Capítulo 15

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CAPÍTULO 15

Dos días después.

Era su última tarde allí. Esa misma noche un coche de policía vendría a buscarlo y lo llevaría hasta su casa. Le quedaban menos de cinco horas para volver a ver a su familia a la que hacía más de cuatro meses no había visto, y quería abrazarlos, y pedirles perdón. Decirles que había sido inmaduro pero que había cambiado, para siempre. Que ya no volvería a hacer nada de aquello nunca más.

Louis había terminado de recoger las maletas. Se había despedido durante la comida de Jamie y Kate, y en ese instante se dirigía a las duchas a darse un último baño antes de irse.

Dejó que el agua se templara y se metió. Se lavó el pelo y el cuerpo, y tras media hora de relax, decidió salir.

El pasillo estaba desierto excepto por el chico que se acercaba a paso rápido hacia él. Harry.

Las manos de Harry lo empujaron hasta que su espalda chocó contra la pared. Lo retuvo con su cuerpo y posó sus manos a los lados de su cabeza.

"Te quiero, Louis. Te quiero y no sé cómo puedo demostrártelo porque no me dejas. ¡Te quiero y punto!"

Después de esto los labios de Harry estaban pegados a los del chico, moviéndose con fiereza y pasión. Sus manos bajaron hasta la espalda del mayor y comenzaron a arañarla aunque a él no le importaba. Estaba concentrado en dejar el rastro de su aliento, y moldear la boca del ojiazul y entrelazar sus lenguas.

Minutos después Louis se encontraba en su cuarto, acostado en la cama tras haberse vestido y dejado una frase en el aire cuando ambos se habían separado.

Cuando estés preparado, ven a buscarme. Te estaré esperando.

Aunque sabía que eso mismo era imposible. ¡¿Qué mierda pensaba?! ¿Qué él iba ir detrás? Él tenía su vida allí, él tenía todo allí... Louis solo había sido su chico durante el tiempo que había estado allí.

Louis recorrió el pasillo hasta la entrada bajo la mirada de la directora, los guardias de seguridad y varios de sus compañeros y amigos, entre ellos Jamie y Kate, que lo despedían con una amplia sonrisa. Harry también estaba en el lugar, lo mas alejado posible de Gabrielle que lo miraba ceñuda.

Justo cuando llegó a la puerta sintió como algo en su bolsillo empezó a vibrar, y no fue hasta que estuvo en el coche con el motor encendido que sacó el móvil y miró el nuevo mensaje, sonriendo.

De: Harry.
Para: Louis.

Prometo no tardar demasiado, chico rebelde.

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