Capítulo 15

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Mis pies temblaron en cuanto pise el suelo de tierra sudamericana. Cada vez estaba mas cerca de saber la verdad.

Con Claire decidimos disfrutar al máximo y el último día iriamos a visitar a Kelly Holland.

Fuimos de shopping y nos compramos muchos bikinies que estrenamos en la piscina del hotel. Habían muchos chicos realmente guapos. Estar allí era el paraíso.

Durante mis días allí tuve la oportunidad con más de un chico. Pero no podía avanzar en nada con ellos ya que esos ojos verdes venían a mi mente constantemente.

Solo el hecho de pensar en tener algo con ellos me hacía sentir como una maldita infiel.

Lo gracioso es que no se puede ser infiel si no tienes una relación, ¿no?

Era complicado, sentía que estaba traicionando a Joshua y no quería hacerlo, así que al final me alejaba de todos esos chicos quedándome sola.

Estaba en la habitación solamente con Claire. Sus padres habían ido a dar un paseo. Yo estaba "echada" en mi cama mirando el techo y mi amiga estaba pegada al telefono sonriendo como loca enamorada.

Lo más probable era que estuviera hablando con Davis.

Ellos eran tan felices. Ellos se lo demostraban. Ellos se amaban tanto.

A mí me hubiera gustado tener una relación como la de Claire y Davis, pero yo era lo sumamente tonta como para enamorarme de un chico demasiado complicado.

O sea, recapitulemos: el chico no recuerda nada, esta atrapado en otra realidad, dimensión o lo que sea, y quizas cree tener algun sentimiento por mí ya que fui la única que logró encontrarlo.

¡Odio mi vida!

Entre todos mis pensamientos mártires me quedé profundamente dormida.

Estaba caminando hacía donde me llevaran mis pies. Cada vez apresuraba más el paso.

-¡Erin!-escuché y me volteé viendo quien llamó a esa chica.

No me dí cuenta cuando Joshua Holland estuvo en frente de mí.

-¿Por qué no te detenías?-Preguntó.

-¿Me hablas a mí?-Pregunté sin creerlo.

-¿Sucede algo, Erin?-La confusión estaba en su rostro. ¿De verdad me estaba hablando a mí? Busqué algo que pudiera ayudarme y en una tienda encontré un espejo.

Me acerqué y mi alma salió de mi cuerpo y volvió en segundos.

Ahí estaba reflejada Erin. ¿Estaba dentro del cuerpo de esta chica? ¿Cómo?

-Estas rara, Erin.-Dijo Joshua acercándose a mí.

-Oh, lo siento...-Dije. Esa no era mi voz. Era de Erin, pero al parecer debía aprovechar esta oportunidad que solo mis sueños me daban.

Tomó 'mi' mano y mi cuerpo se estremeció.

Caminamos por un camino que no supe reconocer. ¿Dónde me llevaba?
-¿Esta tu madre en casa?-Me preguntó a lo que no supe que responder. Él me miró con la incognita en su rostro.-¿No?

-No lo sé.-Me encogí de hombros.

-Bueno ahí veremos cuando lleguemos.-Honestamente no tenía ni la más minima idea de dónde quedaba la casa de Erin, así que solo deje que él guiara mis pasos.

Yo iba totalmente callada pues no sabía que decir.

-¿Cómo esta María?-Preguntó.

-¿Quién?-Susurré, ¡No tenía idea de qué me estaba hablando!

-María, tu hermana-Debía ser estupida. No sabía en que estaba metiendome.

-Bien. ¡Muy bien!-Respondí apresuradamente. Él sonrió.

-Que bueno-Dijo y miró al frente.

Caminamos como tres cuadras más y llegamos a una casa relativamemte normal. Esta tenía un piso y era de un amarillo algo pálido.

Abrí la puerta para sumergirnos en un silencio. ¿Qué debía hacer?

-¿Mamá?-Pregunté pero no hubo respuesta. Miré en la cocina y en las habitaciones, pero nada.

Iba a buscar a Joshua cuando este último me acorraló contra  la pared besandome apasionada y desesperadamente.

Mis sentidos estaban a flor de piel y mi cuerpo estaba sensible.

Sus labios se movian al compás de los mios como si ambos tuvieramos hambre.

-Estamos solos-Dijo con una voz tan sensual que hizo que mi vello de la nuca se erizara. Sus ojos estaban envueltos en deseo lo que hizo que me estremeciera de pies a cabeza.

No respondí nada y de un momento a otro me levantó y yo enredé mis piernas en su cintura cual koala.

Me besó nuevamente provocandome un mar de sensaciones maravillosas. Yo solo quería más y no estaba dispuesta a parar.

Me llevó una habitación, no tenía idea de quien era. Supongo que era de Erin.
Me recostó suavemente en la cama y bajo sus besos a mi cuello. Daba besos humedos y pequeños mordiscos que me hacian temblar. Con sus manos recorría mis piernas haciendo que me desesperara. ¡Yo tambien quería tocarlo!

Hice que se diera vuelta posicionandome ahora yo arriba. Lo besé desesperadamente, estaba apunto de besar su cuello cuando escuchamos la puerta de la entrada abrirse.

-¿Erin?-Escuché una voz femenina que se acercaba a la habitación.

Joshua se sentó en la cama con tal fuerza que caí bruscamente de esta.

Desperté agitada con mis mejillas rojas. Me sentía muy acalorada.

¿Iba a perder mi virginidad en un sueño?

¡A que había llegado, Dios mio!

Claire me miraba con una ceja alzada. Y yo no sabía que responder. Estaba shockeada y a la vez con pena.

La chica del sueño no era yo. Y Joshua pensaba que era su novia. Eso me dolía más que cualquier otra cosa.

No le conté a Claire. Preferí guardar ese sueño como una de mis tantas fantasías.


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El tan esperado día llegó. Con Claire buscamos como por una hora la dirección y al final dimos con ella.

¡Era una casa enorme!

Tocamos el timbre y una voz femenina respondió en el citófono.

-¿Quién es?

-Somos Alison Black y Claire Collins-Dijo mi amiga-Tenemos una cita con Kelly Holland.

-Muy bien.- escuchamos un sonido dándonos a entender que la puerta estaba abierta.

Entramos donde una joven de no más de 25 años nos recibió.

-La señora Kelly las esta esperando.-Su casa era hermosa de un color rosa pastel y muchos cuadros en las paredes. Caminamos detras de la chica que nos dejó en una de las puertas.

-Ella esta en el despacho. Pasen-Dijo y ambas entramos.

Cuando enfoqué mi vista ví a una mujer anciana de aproximadamente setenta años. Estaba sentada en un gran sillón mirando hacia un gran ventanal. Tenía sus cabellos de plata hasta el hombro.

En cuanto nos vió nos saludó con una calida sonrisa.

¡Por fin! Ahora por fin develaría el misterio.

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