|No creí que esto tuviese apoyo de nadie, la pareja es bastante extraña y aunque tenía algunas ideas base me tomé ciertas libertades con los personajes, volviéndolo más un AU (Universo alternativo) que algo completamente canon, sólo por cierto chico que aparecerá al final.
Tenía un sueño agitado, recuerdos demasiado coloridos sobre su estadía en las calles. Violencia, oscuridad, aromas repugnantes bañando callejones, vulgaridades, vio prostitución mientras se acurrucaba dentro de una fría caja e incluso tuvo varias ofertas para ejercerla por algo que comer, ¿Quién no querría a un mocoso huérfano con temperamento y cierto encanto natural?
Hubo quienes no parecían entender su negativa, sin embargo desde temprana edad supo cómo defenderse. ¿Lo podría haber imaginado? ¿Perder su virginidad gracias a Superman?
Si dijese tales palabras en voz alta bien terminaría riéndose de sí mismo, ¿qué era acaso una señorita?
Hasta entonces se sentía invencible. Un mocoso cuya vida pudo haber terminado en alguna trifulca o bien torciéndose hacía el lado malo, luego salvado, vuelto un orgulloso Robin y muriendo en el cumplimiento del deber, olvidado por quien más amaba sin siquiera una venganza en su honor. Ahora era Red Hood, los traficantes mojaban sus calzoncillos cuando sabían que él estaba en la ciudad, muchos preferían salir huyendo antes que enfrentarlo. Jason no era Batman, podía tirar del gatillo, podía redecorar cualquier guarida con los sesos de sus moradores.
Tendría pesadillas, obviamente esas jamás se iban, pero sabía qué hacía lo correcto, que salvaba vidas inocentes tentando a su cordura.
Por ello le sorprendió tanto encontrarse a Superman mirándolo preocupado desde una silla mientras él yacía recostado entre sábanas desconocidas y adolorido de cierta íntima parte.
Se sobresaltó. Intentó incorporarse sólo para darse cuenta que el dolor podía empeorar, el dolor siempre encontraba nuevas maneras de hacerse conocer, de ilustrarlo.
— ¿Jason? Gracias a Dios que despiertas. Creí que debería llevarte a un hospital.
En su defensa, Superman se veía mucho más aterrorizado y adolorido moralmente debido a su estado, cosa que en lugar de brindarle satisfacción le hizo querer salir huyendo lo antes posible. Si tan siquiera supiese dónde estaba...
—Dejémoslo a él fuera de esto y los hospitales también, maldito alíen. ¿Y la piedra? ¿Sigue aquí? Destruye esa maldita cosa, envíala al sol o a Batman, es igual a mandarla al infierno.
Le dolía incluso la garganta, ¿es que acaso sus gemidos fueron tan sonoros? Esperaba que esa isla estuviese tan desierta como Kori presumía, y que además ella estuviese ocupada con Roy o tendría muchas preguntas incomodas para responder esa semana.
La vergüenza llegó entonces con mucha mayor violencia que el dolor, ensañándose con su mente hasta tal punto que llevó ambas manos a cubrirse el rostro ruborizado, intentando por todos los medios escapar de los brillantes ojos preocupados al otro lado, sin éxito.
— ¿Dónde mierda estoy? ¿Y Roy? ¿Kori? Espero no les hayas dicho que la sonda del alíen me visitó o voy a matarte, no sé cómo pero voy a hacerlo...
Superman al menos tuvo la decencia de mostrarse ruborizado, entonces ya no sólo era un superhéroe invencible y aclamado por todos, Jason tomó nota de ello, parecía un hombre desvalido, arrepentido, que sería capaz de arrastrarse sobre sus rodillas buscando perdón. Clark Kent no tenía el usual brillo tímido pero amable en su mirada, estaba sombrío y eso sólo le inquietó aún más, de repente la culpa lo golpeaba.
Se acostó con un hombre que no le deseaba, ni tan siquiera lo encontraba tolerable, ¿Cuántas veces no le dijo que lo metería a prisión de no ser por Batman abogando a su favor? ¿No había sido entonces Jason el autor de la violación y Clark una víctima?

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Imposible
Fiksi PenggemarFue él mismo quién le citó al otro lado de la isla, creyó que si algo sucedía entre los dos Kori y Roy estarían a salvo, ni siquiera se enterarían de su visita a menos que lo lanzara unos cuantos metros sobre el aire, pero si la kriptonita verde pod...