Escucha mis penas

32 13 0
                                    

Apenas nos habíamos conocido y había decidido confiar en él. Ahora veo que fue algo precipitado por mi parte.

Me acompañó durante algunos meses en los cuales nos hacíamos cada vez más amigos. Hablábamos de cualquier idiotez que nos llegara a la cabeza con tal de continuar el uno al lado del otro.

Como habrás adivinado, el tiempo y las circunstancias ayudaron a que empezara a sentir algo por él.

Tuve la suerte de que aceptara mis sentimientos de la mejor manera posible. A pesar de no estar muy seguro a un principio, al menos me hice una ilusión de lo que podría llegar a lograr si lo intentaba.

Era feliz.

Demasiado feliz...

Un día, sin previo aviso, desapareció. No me hablaba y al no saber qué decir no me atrevía a hablarle tampoco.

¿Me habrá malentendido creyendo que no me importaba?

¿Por qué no puedo demostrar más preocupación con mis acciones? ¿Hice algo mal?

El tiempo que estuvo ausente me dolió más de lo que creía. Nunca la había pasado tan mal como en ese entonces.
Cada día que pasaba lo extrañaba más que a cualquier otra persona, me destrozaba la cabeza preguntándome si era mi culpa.

Finalmente, llegué al límite. Me convencí de que no había sido lo suficiente para él y que nunca lo sería. Me convencí de que todo era mi culpa y además, me convencí de que se había cansado de mí.

Se aburrió de mí. Porque no valía la pena en absoluto...

¿Tienes idea del tiempo que me torturaba pensando en ti? ¿Sabes cuántas noches lloré esperando tu regreso? ¿Y el cuánto me preocupaste?


Lo siento tanto...

De cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora