Capitulo 4

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Mayte debió estar preparada Pero no lo estaba. Debería haberlo empujado Pero no lo hizo. No debería haber respondido Pero lo hizo. Para ser un marine, él se movió con una sutil sensualidad. No reclamó sus labios por la fuerza, sino que fue como si se deslizara por debajo de sus defensas, obligándola a rendirse con su erótica declaración de intenciones. Le rozó la boca una y otra vez contra los temblorosos labios.

Luego, inclinó la cabeza en la dirección opuesta y buscó su boca una vez más. Y entonces fue demasiado tarde. Demasiado para ser lógica. Imposible ser coherente con tanta excitación en el cuerpo. Él le atrapó en ese momento el labio inferior entre los dientes, chupándoselo hasta que ella gimió de placer.

En el momento en que Mayte entreabrió los labios, él se aprovechó de ello y su lengua se introdujo dentro para saborearla y tentarla. Esa leve caricia en el paladar hizo que a ella le temblaran las rodillas. Finalmente, su instinto de auto protección se impuso y la hizo apartarse.

-No -dijo-. ¡No!

-De acuerdo. Ya te he oído la primera vez. Vas a despertar a Blue.

Mayte se sintió como si fuera ella la que se hubiera despertado de un sueño encantado. Parpadeó para aclararse la vista y apretó los puños con ira.

-¿Cómo te atreves a pensar que puedes abrazarme y besarme?

-Yo no te he abrazado. Solo te he besado.

-Escucha, yo no he venido aquí para ser tu compañera de juegos -dijo ella al tiempo que empezaba a guardar sus cosas-. He venido porque pensaba que decías en serio lo de querer ser un padre mejor. Está claro que me equivocaba.

Mayte se echó el bolso al hombro y se dirigió a la puerta.

-Espera un momento...

-¡Papá! -gritó Blue desde su habitación.

-Ve a cuidar de tu hija. Si eres la mitad de honorable de lo que dices ser, eso es lo que deberías estar haciendo justo ahora. Y es lo único que deberías estar haciendo - le dijo Mayte antes de salir de la casa.

*****
-¿Que hizo qué?

Mayte y Amy estaban en un restaurante de comida rápida al que solían ir.

-¿Me estás diciendo que ese hombre tuvo realmente el valor de besarte? -insistió Amy mientras se comía una patata frita-. ¿Que la historia triste que te contó acerca de que necesitaba ayuda para ser un padre mejor fue solo un truco para llevarte a su casa y tratar de sobrepasarse contigo?

-Bueno, no se puede negar que el hombre necesita ayuda en lo de ser padre.

-La pobre niña...

-No estoy diciendo que sea arrogante e insoportable, aunque lo sea. Y tampoco estoy diciendo que no le importe la niña y que no lo esté intentando.

-Sí, lo está intentando. Lo está intentando de verdad. Como algo imposible.

Mayte se encogió de hombros.

-Ni siquiera estoy segura de que planeara besarme. Quiero decir que no tenía que haberse tomado tanto trabajo en leer esos libros solo para robarme un beso. Lo que estoy diciendo es que se aprovechó de la situación.

-No fastidies. Ya te advertí sobre él.

Mayte asintió.

-Ya lo sé.

-Y tú me dijiste que no me preocupara, que no había manera de que le fueras a dejar acercarse lo suficiente como para causarte problemas.

-Sí, bueno, ese era el plan.

-Está utilizando a su hija para llegar a ti.

-Puede ser, pero eso no cambia el hecho de que Blue me necesita de verdad.

Amy le dio un mordisco a su hamburguesa y se lo tragó antes de volver a hablar.

-Me has dicho que Manuel se leyó de verdad los libros que le diste, ¿no?

-Sí.

-Y tú te pasaste varias horas en su casa trabajando con él en varias cosas de las que tienen que hacer los padres, ¿no?

-Sí.

-Entonces yo diría que ya le vale. Tú has hecho lo que has podido para ayudar a Blue. No te puedes poner en posición de riesgo.

-Es ridículo que me haya permitido ser tan vulnerable. ¿Pero quién iba a saber que, después de todos estos años, yo iba a seguir siendo...?

-Seguir siendo, ¿qué?

-Una idiota.

-Hey, no seas tan dura contigo misma -le dijo Amy dándole un golpecito en el brazo-. Él es el que tiene la culpa de todo aquí.

-No me estaba esperando que me besara. Y, cuando lo hizo... Bueno, no me esperaba disfrutarlo tanto.

-Mala señal.

-Dímelo a mí.

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