De cabeza

Satania

El Sello de los Demonios, cerrado desde la Edad Media, se había roto finalmente después de más dos mil años.

Historiadores dirían que La Edad Oscura no contaba más que mitos y leyendas, criaturas e historias fantásticas, que directamente no serían reales. Una de estas criaturas somos las Brujas.

Descendientes de ángeles caídos expulsados del cielo según cuenta la Biblia. Instruidas en magia y mezcladas entre Israel para evitar que el Dios notara nuestra presencia y condenadas a perseguir y encerrar demonios en nuestros cuerpos por el resto de nuestros miserables días.

Viviríamos sin llamar la atención hasta la llegada de la Edad Media.

Los humanos sabían que las criaturas de los cuentos existían, no importa cuántas veces se diga que eran inventos; sean gárgolas, dragones, brujas y demás.

Y al saber que había brujas entre ellos...

Comenzó la cacería.

Algunas mujeres quemadas inocentes por nuestra culpa, algunos hombres acusados de casarse con nosotras, niños arrojados y siendo pasto de las llamas únicamente por una acusación sin fundamento.

Es un infierno ser una bruja.

Sin embargo, la Edad Oscura duró más de lo que se piensa. Hay un milenio borrado de todos los libros de historia que jamás será encontrado, el milenio en el que los demonios poseían y asesinaban a la raza humana por la falta de cazadoras que éstos tenían.

Caballeros se enfrentaron a duelo, pero nada pudieron hacer. Religiosos mintiendo al pueblo con sermones del fin de la tierra. Reyes inútiles que gozaban de torturas de enfermedad.

Siete poderosas brujas, siete eran necesarias para finalizar el tormento.

Y fue así, dicen las Malditas Escrituras: "Y portadoras y sus siete almas fueron puestas en el sello para encerrar a Satania, la ciudad infernal. Y así librar a la ya condenada raza que las había de cazar, de los demonios, lacayos de Lucifer."

Un milenio inexistente, ¿podéis creeros tal payasada?

Dos mil años más tarde, corre la sangre de quienes sellaron Satania en el suelo. Y corren los demonios sueltos por toda la tierra, sin nadie que pueda pararles, puesto que las mismas brujas hemos derramado esa sangre.

Madre que asesina a hija conduciéndola al suicidio. Esta es la única manera de cortar nuestro linaje: Que la última de la familia atente contra su propia vida.
Con lo que ama una madre, matar a su hija es imposible, por lo que perpetuaría la existencia.
Pero el amor a la vida propia y el odio al prójimo supera ese y cualquier amor, haciendo que no sea difícil para una mujer aborrecer a su cría. Esta es la causa por la cual sólo queda un linaje mágico.

¡Satania, fervertum, impuruse servento!

Con estas palabras, presto mi alma a salvar a los impuros.

Salvarlos de mis enemigos, sus enemigos y enemigos de la misma Satania.

Rompo el sello de hace años atrás, y cumplo con lo dicho en las Escrituras.

"Mas la última de ustedes no verá salvación. Sino que confinará su paz eterna a la ciudad, y se unirá a la ciudad y retendrá a la ciudad.

Porque la paga del pecado de sus Ancestros es el Infierno, dado en Finisterra, ciudad de los muertos, y escrito por el que aborreció a sus primeras generaciones."

Este cuerpo humano se deshace entre tanta maldad acumulada, dejando nada más que mi consciencia al habla.

No es vida, no es muerte. Satania es luz y oscuridad.

Mi deber acaba de ser cumplido.

Descansa en paz este milenio, Israel.

Porque yo he librado de tu lista a tus tentadores renovando el pacto que hicieron mis madres.

Y porque el siguiente tu Dios verá la ira acumulada en esta sirviente.