Capítulo 11

5.4K 379 56
                                    

CAPÍTULO 11.


Aquella frase había sido lo último que había dicho Louis antes de que Harry lo callara y le tendiera una mano que él aceptó.

Se había quejado de llevar aún puesta la ropa con la que había ido a la fiesta, algo a lo que Harry hizo caso omiso.

Recorrieron el pasillo hasta la habitación del rizado, el cual tomó dos mantas anchas y una sudadera. Abrió la ventana y tiró las cosas. La altura no era grande, y Harry fue el primero en salir. Louis se tiró, seguidamente, cayendo en los brazos del otro chico. Después siguieron corriendo hasta llegar a un descampado rodeado de árboles y matorrales que los podrían ocultar desde las ventanas del correccional.

Se pusieron bajo un sauce allí situado y Harry tendió una de las mantas. El cielo se veía claro e iluminado por cientos de estrellas.

"Siéntate."

El menor hizo caso y se estiró a lo largo de la manta. El rizado le echó la segunda manta por encima, acostándose, más tarde, junto a él.

Tras unos minutos de silencio, fue Louis quien decidió romperlo.

"Harry... ¿por qué me has traído aquí?"

El otro lo miró y se mordió el labio.

"Louis... desde aquél día no he dejado de pensar en las cosas horribles que dije. No lo pensaba realmente. Era solo... estaba enfadado y la pagué contigo porque pensé que lo que teníamos era fuerte. Pensé que a pesar de que dijese aquellas estupideces seguiríamos como hasta ahora... He sido un imbécil. Y me di cuenta en cuanto tomaste todas las cosas que te había regalado y quisiste dármelo. Te he enviado mensajes cada día, pero sabía que había metido la pata y que solo si estabas en peligro, solo si de verdad me necesitabas, podría estar ahí."

La sinceridad fue abrumadora, y Louis no sabia cómo actuar, simplemente se incorporó. Harry imitó su gesto y miró el suelo.

"Si quieres irte solo debes decirlo."

El castaño negó con la cabeza y levantó una mano hasta la mejilla del chico que tanto le encantaba. Él alzó la mirada hasta los ojos azules y le dedicó una media sonrisa dulce que hizo que Louis se olvidará de todo.

"Siento ser absurdamente celoso, y estar enamorado de ti. Pero te prometo que eres el único hombre con el que tuve sexo y acabé..." Harry cortó aquello. No necesitaba oír más.

En el mismo instante que había pronunciado aquellas palabras estar enamorado de ti, Harry sintió la necesidad de callarlo, y no hubo mejor forma de hacerlo que como lo hizo.

Louis tenía los ojos cerrados, acariciaba la mejilla de Harry y dejaba ir sus manos hasta el pelo con rizos. Harry, a su vez, enjugaba las lágrimas que caían por las mejillas pálidas de él, mientras sus labios de amoldaban a los del otro. No era un beso sexual, ni pasional. Era un beso dulce, tranquilo, perfecto.

Harry hizo que entreabriese sus labios para meter su lengua discretamente y comenzaran a jugar, a bailar, y dejó que sus alientos se mezclaran, saboreandose mutuamente, sintiendo el corazón palpitante en cada parte del cuerpo.

El ojiverde se separó por un instante, abriendo los ojos y sonriendo leve.

Se encontraba mirándolo fijamente a los ojos, como nunca había hecho con nadie, jamás, solo con aquél adolescente rebelde capaz de cambiar el corazón de cualquiera. Capaz de dar nuevas esperanzas a quien quisiera, simplemente cuando entraba en su vida.

"Esta noche no quiero follarte, Louis. Esta noche quiero hacerte el amor... si me lo permites."

Hablar hubiera sido estúpido en ese momento, habría sido una forma de cortar aquel ambiente tranquilo, sereno, mágico... Harry supo por la reacción de Louis de que su respuesta era un sí. El culpable que lo había delatado no había sido un pajarito esta vez, no. Esta vez fue una lágrima y aquella sonrisa de chico enamorado, aquella sonrisa de agradecimiento que hizo que a Harry se le encogiera el corazón.

Louis volvió a acostarse y dejó que Harry tomara el control. Sus labios se encaminaron hacia los suyos, dejando un rastro de besos desde ellos hasta el pecho, a la vez que conseguía quitarle la camisa.

"Te dije que tu serías el primero en quitarme esto" Harry sonrió divertido por aquella broma,  volviendo a posar sus labios en los de Louis.

"Y espero ser el primero en todo, o al menos, en casi todo."

Las manos de Harry no paraban de acariciar cada parte del cuerpo de Louis el cual, durante los últimos días, se había encargado de conocer a la perfección.

Terminó de quitarle la ropa. Había dedicado un buen rato a observar cada tatuaje y a besar cada milímetro de él. Había dedicado el tiempo suficiente a saborear cada parte de su cuerpo, hasta que al fin entró en él.

El movimiento era suave, no quería hacerle daño luego del accidente que había tenido, cosa que Louis agradeció dejando un beso en sus labios, que lucían algo hinchados de la presión de otros besos.

Harry colocó las manos a los lados de sus caderas, moviéndose entre sus piernas y mezclando su aliento con el sabor dulce del castaño. Esa noche ellos no eran Harry el dios del sexo y Louis el chico rebelde; esa noche eran el tú y yo que, hacía ya tiempo, ambos deseaban.


Missed [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora