Paralelo

Capítulo 16

Me sentía shockeada, nerviosa y terriblemente asustada.

Habiamos vuelto hace una semana, despues de hablar con Kelly Holland descubrimos cosas que ni imaginabamos.

Claire salió igual que yo; Completamente pálida.

No hablamos del tema durante la semana, ambas teniamos ese sentimiento inexplicable y solo pensar en el tema hacía que nos diera escalosfrios.

Estaba en mi casa mirando el dibujo que acababa de hacer. En esta oportunidad era Kelly Holland.

Sus ojos amables y verdes al igual que Joshua.

Joshua.

¿Debería decirle lo que pasó?

La verdad era de que estaba aterrada de tocar el tema. ¡No sabía como reaccionaría él!

Me había negado a visitarlo. Hace más de un mes que no lo veía y ya me empezaba a sentir culpable.

¿Qué debería hacer?

Pensé y pensé por horas. Debía ir a la mansión Holland, pero debía preparar el momento para hablar con Joshua.

Al final, despues de pensar y pensar incansablemente, lo decidí. Llamé a mi fiel amiga, Claire.

Despues de tres pitidos su voz somnolienta contestó.

-¿Estabas durmiendo?-Pregunté con voz risueña.

-Son las...-un segundo de silencio-¡¿...tres de la madrugada?! ¡por favor que sea importante!

-¡Lo es!-Dije con fuerza-Necesito que le digas a mi abuela Freya que me quedaré esta semana contigo.

-¿Qué? ¿Por qué?-Sabía que a ella no podía ocultarle nada.

-Iré a la mansión Holland-Le expliqué.

-¿Qué? ¡Estas loca!-Me gritó a travez del telefono. Alejé el aparato de mi oido en ese momento.

-¡Por favor, Claire! ¡Necesito hablar con Joshua!-Ambas nos quedamos en silencio. Escuché como suspiró.

-¿Estas segura de esto, Alison?-Me preguntó. La verdad era de que no estaba segura de nada. Pero debía hacerlo, debía comprobar cosas y contarle lo que averigué a Joshua.

-Muy segura- Respondí.

-Esta bien-Susurró mi amiga.

Despues de eso todo resultó bien. Mi abuela no puso objeción alguna y me dejó ir con libertad.

Todo pasó tan rápido que ya estaba arreglando una pequeña maleta con mis pertenencias a causa del "viaje" que haría.

Claire me acompañó a la entrada del bosque. Y de ahí avancé sola el camino que conocía de memoría.

El espejo estaba intacto y temblé en cuanto decidí entrar.

La habitación estaba vacia. Dejé la maleta al lado de la cama y me dispuse a salir.

A la orilla de la laguna ví la silueta del chico que hacía que mi suelo se moviera con solo una sonrisa.

Me quedé de pie, estática. No podía acercarme, no sabía cual sería su reacción. Tenía miedo de que me reprochara.

Él no pareció notar mi presencia hasta que hablé.

-¿Joshua?-Mi voz sonó muy suave y se combinó perfectamente con la brisa del viento.
La brisa corría fría desordenándome el cabello. Mis puños estaban cerrados y me encontraba sumamente nerviosa.