Capítulo O7: ''Eres preciosa''. {maratón 2/3}

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Narra ______. 

La semana pasaba y yo, aún me siento una persona alejada de todo lo que tiene que ver con Philadelphia. En Literatura e Historia/Geografía estaba sola, cada rato miraba la silla al lado de la mía, siempre igual desde hace una semana. Ese chico era una de las personas más peculiares que alguna vez haya podido encontrar o siquiera ver. Sus amigos, según Kate, todavía seguían yendo al colegio y esta no era la primera vez que eso pasaba.

Estaba recostada en la cama mirando hacia el techo, hace unos días otra carta apareció cuando estaba llegando a casa, estaba en la puerta pegada con una cinta. 

La noche estaba haciéndose presente, tenía hambre. 

El claxon de un automóvil hizo que me sobresaltara, pegué un pequeño salto para pararme de la cama. Un hombre con un adolescente estaban a fuera de la casa con mi papá… Abrí la ventana, salí al pequeño balcón que había y miré hacía donde estaban. El chico era alto, castaño, linda sonrisa. 

Hacía un costado se encontraba el bosque de Philadelphia, según muchas personas está prohibido ir ahí por las leyendas de los vampiros, lobos y demás cosas que realmente son irreales. El aire chocó contra mi cara despeinando mi cabellera. 

- ¿Hola? 

- ¡Hola _____! ¿Cómo estás?

- Jennifer… Bien, ¿Tú? 

- De maravilla, Europa es extraordinario.

- Me imagino –Rodé los ojos-

- Deberías de venir.

- No; no, estoy mejor acá, en un lugar tranquilo.

- ______, es viernes por la noche, sal a divertirte.

- Prefiero quedarme acá en casa leyendo, estoy cansada.

- ¡Ay, _____! Eres adolescente aprovecha eso, ¿Si? 

- Lo sé pero, lo aprovecharé a mi manera.

- Vale, te dejo hermana –Hizo un sonido de beso- te amo, cuídate.

- Si, lo hare, igual yo. Adiós. 

Corté la llamada. ¿Qué más faltaba? ¿Qué me dijeran que tipo de libro tengo que leer o qué clase de música debo de escuchar? Era mi forma de divertirme pero, alguien siempre se tiene que meter en mi vida. 

Las ocho y media de la noche, la luna estaba ya puesta en el cielo con algunas estrellas a su alrededor. Abrí la puerta de mi habitación y salí de la misma. 

Bajé las escaleras estaba mi papá mirando un partido de football de nuevo como todos los viernes a la noche y algo común en él: Una lata de cerveza en su mano. Fui a la nevera, iba a prepararme un sándwich. 

- _____, ¿Hoy no sales? –Dijo mi papá desde la sala- 

- No, hmm… -Suspiré- no soy como los adolescentes que les gusta emborracharse o salir.

- ¿Por qué? 

- Me gusta lo tranquilo.

- Oh, está bien –Me sonrió-.

- Así que no debes preocuparte por querer darme algún consejo de cosas que no debo hacer si salgo.

- Eso es lo bueno así, el silencio no es incómodo.

- Exacto –Sonreí-.

El siguió mirando atentamente hacía la pantalla enfrente de él, tomé el sándwich que estaba en un plato de vidrio y subí las escaleras para dirigirme a mi pieza. 

Una toalla rodeaba mi cuerpo y la otra mi cabello para que no goteara. Entré al cuarto, estaba desordenado… Pero las energías no estaban en mí para ordenarlo, me empecé a vestir con el pijama ya que, después me iría a dormir. Sentí que me estaban observando, tal vez sea mi imaginación.

Narra Michael. 

Viernes a la noche estaba vagando por las calles que me dirigían a la casa de _____, de mi preciosa castaña aunque ella no lo supiera. Me quedé un rato observándola desde el árbol enfrente de su habitación. Era tan delicada hasta para comer o hasta como vestirse. La observé solo cuando estaba en ropa interior… Estoy loco, ella me vuelve así. Un loco en proceso de ser destruido por una humana cual es perfecta, y con sus ojos cafés te hechiza para nunca dejarla ir por más que suene cursi es cierto. Reí después de mis pensamientos, ¿Cómo podría yo, Michael Clifford, enamorarme de una persona como ella? Simplemente no lo sabía pero, ella desde ya mucho tiempo me tiene enamorado. 

Era media noche y _____ dormía tranquilamente en su colchón después de estar varias horas moviéndose en la misma dirección por no conciliar el sueño. Miré a su alrededor, había unos carteles con cosas de lobos o acerca de ellos, fruncí el ceño mientras detenidamente observaba toda su habitación: sencilla pero bonita igual que ella. Dirigí mi mirada a la suya, tenía una media sonrisa en sus labios, sus manos estaban por sobre el acolchado en su estómago. Me acerqué a ella, tratando de no hacer ruido en el momento en el que mis zapatos chocaran contra la cerámica del piso. En cuclillas al lado de su cama empecé a acariciar su mejilla con delicadez, solté un suspiro cuando la sonrisa de ella se agrandó en su cara, haciéndola ver más preciosa de lo que ya era. Podría pasarme la vida entera describiéndola pero prefiero pasarme la vida entera describiendo como nos conocimos aunque, bueno… Eso todavía sería una suposición porque ni me he presentado. 

Ella se movió lentamente haciéndome estremecer, apenas abrió sus ojos y los volvió a cerrar. Me quedé inmóvil pero no los abrió de nuevo y eso me hizo suponer que seguía durmiendo. Fui hacía el otro lado de la cama donde había una pequeña mesa de madera con portarretratos de ella con su familia… Una foto me llamó la atención: era ella con Sarah. “¿Pero qué diablos?” Pregunté en mi cabeza mientras observaba la foto. Sarah y ella fueron amigas y no se le ocurrió siquiera decirme ese pequeño detalle.

Fui hacia el otro lado de la cama, presioné mis labios en su frente y le susurré: “Eres preciosa”. Caminé hacía el balcón, salté al árbol y de ahí me tiré en el jardín de su casa para empezar a caminar a la mía. Poco a poco fui perdiendo la casa de mi vista y observé una pequeña figura en el balcón mirando a su alrededor, era _____. Sonreí a medias y volví a mirar al frente, sosteniendo con fuerza el portarretrato que estaba entre mis manos. 

~~~~☆~~~

¡HEY! ¿or is it hi?

¡Perdonnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn por no subir pero bueeeeno, será! 

Las amoooooooooooow 

Capítulo dedicado a DannyZambrano: por... su muuuuuy creativo comentario (weh).

Si hay dos comentarios sigo el 'maratón'.

-Marianne.

A thousand years {Michael Clifford FF}. Cancelada.Where stories live. Discover now