Capítulo 4

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Luna mordía con nerviosismo su bolígrafo azul ante la sonrisa divertida de su mejor amigo, quien disfrutaba de la impaciencia de la chica.

-¿Vas a decírmelo ya? – preguntó Luna, molesta.

Aureth se resignó. Si seguía torturándola así se acabaría enfadando con él de verdad y su objetivo era divertirse, no acabar enfrentado con ella.

-Cheryl propuso gastar una broma a todo el grupo, especialmente a Tani y Azai, así que se las arregló para que Elliot colaborase y sacase la foto. Lo complicado era convencer a Onan, pero sorprendentemente aceptó con la condición de que Cheryl le debería una, que ya se la cobraría más tarde – resumió -. Iban a dejarlo en duda para que nadie lo supiese, pero yo me enteré por Onan y Ainelen se enteró por Cheryl.

-Ah, así que era todo una broma... - susurró Luna, aliviada.

Aureth la miró con el ceño fruncido. Intentaba que no le afectase la atracción de su amiga hacia Onan, pero era imposible no enfadarse cuando mostraba aquella actitud. Él estaba allí, a su lado, ¿por qué pensaba en otro?

-Aureth, ¿hoy vas a salir a dar una vuelta con tus amigos? – preguntó Luna de repente.

-No lo tenía pensado.

-Entonces ven a mi casa – dijo ella con una sonrisa -. Tendremos el salón para nosotros solos y podremos jugar a lo que nos dé la gana. Mi hermano va a salir con los demás.

-¿Y tus padres?

-Van a Valladolid a comprar no-se-qué. La verdad, no les oí – comentó con tranquilidad.

Aureth arqueó las cejas. Después suspiró. Luna estaría nerviosa de invitar a cualquier chico a su casa vacía pero él... Él era su mejor amigo. Era habitual, no había de qué preocuparse, por supuesto. No había nada más entre ellos.

-¿Me paso a las seis? – aceptó.

-A las cinco, por favor. Me voy a aburrir.

-Deberías estudiar – comentó Aureth.

Luna rió.

-Ni que tú lo hicieses.

-Lo hago más que tú – replicó él.

Una cabeza se asomó por la puerta de su clase. Dayna los saludó y se acercó hasta ellos. Aún le quedaban unos minutos antes de que empezase la siguiente clase.

-Luna, ¿hoy te vienes a dar una vuelta? Ainelen, Cheryl, Tani y yo hemos quedado a las seis y media en la Valenciana – miró a Aureth y le sonrió a modo de disculpa -. Tarde de chicas.

Luna negó con la cabeza.

-No, ya he quedado con Aureth.

Él la miró sorprendido. ¿Desde cuándo rechazaba quedar con Ainelen? Sin darse cuenta, sonrió. Aquello le hacía más feliz de lo que parecía.

-Oh, pues divertíos – dijo Dayna.

Antes de irse, le guiñó un ojo a Aureth disimuladamente.

-Gracias por preferir pasar la tarde conmigo.

Luna le dedicó una brillante sonrisa.

-¿Lo dudabas? Hace mucho tiempo que no quedamos solos, lo echo de menos, ¿tú no?

Aureth le dio un beso en la frente y se sentó en su pupitre. Luna lo entendió como un "sí" y también se sentó, justo cuando el timbre sonó, indicando el inicio de la siguiente y última clase.

* * *

Narumi salió del instituto. La chica con la que solía a ir a casa estaba enferma y no le quedaba más remedio que ir sola. Observó a la multitud de estudiantes que parecían salir de la cárcel, como todos los viernes, aliviados por la llegada del fin de semana. Los comprendía, pero eran demasiado exagerados.

Enlazados por una lagartijaWhere stories live. Discover now