrarse y sé que Len ha entrado dentro.

-Déjame en paz -exclamo sin levantar la cabeza-. No quiero hablar con nadie.

-¿Ni siquiera con tu hermanito del alma?

Siento cómo el colchón se hunde a mi lado y sé que Len se ha sentado.

-Contigo menos que nadie.

Len me agarra de los brazos, me levanta, me sienta de lado sobre su regazo y entrelaza los dedos de sus manos alrededor de mi cintura.

-A ver, ¿qué te pasa?

-Lo sabes perfectamente -replico secándome las lágrimas con la manga de la sudadera.

-Yo no tengo la culpa de que mamá y papá me hayan cambiado de habitación. Yo no les pedí que lo hicieran.

-Podrías haber replicado. Tal vez así hubiesen cambiado de opinión.

Len suspira profundamente.

-No he replicado porque creo que es lo mejor.

Le miro directamente a los ojos totalmente incrédula durante unos segundos. Len me sostiene la mirada muy serio.

-¿Por qué piensas eso?

-No puedo explicártelo -responde tras una pausa.

Me recuesto contra su pecho. Creo que sé cuál es el por qué, así que digo:

-Si no querías seguir durmiendo conmigo sólo tenías que decirlo.

-¿Crees que es por eso? -me pregunta un poco enojado mientras me separa un poco de él para poder mirarme a la cara-. A mí también me ha molestado que papá y mamá nos hayan separado.

-Entonces ¿por qué crees que es lo mejor?

-Rin, por favor, no insistas. Ya te he dicho que no puedo explicártelo.

Me gustaría saber qué es eso que no puede contarme pero en este momento creo que es mejor no insistir. Intentaré sonsacárselo en otra ocasión.

-Está bien -cedo finalmente.

Len me da un cariñoso beso en la sien.

-¿Qué te parece si vengo a darte las buenas noches todos los días?

-¿En serio? -le pregunto emocionada.

-Sí -me asegura. Tendré una oportunidad cada noche de convencerle de que se quede conmigo.

-¡Gracias! -Me bajo de su regazo y me siento encima suyo colocando una pierna a cada lado de su cuerpo. Le rodeo el cuello con los brazos y le estrecho con fuerza. Len parece sorprenderse durante unos segundos pero no tardo en sentir sus brazos rodeándome la cintura.

Apoyo la cabeza en su hombro y cierro los ojos. Siempre he abrazado a Len, desde pequeña, pero nunca me he sentido como en este momento. Sin saber por qué, inspiro aire profundamente para poder llenar mis pulmones con el olor de Len. Se siente tan bien estar tan cerca de él que no quiero que este momento acabe nunca.

Giro un poco la cabeza y mis labios rozan la suave piel de Len. Sin pensar en lo que hago le doy un delicado besito en el cuello.

En dieciséis años nunca le he dado un beso en el cuello a Len y no sé por qué lo he hecho ahora.

Len suelta algo parecido a un jadeo, se pone precipitadamente en pie y me deja en el suelo. Yo le miro extrañada y Len se dirige rápidamente hacia nuestro armario. No estoy muy segura pero me ha parecido ver que estaba más rojo que un tomate.

-Debería ir cogiendo mis cosas para llevármelas a mi habitación -dice abriendo las puertas del armario.

-¿Te ayudo?

-¡No! -exclama sin girarse mientras lanza prendas de ropa sobre la cama-. Puedo yo solo.

Me siento sobre el lecho y le observo en silencio. No tendría que haberle dado ese beso en el cuello. ¡No sé por qué lo he hecho! Los hermanos no hacen esas cosas. Si no se lo hubiese dado aún seguiría abrazada a él.

Len cierra las puertas del armario y coge la ropa que ha tirado encima de la cama.

-Len. -Titubeo un par de veces con la cara ardiendo por la vergüenza-. Lo siento por lo del... -No me atrevo a decirlo en voz alta así que me señalo el cuello esperando que Len entienda que me refiero al beso que le he dado.

Un ligero rubor se extiende por las mejillas de Len. Me sonríe mientras se acerca a mí, me sujeta la barbilla con una mano y me da un beso en la frente.

-No pasa nada, Rin.

Y sale de mi habitación.

Rin X Len - AdolescenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora