Decir te amo [Yuri On Ice]

Amor vencedor

I

— Terminemos...

Otra vez Yuri dejaba salir esas palabras de su boca. Como aquella vez en el Grand Prix, y como aquella vez Víktor no pudo hacer otra cosa más que dejar caer poco a poco sus lágrimas.

— Woow Yuri, se ve que adoras jugar con mis sentimientos...

Katsuki se quedó observándolo otra vez como tonto hasta que reaccionó. No podía creer que estando en esa clase de situación se dejara llevar y quedarse viendo así a Nikiforov. Ya lo había presenciado varias veces este espectáculo pero seguía dejándolo fascinado el hecho de que el ruso aún en ese estado pudiera seguir siendo tan lindo y atractivo como siempre.

— ¡Yuri te estoy hablando!— Le gritó.— Al menos préstame atención cuando te estoy reclamando, ¡¿tan divertido es verme sufrir?!— Le costaba hablar ya que su llanto cobraba más intensidad.

El japonés al fin recobró lucidez al escuchar esas duras palabras.— ¡Claro que no!, me conoces y dices eso, jamás sería tan cruel.

— ¡Pues ya no lo sé! No puedo entenderte.— Quiso intentar limpiar sus lágrimas pero era trabajo en vano ya que éstas no se detenían en ningún momento.— Primero vienes en ese banquete, me haces ese tipo de propuesta y resulta que después lo olvidas todo.— Suspiró un poco tratando de calmar sus sollozos.— Aún así fui y me presenté ante ti para entrenarte, no sólo porque me atraías, me había cautivado tu forma de patinar, me enamoré de tu patinaje tanto que no me importó dejar mi amada carrera para que tú brilles.— Posó una mano sobre su frente y daba largos suspiros intentando calmarse.— Pero luego... luego de un tiempo no pude evitar enamorarme de ti, me sentía muy feliz con toda la cercanía que habíamos logrado, hasta te besé, me regalaste unos hermosos anillos...— No podía dejar de llorar aunque lo intentara con todas sus fuerzas.— ¿Y después vas y me dices que no quieres que te entrene más?, ¿Qué dejarás el patinaje?, ¿Qué mierdas son esas?— Se aferró con fuerza a las sábanas debajo de él por la necesidad de sostenerse de algo.— Pero más tarde vas y me dices que continuaras, que quieras que siga entrenándote, y me elevas nuevamente... Jamás pensé que podría ser correspondido, con estar al lado de Yuri bastaba pero luego sucedió todo esto, dijiste que me amabas y... Cuando creí que podíamos ser felices, que nada podría hacerme bajar de mi nube de felicidad... ¿Vienes a decirme que terminemos?, ¿Cómo no quieres que piense que estás jugando conmigo Yuri?, ¿Esto te divierte?, ¿Verme creerte tu falso amor y luego desecharme como si no fuera nada es divertido?

— Eres un imbécil...

Iba a responder eso indignado pero una fuerte bofetada en su mejilla se lo impidió.

— ¿Qué diab...?— No pudo terminar su oración al ver que ahora el que lloraba era el asiático.

— ¡Víktor idiota!, ¿cómo puedes dudar de mi amor?, ¡Por supuesto que te amo!— Le gritó enojado, pero a la vez culpable, cuando el ruso mencionó todos esos hechos reconoció que no fue muy claro en cuanto a como se sentía respecto a él en todo ese tiempo. Pero tampoco era todo su culpa, temía ser rechazado, y cada paso que daba lo hacía pensando en el bienestar del mayor, por eso se había sentido tan ofendido.— Si estoy haciendo esto es precisamente porque estoy loco por ti.

Nikiforov lo miraba entre sorprendido e incrédulo tomándose su mejilla.— Perdóname Katsuki, pero tus acciones no van de acuerdo a tus palabras.