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Seungcheol miro la pantalla del celular por décima vez en una sola hora.

Sus ojos brillaban y su sonrisa se ensanchaba cada vez que veía una nueva notificación de aquella aplicación, tenia la esperanza de que alguno de esos mensajes que habian llegado en la semana perteneciera a su pequeño novio, pero no.

Había pasado ya una semana desde la desaparición de Lee Jihoon y nadie parecia querer mencionar ni una sola palabra acerca de ello. Lo entendía perfectamente, puesto que toda la escuela estaba sumida en una profunda tensión y miedo constante, incluso tristeza.

Ya daban por muerto a su "novio" y el no podia tolerar aquello.

Afortunadamente no era el único que deseaba dar con el paradero de Jihoon; Wonwoo últimamente movia mas contactos para iniciar búsquedas y dar con el paradero del menor. Jisoo era la fuente de tranquilidad del grupo, pero aun así se dedicaba a hacer lo que estuviese en sus manos para encontrar a su amigo. Jun y Seokmin salían todas las tardes a preguntarle a las personas si no habian visto al chico. Un amigo cercano a Mingyu se encargó de localizar el número de Jihoon o del desconocido, pero ambos aparecían en un punto muerto de la ciudad.

Estaban desesperados por encontrar al pequeño y no era nada fácil, sobre todo para Seungcheol.

Había conseguido todo en un instante y luego se lo habian arrebatado de la nada. Aún con todo el pesimismo que se adueñaba de su mente por las noches, tenia fe en que encontrarian a su novio y entonces podría ser feliz.

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