Capítulo 7

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Suena la alarma por quinta vez esta semana a las siete menos diez. Me encantan los viernes, es mi día favorito, aunque haya clase. Mi relación con Alex está empeorando, tenían razón sobre las relaciones a distancia. Casi no hablamos y hemos discutido dos veces por tonterías esta semana. Lo único que me consuela es que hoy vendrá a verme a las siete y se quedará todo el fin de semana. Espero que lo arreglemos.

Por otro lado, esta semana he quedado todas las tardes con Miriam y cada vez nos llevamos mejor. Por ello no he quedado ningún día fuera del instituto ni con Aitor ni con Marcos, pero hoy después de clase iremos a comer los tres ya que tampoco podré quedar con ellos este fin de semana. Las chicas de mi curso no me hablan ya que piensan que Marcos ha dejado a Irene por mi culpa, cosa que no es así. Yo le considero mi mejor amigo aquí, aunque Miriam sigue pensando que le gusto. En cambio, Aitor sí que creo que siente algo por mí, es muy cariñoso y muy guapo, pero tengo novio.

A las siete y veinticinco estoy en la puerta de Marcos y cuándo sale vamos al instituto juntos hablando sobre lo de la comida de hoy. La verdad es que todos los chicos me caen muy bien, en cambio las chicas no tanto.

Las clases se me pasan rápido y el recreo le paso junto al grupo de Aitor y Marcos. Me estoy adaptando muy bien con ellos, me da igual lo que me dijese Irene. Raúl es el más gracioso, siempre me hace reír. Carlos está muy salido, pero también me cae bien. Pablo es muy tímido, pero parece buen chico. Rubén, Adrián y Sergio son los que siempre están de buen humor, haciendo el tonto y cantando canciones estúpidas. Y al resto los tengo que ir conociendo.

Una vez salimos del instituto me despido de todos los chicos y de Miriam. Aitor, Marcos y yo vamos a un bar que dicen que hace unos calamares impresionantes y a ellos les encanta, así que les sigo porque no sé ir. Llegamos y nos sentamos en una mesa pedimos una ración de calamares y una de patatas bravas. A mí no me van mucho los calamares, pero me callo por no hacerles un feo.

- Por fin sales con nosotros fuera de clase eh. – Dice Aitor.

- Sí la verdad es que os digo siempre que sí, pero al final nunca. – Digo.

Suena mi móvil y lo cojo sin mirar quién es, como de costumbre.

- ¿Sí?

- Hola cariño – Me alejo un poco al saber que es mi novio.

- Hola Alex, ¿qué tal? ¿Vienes ya?

- Que va amor, verás al final mi madre me ha castigado y no me deja ir este fin de semana, no me deja ni salir de casa. Lo siento.

- ¿En serio? Joder... Bueno no pasa nada, otro fin de semana vendrás. Pero te echo de menos y creo que esta relación se está enfriando, si no nos vemos más a menudo no sé qué va a pasar.

- Lo sé y lo siento. Ahora tengo que colgar, luego te llamo.

- Vale. Chao.

Vuelvo a la mesa y me preguntan mis amigos que quién era, la verdad es que Marcos sabe que tengo novio, pero Aitor piensa que el que venía a verme este fin de semana era un amigo, espero que no se lo tome mal por haberle mentido.

- Era mi novio, al final no puede venir a verme este fin de semana, cada vez estamos peor. – Digo con la mirada baja. – Creo que va a romper conmigo.

- ¿Novio? – Dice Aitor.

- Sí, no te lo dije perdona no quería que todo el mundo se enterase.

- Tranquila Tam, seguro que lo arregláis y sino es que no te merece, porque una chica tan guapa no puede estar mal por un chico. – Dice Marcos. Yo sinceramente lo considero un amigo de verdad, no creo que sienta nada por mí como dicen.

Rumbo hacia mi corazónWhere stories live. Discover now