Capítulo 9

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CAPITULO 9.

Tres días después.

Harry había desaparecido la noche anterior en su habitacion tras la cena. Cuando todo el mundo, al parecer, se había acostado, Harry habia ido hasta su habitación y se lo había follado como nunca. La forma de morder el lobulo de su oreja, de acariciarlo, de besar su cuello y de dejar el olor de su piel impregnado en su pelo.

Louis se levantó con el cuerpo aún dolorido. Era la primera vez que lo hacía tan fuerte, con tanta pasion... a pesar de que Harry le preguntaba a cada momento si le hacía daño.

Jamás habría imaginado que tener sexo con un chico iba a ser tan...  bonito. Incluso más bonito que hacer el amor con su novio, mejor dicho ex novio, Luke.

En realidad tener sexo no era bonito, lo bonito es la persona con la que lo realizaba. Harry Dios del sexo Styles.

Tras vestirse con un pantalón color rojo, y una camiseta color blanca, con sus converses del mismo color, salió al comedor como cada mañana. Harry estaba en la puerta, como siempre, vigilando. No se había percatado de que Louis venía por el pasillo trasero hasta que éste le dio un pellizco en el culo.

Se giró sobresaltado, y alzó las cejas divertido cuando lo vió. Harry salió en ese mismo momento, y volvió enseguida.

Louis notó como algo vibraba en su trasero y supo que se debía a Harry. Un mensaje. Louis salió un segundo al baño, justo al lado contrario de donde se encontraba el rizado.

23 de septiembre. 9:30

De: Harry
Para: Louis

Me gustan los pellizcos... espero que a tí también... y sobre todo a tu salado y sabroso pene.

Un golpe de calor recorrió todo el cuerpo de Louis centrándose en sus partes más íntimas.

De: Louis.
Para: Harry.

Te aseguro que son de mi agrado, aunque... ¿es eso una amenaza, Styles?

De: Harry
Para: Louis.

¿Amenazarte? ¿Yo? Solo un poco.

Te aseguro que estos te agradaran mucho más, bebé ;)

De: Louis.
Para: Harry.

Grrr. Sé un buen hombre y demuestramelo.

De: Harry.
Para: Louis.

No gruñas. No eres un perro.

Soy hombre, y te lo demuestro cada noche. Todo a su tiempo, impaciente ;)

Louis volvió al comedor dedicándole una mirada divertida al chico de pelo rizado, que lo miraba mordiéndose el labio.

El castaño se sentó junto a sus amigos y comenzó a tomar el desayuno, que como siempre, constaba de un vaso de leche fría y media tostada con aceite.

"No puedo creer que nos den unos desayunos tan pobres."

Jamie asintió. "He adelgazado más de 10 kilos desde que estoy aquí."

Kate se encogió de hombros.

"Yo siempre tengo provisiones, si no le pido a mi hermano que me traiga más comida."

"¿Tu hermano te da comida?" pregunto Louis arqueado las cejas.

La chica de pelo anaranjado asintió riendo.

"Soy su hermana pequeña, y sabe que me meto en líos para poder verle. Y este es mi último año aquí, después debo ser buena. En cierto sentido a veces ya me meten porque saben lo que quiero... aún así debo meterme el algún embrollo, por pequeño que sea."

Louis asintió y desvío la vista hacia Harry, que estaba apoyado sobre el marco de la puerta, y miraba el suelo.

"¿Siempre es así?" preguntó interesado.

Kate se encogió de hombros nuevamente.

"Supongo. Desde que terminó con su pareja hace 4 años no ha vuelto a estar con nadie. Supongo que se siente solo."

Se siente solo. Louis sintió la necesidad imperiosa de ir hacia él y dejarle claro que él siempre estaría a su lado... aún a sabiendas de que eso no era posible.

Louis asintió, y tras terminar el desayuno, salió de la estancia a paso rápido, dándole un toque en el brazo a Harry para que lo siguiera.




Habían parado en su habitación, en la habitación de Louis. Él estaba sentado en su cama, con las piernas cruzadas sobre ella, y apoyando los codos sobre las rodillas. Harry entró y se sentó en una silla frente a él luego de cerrar la puerta. 

"Después de que yo te contase sobre lo que pasó con Luke..."

Harry negó.

"Sé hasta dónde quieres llegar, Louis, y no. No voy a hablar sobre Luke, ni sobre mi vida privada con un adolescente."

"Harry, yo te conté lo que me pasó. Te conté el motivo por el cual estoy aquí."

"Louis, no he venido hasta aquí para hablar de esto. Si es lo que querías, pues no te vas a salir con la tuya."

El chico de ojos verdes se levantó bruscamente, y se dirigió hacia la puerta.

"¡Que seas mayor no significa que seas más maduro!"

Al oír eso, se giró aún más brusco que de la forma en que se había levantado.

"¿Perdona? No soy yo el que se enamora por follar. ¿Tan mal te han tratado que te fijas en el primero que ves? ¿Tan desesperado estás? Para mí solo eres un pasatiempo, Louis, solo eso. Sexo y punto. ¿O ya lo olvidaste?"

Cada palabra que había pronunciado fue como un balde de agua fría para el menor. El corazón se había reducido a pedazos minúsculos que eran imposible reparar. El daño estaba hecho, y por mucho que lo intentase no podía evitar llorar. Solo quería pegarle, odiarlo. Deseaba que se fuera lejos y no volviera, deseaba no haberlo conocido. ¿Qué persona era capaz de decirle algo tan cruel a otra?

Tenía los ojos cubiertos de lágrimas, pero de todas formas intentó no derramar ninguna en su presencia. 

"Tienes razón. Soy inmaduro, creído, rebelde... un pendejo. Y sí, estoy terriblemente desesperado por encontrar a alguien que de verdad merezca mi tiempo. Desesperado por encontrarte a alguien a quien de verdad le importe. Y, como tú has dicho, no eres esa clase de persona, así que te quiero lejos, muy lejos. Pero antes de nada..." Louis se levantó, mientras hablaba con la voz rota y absorbía los mocos. Se dirigió al armario y sacó la ropa y los zapatos, metiéndolos en sus respectivas cajas. Tomó el pañuelo verde y el celular "llevatelos. No quiero nada tuyo. No quiero saber nada más de ti. Aléjate."

Y Harry supo en aquel momento que se había pasado.  Había sido demasiado cruel, cínico, engreído, y lo peor, un mentiroso.

Quiso abrazarlo y enjuagar sus lágrimas con besos. Quiso decirle que todo era mentira, que no era un pasatiempo, y que de verdad le importaba. Quiso decirle que no solo era sexo. Él... ahora buscaba un tú y yo. Pero no. Intentó abrir la boca pero la cerró cuando, a pesar de que había aguantado, Louis comenzó a llorar. A llorar de verdad. No sólo eran lágrimas, era la respiración entrecortada, el sofoco. Era la forma en que le miraba: con odio. Era un conjunto de cosas que hizo que Harry en vez de tomar las cosas, se diera la vuelta y se fuera.

Debía dejarlo sólo, al menos por un tiempo.




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