Rin y Len son dos hermanos gemelos unidos por lazos muy fuertes. Pero el amor que sienten el uno por el otro no es sólo un amor fraternal. Descubre desde el punto de vista de cada uno cómo reaccionan cuando se dan cuenta de la existencia de esos sen...
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-Len -susurra una suave voz femenina-. ¡Len!
Abro los ojos lentamente y, como todas las mañanas, el rostro de mi hermana es lo primero que veo. Siempre se despierta antes que yo. Mi brazo izquierdo reposa sobre su cintura y mi mano derecha está unida a la suya en un intento de protegerla de las pesadillas. Llevamos compartiendo lecho desde que nacimos y lo único que ha evitado que nuestros padres nos hiciesen dormir en habitaciones separadas es el miedo a dormir sola que siempre ha tenido Rin. Aunque hace varios años que sospecho que ya no sufre ni miedo ni pesadillas.
Deshago mi abrazo protector y me pongo boca arriba, desperezándome como un gato.
-Buenos días -susurro.
-Buenos días.
-¿Volviste a tener pesadillas? -Todas las mañanas le hago la misma pregunta y todas las mañanas espero obtener la misma respuesta.
-No, hace mucho que no las tengo.
-Mejor. -Esa era la respuesta que quería oír-. ¿Qué hora es?
Rin se inclina sobre un codo para mirar el reloj de mesita, que está detrás de mí. Sin poder evitarlo, mis ojos se desvían al punto donde su camisón me permite ver su canalillo. Rápidamente aparto la mirada antes de que se percate de que estoy mirando partes de su cuerpo que un hermano nunca debería observar.
-Son las diez -susurra sin percatarse de nada.
-Deberíamos prepararnos para bajar a desayunar. Mamá no tardará mucho en venir a buscarnos -intervengo antes de que la sensación de haber hecho algo indebido me invada.
-Sí, buena idea.
-Entonces has dormido bien, ¿no? -insisto. Lo cierto es que me gustaría seguir en la cama con Rin.
-Sí. -Hace una pausa-. ¿Len?
-¿Sí?
-¿Por qué seguimos susurrando? -pregunta en un susurro y después se le escapa una risita.
-No lo sé -digo hablando en voz alta por primera vez en lo que llevo despierto, riendo también.
-Voy a ducharme. -Sale de la cama y entra en el cuarto de baño que tenemos en nuestra habitación. Cierra la puerta y escucho el agua correr cuando abre los grifos.
Aparto las sábanas a un lado y saco del armario un pantalón y un chaleco marrones y una camisa blanca de manga larga. Me visto mecánicamente mientras me sumerjo en mis propios pensamientos.
Me llamo Len Kagamine y Rin es mi hermana gemela. Ambos tenemos dieciséis años pero, en muchos aspectos, a Rin le faltan algunos rasgos de madurez. Es cuatro centímetros más bajita que yo, delgada, con unos preciosos ojos azules y un cabello rubio enmarcando un hermoso rostro. Y en cuanto a mí... soy exactamente igual que ella pero en chico.
