05

184 13 13
                                    

Blair

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Blair

Observo como los dos cachorros vienen en mi dirección. Sujeto más fuerte entre mis manos a la pequeña esfera transparente que transporta a mi pequeño hámster, observo a mi alrededor y todos están centrados en sus cosas. Como si no notaran que en unos instantes ocurrirá un ataque perruno hacia mi persona.

—Oigan...

Es lo único que logro articular, pues, me queda muy poco tiempo y mi condición física no me ayuda en absoluto.

Es culpa de las empanadas.

Hoy es domingo, y como tradición familiar, siempre hay un almuerzo en el patio trasero de la casa de mi abuela materna Martha, en estos almuerzos siempre están incluidos toda la familia en absoluto, se juntan todos los hijos y nietos -además de mascotas-.

Es chistoso porque aquí las dietas se rompen, ya que terminamos hechas una bolas humanas debido a toda la comida que se prepara.

—¡Amelia! ¿dónde dejaste mis anteojos? —al parecer nadie me ha escuchado.

Esa es la abuela Martha, una mujer muy simpática con todos, excepto cuando la hacen enojar, en esos momentos nadie se salva y todos pagan pato. Y lo sorprendente es que, debido a su avanzada edad es una mujer muy saludable adicta a las telenovelas y los realities shows.

La tía Amelia deja de cortar unos vegetales y se dirige a mama Martha -como la llamamos todos los nietos-, que se encuentra parada en la puerta que da hacia la casa con los ojos achinados debido a sus cataratas. Muy pronto ambas entran en la casa.

En lo que estábamos.

Los cachorros de raza Husky llegan hasta mis pies y comienzan a olfatear además de mi pies a la pequeña esfera donde se encuentra Jake observando con cautela a los seres enormes y peludos.

—¡Poppy, Copito! Déjenla en paz —les ordena Shay mientras llega con un delantal puesto, mientras hace que estos se vayan a otro lado de la casa—, estos están más locos que nunca -dice colocando ambas manos sobre sus caderas.

—Te lo agradezco Shay.

Una bronceada Shay ríe y me hace señas para que la siga. Shay es un año mayor que yo, ojos grandes y color verde, cabellera color chocolate y relativamente un poco más alta que yo debido a su activa vida deportiva. Es la tercera de nueve nietos.

Erin es el mayor de todos —y el hermano de Shay—. Le sigue Andrew y su adicción a los objetos electrónicos. De ahí viene Shay, continúo yo, me sigue la dulce Heather, después viene Jared, los gemelos Jay y Joe —hermanos de Heather—, y finalmente la pequeña Daphne—y media hermana de Andrew—.

Sip, son un tira de anormales.

—¿Que tal la escuela Blair? —pregunta Shay mientras fríe unas hamburguesas.

Sujétame muy fuerte [AG #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora