Un sentimiento

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Mis amores, una disculpa gigante por dejarlos colgados esperando actualización, fue sin querer.
Miren, pasaron muchas cosas malvadas (?) tuve una mudanza, que fue doble, luego los del servicio de internet no podían venir a instalarlo porque tenían muuuuuchoooo trabajo (sí, cómo no), así que...pues me atrasé, luego como soy bien perfeccionista el capítulo que ya tenía escrito lo borré, no me gustó, lo tuve que reescribir y bueno...

Espero lo disfruten, este sí tiene algo de limonada <3

Dedicado con mucho amor a Paola por las lindas imagenes que me mandó, sin duda fueron la inspiración principal 7u7r
A las personitas que dejan hermosos comentarios <3 <3 y que igual aman el SupRed tanto como yo (??)

Posdata: En el capítulo anterior unas lindas personitas me decían que iba a ser el fin del mundo por Bruce diciendo que Jason era "buen chico" y es que en el cómic Red Hood and the outlaws, Supes le dice a Todd "Si no fuera por Batman abogando a tu favor, ya te hubiera arrestado" y no sé, siento que es su pequeño pajarito rebelde <3



Jason cumple su palabra y pasan juntos la agradable velada, comparten palomitas, miran un maratón que parece interminable de distintas películas infantiles, incluso ha tarareado algunas canciones.

Clark no podría sentirse más pleno en ese momento, casi desbordante cuando su mano roza con la ajena accidentalmente al tomar palomitas o bien al intentar rellenar los vasos de soda. Su hijo ha tomado un lugar en medio pero siente a Red Hood como si estuvieran piel contra piel y la suya se incendiara.

A veces también le observa de reojo cuando cree que no mira, sigue la línea dura de su mandíbula, los tersos labios húmedos, ligeramente entreabiertos, la discreta sonrisa que aparece apenas, incluso intenta contar todas y cada una de las largas pestañas que cubren sus ojos verdes.

Puede parecer un tonto, un ridículo sujeto grandulón enamorado o bien un acosador maniaco, dependiendo la perspectiva, ¿qué importa? Ninguna persona lo sabrá allí en su pequeño apartamento y además su hijo ríe a carcajadas con un hombre que ha cegado muchas vidas, sin embargo ahora les muestra lo oculto bajo la gruesa coraza de violencia. Y le gusta.

Tan imposible como contar las estrellas del cielo o los granos en el mar. Clark siente una verdadera atracción por el muchacho, le fascina escucharlo hablar (el cadencioso tono ronco de su voz es embriagante), quiere conocerlo, ver lo que nadie antes ha podido alcanzar, ni siquiera Batman.

Ha sido un asesino despiadado, ese simple conocimiento le tortura, ¿y? ¿Acaso él no ha cometido errores? No tan profundos, no tan graves, sus manos no gotean la sangre de otros, pero esa misma sangre carece de inocencia, la inocencia dulce que le ha sido arrebatada a Jason desde temprana edad.

No pueden compararse. Aunque fue joven Clark tuvo dos amorosos padres guiándolo, enseñándole a distinguir el bien del mal, la cómoda infancia tranquila en que sólo se preocupaba por encajar y mantenerse oculto.

Si pudiera mostrarle cuan amado era, si pudiera hacerle sentir lo que él sentía, siquiera transmitirle un poco de esperanza, ¿no era ese su legado? ¿No lo llamaba así Batman? La esperanza de la humanidad y ni siquiera podía consolar a un niño herido.

— ¿Más palomitas?

Distingue también el sonido de su corazón, acompasado y tranquilo. Se encuentra a gusto y eso lo complace.

—No, gracias.

Un curioso sentimiento le asalta mientras mira a ambos de reojo, su hijo y el forajido compartiendo, Jon echado cuan largo es sobre las piernas de ambos, Jason recargado descuidadamente sobre el sofá, casi parecen una verdadera familia compartiendo la tarde. Si no fuera tan joven...

ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora