Lisbeth se dispuso a recordar todo lo que habló con el Sr. Laufeyson. Dejaba escapar uno que otro suspiro. Pero luego se dio cuenta de que estaba actuando "rosa" y decidió distraer su mente con algo más. Por ejemplo, Misch.
Ya habían pasado dos días desde que Lisbeth conoció al Sr. Laufeyson. Y ella escuchaba las conversaciones de su padre con más atención de lo habitual, ansiando escuchar de su boca algo como "Tendremos una cena con el Sr. Laufeyson" o "Saldremos con el Sr. Laufeyson" lo que sea que tuviese que ver con él, haría que la ilusionada Lisbeth estuviese infinitamente feliz.
Fue ese día, más bien atardecer, en el que la paciencia de Lisbeth dio frutos.
La familia estaba sentada en la mesa, cenando. Tyra estaba contando una historia de lo más ridícula para Lisbeth, así que no prestaba atención, solo comía en silencio y le daba uno que otro vegetal a Misch.
—Hija, realmente estás ilusionada con ese muchacho —dijo Fara sacudiendo la cabeza.
— ¿Yo sola? ¿Qué me dices de mi hermana con el Sr. Laufeyson?
Lisbeth observó a Tyra de mala manera y Misch maulló con la piel erizada.
— ¿El Sr. Laufeyson? ¿De verdad, Lisbeth? —preguntó Otto.
—Solo nos llevamos bien —se excusó Lisbeth —. Tyra está suponiendo cosas erradas.
— ¡Claro que no! ¡Tenías que verte el día de la fiesta! Jamás había visto tus ojos brillar con tanta intensidad aquel día. ¡Te enamoraste Lisbeth!
— ¡No seas ridícula Tyra! —gruñó Lisbeth dándole un puño a la mesa.
—Pues te tengo buenas noticias, Lis. El Sr. Laufeyson vendrá mañana.
Lisbeth olvidó por qué estaba molesta y observó a su padre con los labios entreabiertos.
— ¡Que buena oportunidad de demostrar mi teoría! —exclamó Tyra aplaudiendo.
Lisbeth puso los ojos en blanco y se dispuso a comer de nuevo.
Y en ese momento, Lisbeth no sabía si sentirse feliz porque vería al Sr. Laufeyson de nuevo o angustiarse por la mirada analítica que su hermana le brindaría.
—Tal vez te pida matrimonio.
— ¡Basta ya! —exclamó Lisbeth levantándose del asiento.
—Estoy diciendo la verdad, Lisbeth. Él te miraba de una manera especial.
— ¿Sabes Tyra? Es justo por eso que siempre andas con el corazón roto. Por estar viendo amor donde no lo hay.
Lisbeth se dio la vuelta y Tyra gruñó.
— ¡No me des la espalda!
Lisbeth se convulsionó un poco y encaró a Tyra fulminándola con la mirada. Cuando se dispuso a acercarse hacia su hermana para darle un buen golpe por tonta, su padre se acercó a ella por detrás y la alzó sin dificultad.
— ¡Déjame padre! —exclamó dando patadas.
Misch arañó la pierna de Otto y Lisbeth aprovechó ese instante para zafarse y caer al suelo acuclillada. Tyra se levantó y huyó hacia la cocina. Lisbeth la siguió corriendo ágilmente y Misch siguiéndola.
— ¡Te lo dije con cariño esta vez! —exclamó Tyra mientras corría.
—Con delicadeza o no. Tú no eres nadie para que yo te brinde mi infinito respeto. ¡Zorra!
Lisbeth se sintió extraña al decir eso. Fue un impulso. Como si alguien la hubiese obligado a decir eso.
Cuando estuvo más cerca de Tyra, Lisbeth le haló del cabello y cayó al suelo. La rubia se quejó y Lisbeth se rió entre dientes.
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El Misterioso Sr. Laufeyson
FanfictionAmbos tienen algo en común: son los segundos en todo, tal vez algo más... Uno es el príncipe perdido de Jotunheim, la otra... no es muy relevante, pero sí para ese misterioso e influyente inmortal... by: mary hiddlesbatch