Capítulo 2

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Falta solo un día para que tenga a un extraño viviendo en mi casa, bueno, para mis padres no pero para mí sí

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Falta solo un día para que tenga a un extraño viviendo en mi casa, bueno, para mis padres no pero para mí sí. Va a ser incomodo tener a un chico de mi misma edad viviendo en mi casa sin ser familiar mío.

Eran las once de la mañana y un ruido muy molesto hizo que me levante de mi cama y me dirigiera hacia el ruido ese, era en la habitación de huéspedes, estaban corriendo muebles, martillando cosas y de mas, no hizo falta que pregunte por que ya me imagine que estaban organizando todo para la llegada de William, gire sobre mis talones para marcharme a mi habitación a ducharme y a cambiarme ya que estaba en pijama y con un todo el pelo desalineado pero una voz me detuvo, mi madre.

-Ash, hija ¿puedes pasarme esa bolsa que está arriba del estante que está a tu costado?- me lo dijo con un tono de "suena como pregunta pero no es pregunta, pásamela." Así que se la pase.

-Me iré a bañar e iré a desayunar a la cafetería que está en la esquina.- le dije mirándola a los ojos.

-Okey, no vuelvas tarde que hoy viene tu padre.- mi padre tuvo que ir a Florida por unos temas del trabajo, mi madre decidió quedarse por el tema de William.

-Okey, adiós mamá.- le dije lanzándole un beso y dirigiéndome hasta mi habitación.

Entre al baño de mi habitación no sin antes agarrar mi celular y mandarle un mensaje a Luke, mi novio.

Ash: Buenos días amor ¿Cómo estás? ¿Podemos vernos hoy?

Luke: Buenos días bebe, bien ¿y ?, si si, claro, te veo a las once y media en la cafetería que esta en la esquina de tu casa.

Ash: bien por suerte, okey amor, te veo allá, besos.

Eran las once y diez así que si quería llegar tenía que apresurarme, me bañe y fui a mi closet para poder vestirme, me puse un short blanco con un top negro, me puse mis Vans color negro y me dispuse a maquillarme y a peinarme, para mi suerte había salido con las ondas de mi madre que me encantaban así que no me las tenía que hacer con máquinas que me arruinen el cabello.
Aunque muy de vez en cuando, me lo alisaba.

Me deje el pelo suelto, me puse un poco de rubor y me pase un poco de rímel en las pestañas, en los labios me puse un color rojo pasión, me fije la hora y eran las once y veinte, tenía 10 minutos para ir a la cafetería y yo odiaba llegar tarde a los encuentros.

Salí de mi habitación con las llaves de mi auto en manos

-Chau mamá.- le dije en un grito para que pudiera escucharme.

-Chau hija, cuídate.- escuche desde la otra habitación en un volumen de voz muy bajo por la distancia que había desde mi habitación y la habitación de huéspedes.

Baje las escaleras, agarre mi bolso que estaba en el sillón de la sala, subí a mi auto y pedí que abran la puerta de la entrada para poder salir, después de 5 minutos estaba en la cafetería, llegue 3 minutos antes de las once y media, unos minutos después vi que por la puerta entraba un chico con el cabello de color negro y de un momento a otro sus ojos color verdes, esos ojos que tanto me gustan se posaron en mí, era Luke, mi Luke.

Vino hasta la mesa en la que yo estaba sentada y me dio un corto beso en los labios y se sentó en la silla que está al frente mío.

***

-Mañana viene a vivir el hijo de unos amigos de mis padres a mi casa. Dije mirando por la ventana y rompiendo el silencio que se había formado durante los últimos cinco minutos.

-¿Cuántos años tiene?- dijo apartando la vista de su café y dirigiéndola a mi, sentí como su tono de voz se tornaba en uno frio, uno que yo conocía muy bien, el de celos.

-17 años.- le dije sin apartar la vista de la ventana.

Hubo un silencio momentáneo, un silencio muy incómodo.

-Ya me tengo que ir, Ashley.- dijo en un tono serio y levantándose de la mesa y encaminándose a la puerta, se había enojado.

Me levante para ir detrás de él y le dije.

-¿Qué culpa tengo yo de que mis padres le dieran la oportunidad de vivir con nosotros, Luke?- le dije gritando y haciendo que todas las miradas se posaran en mí, no me importo en lo absoluto que empezaran a susurrar Dios sabe que cosas. Regrese a la mesa en donde estaba y pedí la cuenta, estaba enojada porque ¿Qué culpa tengo yo? Odiaba que se enojara en público y haga esas escenas tan típicas de él cuándo se enojaba o se ponía celoso por algo, sabía que esto no terminaría nada bien, me trajeron la cuenta y pague para poder marcharme a mi casa. Llegue, subí a mi habitación y cerré de un portazo, estaba tan enojada que ni me di cuenta de que Danna estaba en mi cuarto, siempre que ella venia y yo no estaba, subía a mi habitación a esperarme.

-¿Qué paso?- dijo ella levantándose de la cama.

-Luke se enojó porque le dije que William va a vivir acá, en mi casa.- dije enojada.- con él siempre es todo lo mismo, celos y más celos.- esto lo dije ya con un hilo de voz.

(Capítulo editado)

No me sueltes nunca ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora