¿Por qué tenía que pasarme esto?

Capítulo 8

- Lo que has oído ¿Es que acaso aparte de ser gorda y fea estás sorda?

- Tífany, por favor, esto debe ser duro para ella...

- Oh, venga ya, solo mírala, llora por recibir atención, ¿No lo ves?

- Cállate por una vez -dijo mi padre.

Yo estaba cabizbaja, llorando, asimilando todo lo que estaba pasando, apretaba mis puños con más fuerza. Ellos seguían con su conversación sin que yo prestara atención a lo que decían, me levanté y me marché a mi habitación. Al llegar a ella me desplomé en mi cama y mojé con mis lágrimas la almohada. Estaba destrozada y no sabía porqué había hecho eso, María era una chica muy fuerte como para suicidarse así porque sí.

En ese momento mi padre entró en la habitación.

- Adriné, dentro de dos días será el entierro de tu mejor amiga, he hablado con sus padres y me lo han dicho.

- Lárgate.... -dije en un susurro mientras me ahogaba en un mar de lágrimas.

- Adriné, yo....

- ¡He dicho que te largues, desgracia humana! -respondí gritándole.

- ...ya me voy... 

Dicho eso cerró la puerta y se marchó, no me apetecía cenar así que me quedé en la habitación.

Los dos días siguientes me quedé encerrada en mi cuarto, las pocas horas de sueño que tenía desaparecieron, no comía y bebía lo justo y necesario. Mi móvil estaba lleno de mensajes de Adrián preguntándome que me pasaba y cosas así, no me molesté en responderle, tampoco es que tuviera fuerzas para ello. Al fin llegó el día, me duché y me vestí, no me molesté en peinarme, agarré unas cosas y subí al coche. Mi hermanastro se quedaría en casa, conmigo solo venían mi padre y la oxigenada de Tífany.

Después de unas horas de viaje llegamos. Estaban Anna y Claudia en la entrada del cementerio, me dirigí hacia ellas y estuvimos conversando sobre todo lo que había pasado. Después de que enterrasen a María nos juntamos otra vez y nos pusimos a hablar, no sabía donde se habían metido mis padres pero pasé de ellos. Nos dirigimos hacia un jardín que había cerca para hablar. Todas teníamos la cara roja de tanto llorar y nuestros ojos no eran la excepción.

- ¿Os acordáis de cuando María nos tuvo que sacar del problema en que nos metimos este verano? - dijo Anna para romper el hielo.

Todas echamos una risa en común sustituyendo nuestras lágrimas por carcajadas.

- Y también me acuerdo cuando nos persiguió la policía por un malentendido, el parkour que hizo María fue épico -dije yo riéndome.

- Fueron buenos recuerdos... lástima que ya no esté entre nosotras...

Una amargura nos invadió de nuevo, al darse cuenta de lo que había hecho Claudia pidió perdón, pero era verdad, no se encontraba entre nosotras ya...

Transcurrieron un par de horas y eran las doce de la tarde, Anna se había ido hace una hora a saber a donde. Me despedí de Claudia, pasé al lado de la tumba de María y le dediqué unas palabras.

- Sinceramente... eras tan vaga que si hay una apocalipsis zombie no te convertirías en una zombie, si te costaba levantarte de la cama no me imagino de la tumba.

Eché una carcajada leve entre lágrimas, siempre decíamos eso entre nosotras. Es evidente que eso es cosa del pasado, ahora que ella no está hay un vacío en mi corazón, falta alguien demasiado especial en mi vida y me toca aguantarme...

Seguí con mi camino y me dirigí hacia el coche de mis padres, al llegar vi que no estaban así que decidí ir a buscarlos pero no los encontré.

- Esto es raro... demasiado incluso.

Decidí dar un paseo por mi antiguo pueblo y pensé en ir a ver la casa de María. Al llegar a ella toqué la puerta, al parecer no había nadie pero la puerta estaba abierta. Al entrar todo estaba a oscuras, decidí ir a la sala donde estaba el ordenador que utilizaba María para enviarme las pruebas. Al entrar estaba a oscuras y encendí la luz. El ordenador estaba encendido, al parecer sus padres habían estado investigando sobre el caso de mi madre y el extraño suicidio de mi mejor amiga. Me senté en la silla que había y decidí ponerme a investigar un nuevo vídeo. Extrañada lo puse para ver que pasaba en él y la escena de este era la calle donde estaba el coche de mi madre. Este vídeo tiene buena imagen. No pasaba nada interesante en el vídeo así que decidí cerrarlo pero en ese instante apareció la oxigenada de mi madrastra y me detuve inmediatamente. Estaban ella y María, al parecer María estaba bajo un tipo de droga ya que era más que claro que no era consciente de sus actos. En ese momento contemplé como fue María quien cortaba los frenos. Empecé a llorar de rabia ¿Por qué hizo eso? Vi unos papeles al lado del ordenador y salía la posible droga que fue utilizada para que María hiciese caso a las instrucciones de mi madrastra. La muy arpía, la odio, fue ella quien lo hizo, lo planeó todo desde un principio, por su maldita culpa mi mejor amiga ha muerto, junto con mi madre. Retrocedí bruscamente alejándome así del ordenador y fui al cuarto de mi mejor amiga. Al entrar encontré una carta encima de su almohada, en esta ponía:

Hola Adriné, o debería decir adiós.

Lamento todo lo que he hecho, fui yo quien cortó los frenos, fui yo la utilizada por tu madrastra para acabar con la vida de tu madre y no pude hacer nada por evitarlo, te pido perdón. No he sido lo suficientemente valiente para contarte esto a la cara. Lamento el dejar un vacío tanto en tu vida como en la de Anna y Claudia pero no podía seguir, mi conciencia no me dejaba dormir.

Se despide, María. 

Agarré la carta mientras me secaba las lágrimas, me la guardé y salí de allí. Al parecer mi madrastra mi padre no habían vuelto, solo me quedaba buscarlos por el bosque, pero era una opción muy extraña, ¿Para qué querrían ir al bosque?

Me dirigí al bosque y después de estar media hora buscándolos me topé con una escena no muy agradable. Tenía sus cadáveres delante de mí. Retrocedí negando, no, esto no era real, esto era una maldita pesadilla de la cual quería despertar. En ese momento choqué con alguien, impidiendo así que siguiera retrocediendo. Este alguien colocó un cuchillo de carnicero en mi cuello, levanté la mirada para ver quien era y ese alguien era...