Decir te amo [Yuri On Ice]

Distancia

I

FLASHBACK

— ¿Estás seguro de lo que éstas diciendo?— Le preguntó un poco inquieto.

— Claro que sí, el Katsudon es muy obvio.

— Yo no lo veo de esa manera, Yuri a veces puede ser muy complicado.

— Tal vez es porque tú éstas involucrado en la situación, para mi y para Otabeck esta más que claro.

— ¿Te llevas muy bien con Otabeck-kun no es así?— Dijo con una voz un poco pícara.

— ¡N-No estamos hablando de eso ahora idiota!— Contestó un poco nervioso.

— Lo siento, lo siento. No era mi intensión perturbar a Yurio.— Respondió con una pequeña risa.

— ¡¿Ah?!— Exclamó fuerte por lo cual el otro tuvo que alejarse un poco del teléfono.— Ya te dije mil veces que ese no es mi nombre, y estábamos hablando del Katsudon, no de mi.

— Sí, es cierto, pero sigo sin entender el objetivo de tu llamada...¿puede ser que quieras ayudarnos?

— Sólo te lo digo porque eres demasiado tonto para verlo, no me interesan sus cosas...— Le dijo algo avergonzado.— Pero la pregunta aquí es que sientes tú, a pesar de que te conozco hace más tiempo, es a ti al que no puedo leer bien. 

— ¿A mí?, creí que era bastante obvio.— Mencionó un poco pensativo.

— ¿Entonces me éstas diciendo que le correspondes?— Preguntó.— No podía estar seguro de ti, no sé que es lo que se te puede tomar en serio o en broma de lo que dices y haces.

— Ah, eso me ha dolido un poco.— Dijo en broma.

— ¿Lo ves?, no puedo tomarte en serio Víktor.

— Bueno, con respecto a mis sentimientos puedes tomarme muy en serio cuando te digo que estoy enamorado de él.— Respondió con firmeza.

— Bien, entonces no hay problema. Solamente quería asegurarme que no fueras tan idiota de jugar con él sin notarlo.

— ¡Woow!— Exclamó.— Estás preocupado por nosotros, eso es muy lindo.

— Cierra la boca idiota, ya hablamos suficiente, adiós.—Colgó rápidamente estando un poco sonrojado.

FIN FLASHBACK

Estaba recordando la conversación que había tenido con el ruso más joven por teléfono. Que alguien más le haya dicho eso lo hacía muy feliz, pero comenzaba a creer que Plisetsky se equivocaba. Ayer había tratado de tener un acercamiento más íntimo al japonés y este todo lo que hacía era rechazarlo. Se dijo muchas veces a sí mismo que no debería rendirse así nada más, es decir estaba enamorado, no podía renunciar tan fácilmente, pero cada uno de los rechazos que había recibido el día anterior lo habían cohibido bastante y no quería que Yuri terminara odiándolo por pesado. En todas esas cosas se encontraba pensando esa mañana, acostado abrazando a Makkachin. No tenía muchas ganas de levantarse pero debía ir a entrenar y también entrenarlo a Katsuki. Quedaba poco para que vayan a Rusia y si no le mostraba a Yakov que no estaba holgazaneando lo mataría. Con eso en mente decidió emprender camino hacia el baño para cepillar sus dientes y después ir a desayunar.