Capítulo 18

53 5 0
                                    

Desperté con una tierna mirada de color verde mirándome con una hermosa sonrisa.

En cuanto sonreí me besó cálidamente.

-Que lindo despertar así-Le dije levantandome de la cama.

-¿Dónde vas?-Me preguntó aun acostado pero sin borrar su sonrisa.

-Levantarme, ¡Debemos aprovechar el día, Joshua!-Le dije animosamente. Él soltó una gran carcajada y se levantó.

-¡Esta bien!-Dijo alargando la "e".

-Creo que deberíamos ver que hay al lado Este de la mansión.-Le sonreí, Joshua asintió no muy convencido.

Ya por la tarde fuimos a investigar. Rodeamos la mansión llendo por un camino rodeado de arbustos. Ademas de eso habían muchas estatuas con muchos tipos de angeles. Era muy bello.

Joshua caminaba delante de mí y al igual que yo miraba asombrado el hermoso camino.

Yo en sus descuidos le tomaba fotografías. Quizas esos serían mis recuerdos cuando todo acabara.

Por que eso iba a suceder. En algun momento todo acabaría y no lo vería más. Lo unico que deseaba en ese momento era que ese tiempo se alargara lo más que se pudiera.

-¡Mira, Alison!-Gritó como niño chiquito con un juguete nuevo. Corrió hasta perderse de mi vista.

Corrí tras él y cuando lo alcancé mis ojos quedaron maravillados.

¡Ya sabía el por qué de la emoción de Joshua!

Delante de nosotros un hermoso prado se extendía. Este parecía no tener fin.

Estaba cubierto de muchas flores de distintos colores y tipos.

Era bellisimo. Ambos distinguimos una gran pergola. Esta tenía una mesa redonda con cinco sillas. La mesa casí parecía de plata.

¡¿Cuánto dinero tenía esta familia?!

Me acerqué a la pergola y me senté en una de las sillas. Allí me dediqué a observar a Joshua, él corría por el prado y se acostaba en el piso. Yo solo sonreía ante su actitud infantil.

Las fotos que tomaba eran las más lindas que podía haber tomado.

Estuvimos todo el día allí, y quizas nos hubieramos quedado más tiempo pero mi estomago reclamaba comida.

Llegamos a la noche y fuimos directo a la habitación de Joshua.

Saqué una barra de chocolate de mi mochila y comencé a comerla.

Joshua solo me observaba tragar mi barra. ¡Ya me estaba poniendo nerviosa!

-¿Quieres?-Le pregunté. Él hizo una mueca.

-Sabes que no tengo necesidad de comer.-Yo asentí.

-Igual creo que deberías probarlo-Dije mascando otro trozo. Él solo me observó mientras saboreaba mi tan rico chocolate.

-¡A ver!-Dijo quitandome la barra. Yo hice un puchero en cuanto él le dió un gran mordisco.-¡Oh, esto es el cielo!-Expresó comiendo otro trozo.

-¡Devuelveme mi chocolate!-Grité tratando de agarrarlo pero él me detuvo con un solo brazo.

Forcejeé mucho rato pero el bastardo se comió todo el chocolate.

-¡Maldito, mi chocolate! Grité enojada.

-¡Debes traer más!-Gritó carcajeando. Su sonrisa me quitó todo el enojo.

¡Estaba perdida!

Definitivamente no podía enojarme con él.

ParaleloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora