Capítulo 6

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Mi hermano me miró con una ceja enarcada.

- Dame esa libreta, Adriné -dijo con autoridad.

Yo negué.

- Me niego, no eres quien para mandarme, parásito.

- ¡Dame esa libreta!

- ¡Que no! Además ¿Por qué es tan importante? Claro, si puedo saberlo, ya que soy la idiota en esta familia y no debo enterarme de nada ¿¡Qué carajo me estáis ocultando!?

- ¡Solo dame ese maldito cuaderno!

- ¡O sea, que no lo niegas! ¡Dime Héctor, dime! ¡¿Por qué no puedo abrir este cuaderno?!

- ¡Porqué me han dicho que no puedes porqué...!

En ese momento se calló para no terminar la frase.

- Con que hay un motivo por el cual no puedo leerlo, bien, si tanto importa que no lo lea... ¡Trata de quitármelo!

Dicho eso empecé a correr para evitar que me quitase el dichoso cuaderno. Pero este me enganchó por la capucha de mi sudadera, provocando que cayese al suelo, pero al caer me golpeé la cabeza contra la punta de la mesa, quedando así inconsciente con una brecha en la cabeza.

Después de un tiempo desperté en una habitación. Mi mirada era borrosa y mi cabeza daba vueltas. Oí que alguien me hablaba pero no sabía lo que me decía. Abrí los ojos completamente y vi a la persona que estaba a mi lado, era Adrián.

- Adriné ¿Puedes escucharme?

Asentí con dificultad, todavía me dolía la herida.

- Te han puesto puntos, es normal que te duela ¿Se puede saber qué ha pasado en tu casa?

- Mi hermano... me empujó... y no recuerdo más...

En ese momento Adrián me abrazó.

- Estaba preocupado, tengo que irme, cuídate ¿Si?

- Ok... -dije con dificultad.

Adrián se fue y en ese momento entró mi hermanastro.

- ¿Qué quieres?

- Lo siento por ser tan brusco, no era mi intención hacerte daño, y quiero llevarme bien contigo-

- ¿Por qué querría tal cosa?

- Porqué sé que cosas que tú desconoces.

- Ok, ya me las contarás, supongo que yo tampoco quiero enemigos, pero mi padre y tu madre no me caen muy bien que digamos, por cierto ¿Qué ha pasado mientras estaba inconsciente?

- Pues...

Flashback

Cuando Héctor se percató de lo que había hecho llamó en seguida a la policía. Los padres de la chica llegaron justo cuando la ambulancia se llevó a la joven.

- ¿Pero qué has hecho? -preguntó el padre.

- Trataba de evitar que leyese esto.

Dijo Héctor dándole la libreta a su madre.

- ¿Lo ha leído? -preguntó su madre.

- No, y menos mal que lo he evitado, estaba a punto de leerlo -contestó el joven aliviado- pero... ¿Tenéis pensado decirle lo que está pasando a Adriné?

- No -respondió el padre- no tiene porque saberlo.

- No me parece justo.

- Habrá un momento en que se lo podrás contar, aunque no me hace gracia tener como hijastra a esa maleducada.

- No sé que le pasa, nunca se ha comportado así -dijo el padre.

En ese momento Héctor, sin pronunciar palabra alguna salió de su casa para ir al hospital.

Fin del flashback.

- Un momento, ¿Qué es lo que no sé? ¿Por qué no me lo puedes contar?

- Todavía no puedo, da gracias de que te he contado eso, seguramente más adelante te lo cuente.

- Ok -dije aceptando el hecho de que no me lo iba a contar aun.

- Bueno, tengo que irme, en seguida saldrás del hospital.

Asentí con las pocas fuerzas que me quedaban y decidí dormir un poco más hasta que me dijeran que podía irme. Después de dos horas me dejaron  irme a casa otra vez, no entiendo la bipolaridad de mi hermano, un día quiere que me atropelle un camión y otro quiere llevarse bien conmigo, negué resignada, no podía hacer nada más que esperar a que me contase lo que estaba pasando. Llegué a casa hecha polvo, mis padres estaban en la sala y yo callada subí a mi habitación. Cerré la puerta detrás mía sin mucho afán y me tumbé en la cama. En ese momento recibí un vídeo por parte de María. Ella no podía hablar en esos momentos así que me limité a ver el vídeo. Aparentemente era el mismo que el otro pero más largo.

- No veo la diferencia...

Dije susurrando, lo único que se proyectaba era como ese hombre se iba con los alicates en la mano. Se e hacía extraño que María me enviase algo tan inútil como eso. Repetí esa secuencia durante varias veces hasta que por fin lo vi. Había una sombra de fondo, al parecer era de una mujer. A lo mejor era mi madrastra la que había cometido tal delito y la silueta era mi hermanastro, ya que no se veía tan alto como mi padre.

- ¡Eso es! -exclamé.

- ¿"Eso es" el qué?

Preguntó mi hermanastro entrando a la habitación. Pegué un grito debido a que me había asustado.

- ¿?Qué haces aquí

- Pasear un rato, por cierto, veo que has descubierto el vídeo que trataba de ocultar.

- ¿Cómo que tratabas de ocultar?

- Lo entenderás más adelante, ahora tenemos que bajar a cenar y no se te ocurra decir algo de nuestra conversación a nuestros padres.

Asentí un tanto extrañada y asustada, no confiaba en él todavía, y a lo mejor solo quería saber que tramaba o cuales eran mis sospechas.

- Tú tampoco comentes nada de este vídeo.

- Me parece justo -se limitó a decir.

Bajamos a cenar, cenamos todos en silencio pues no teníamos nada que compartir. Cuando acabé de cenar volví a mi habitación y le dije a mi hermanastro que entrara también. Cerré la puerta para asegurarme de que no nos oirían.

- Tú. Yo. Explicación. Ahora. - dije, quería saber que es lo que conocía sobre la muerte de mi madre.

- Lo único que te puedo decir es que yo no he sido.

Después de que contestara aquello se fue de la habitación, y yo que tenía ganas de saber la verdad. De la manera que fuera, aun tenía como opción que fuera mi madrastra y a lo mejor mi padre, estaba confusa, pues la silueta era de un hombre y no sabía si era de mi padre o de mi hermano. Decidí que hablaría mañana con María, a ver que novedades tenía para mí.  

¿Por qué tenía que pasarme esto?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora