Capítulo 3

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CAPÍTULO 3

Cinco segundos después de que Madame Janet se marchase, Louis había aprovechado para arreglarse un poco el pelo y salir en búsqueda de Harry, o mejor dicho, de su habitación.

El pasillo era bastante largo. Uno de los guardias de seguridad dejó la tarjeta en su lugar correspondiente, y se marchó hacia el lado contrario de las habitaciones.

Louis se acercó a paso rápido y buscó la que correspondiese a la habitación de Harry. No había rastro de que hubiese algo que las diferenciase de las demás.

Caminó un poco mas adelante, asomándose en una especie de recepción. Constaba de una mesa de escritorio bastante espaciosa, con un ordenador y miles de archivadores colocados por órden alfabético. Miró en los estantes buscando las habitaciones de los guardias de seguridad, pero nada.

Escuchó unos pasos y se agachó lo suficientemente rápido como para que no lo descubrieran. Observó a través de una pequeña ranura del escritorio de quien se trataba, y para su sorpresa, era Harry.

Había salido de la tercer puerta de la izquierda empezando el pasillo. Dejó la tarjeta en su lugar correspondiente, y salió del complejo de seguridad.

Louis aprovechó para correr, tomar la tarjeta, y entrar en la habitación de aquel chico. Era su oportunidad para dejarle claro quien mandaba.

La alarma había saltado. Y el chico de ojos azules se tiró al otro lado de la cama doble, junto a la amplia ventana que dejaba contemplar unas vistas espectaculares.

El movimiento en el exterior del complejo era evidente y, en los pasillos,  dentro de él se escuchaba alguna que otra pisada.

Louis se levantó con cuidado y guardó su ropa debajo de la cama. Con una camiseta básica de manga larga blanca, que no era de su propiedad, recorrió la estancia hasta llegar a la puerta apoyándose para al menos escuchar algo.

"Ha sido la chica nueva. No hay nadie en su habitación, y no hay rastro de sus pertenencias. Se ha escapado."

Mis pertenencias estan del otro lado de la ventana, idiota. Quiso gritar Louis. Aquello le hacía gracia.
Madame Janet no había avisado de aquello a los guardias que corrían como locos de un lado a otro... pero bueno, aún así estaban en todo su derecho, era su trabajo y el chico de pelo rojo había desaparecido en la habitación de Harry Styles.

Todo había vuelto a la calma unas horas después. Louis estaba acostado en la cama, dormido, y nadie se había atrevido a interrumplirlo, y mucho menos el dueño de aquella habitación. Harry había entrado tras descubrir que la puerta estaba abierta, y para su sorpresa, se lo había encontrado allí dormido en posición fetal, con su pelo revuelto sobre la cama, y aquella cara de ángel que solo había podido ver una vez.

Se sacó aquellos pensamientos de la cabeza. Aquél chico lo había llevado a ser como era, y en cierto modo se sentía agradecido, pero no quería volver a pensar en él ni un día más, ni un segundo más, por lo que caminó hacia la cama y comenzó a sacudir a Louis.

"¡Eh, eh!" el chico había tenido un despertar brusco, algo que no ayudaba a que su siempre malhumorado carácter mejorase. "A mí con suavidad. Un besito, una caricia, pero nada de sacudirme. Eso cuando lo hagamos, pero creo que es demasiado pronto ¿no? Apenas nos conocemos."

Harry lo fulmina con la mirada.

"Estan como locos buscándote y tú aquí. ¿Quieres meterme en problemas?  No es algo muy normal eso de que estés en la habitación de uno de los que supuestamente debe vigilarte."

El ojiazul asentía, mirándole, y luego lo interrumpe alzando un dedo.

"¿Y qué mejor forma que esta de vigilarme, Harry?"

El menor sonríe sensualmente, acercándose al chico de pelo rizado que había dejado de cruzar los brazos y ahora tenía las caderas de Louis entre ellos.

Él mismo no pudo resistirse a los encantos de aquél adolescente rebelde, y menos cuando se había puesto su camiseta, la cual se encargó de quitársela.

Todo sucedio rápido y sin sentimiento, todo era sexo, lenguas, caricias que no eran caricias, y marcas en la piel.
Harry había conseguido controlarlo durante todo el tiempo, y solo porque Louis quiso que él llevase la voz de cantante en aquello. Louis solo se había dedicado a jadear, gemir, y a decir alguna que otra palabra sucia cuando aquello se ponía más caliente y fuerte de lo normal. Simplemente había enredado sus dedos en el cabello rizado del mayor mientras besaba su cuello y mordía levemente el lóbulo de su oreja, mientras gritaba con frustración 'más fuerte, harry'.

No había pasado ni una hora desde que Harry lo había encontrado en su cama, cuando se levantó de ella, completamente desnudo.

"Esto no puede volver a pasar, eres un crío rebelde que está en un correccional, y yo soy un seguridad imbécil al que se le ha ido la mano."

Louis lo miraba desde la cama, tapándose con la fina sabana de seda, mientras se mordía el labio y se pasaba una mano por el pelo.

Él asintió levantándose de la cama, dejando su cuerpo al descubierto, caminando hacia Harry que no podía apartar su mirada de su anatomía.

"Tapate, por favor" dijo girándose.

Louis tomó la camiseta ancha de Harry y se la puso. Justo después siguió colocándose la ropa interior. Harry se colocó los boxers a su vez, y un pantalón viejo, negro tirado sobre un sillón.

"Listo" dijo él, acercándose a Harry. "Ahora repitemelo todo de nuevo, no te he escuchado, estaba admirando tu precioso y gran pene."

Harry puso los ojos en blanco.
 
"Que sea solo sexo. Que no signifique nada mas, Louis" dijo con voz ronca.
Abrió la puerta de su habitación cuando Louis terminó de ponerse los pantalones mientras reía. "Y lo mas importante, que sea un secreto."

Él asintió, divertido, y tras darle un beso en la mejilla comenzó a seguir sus ordenes.









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