Sangre Dividida

Capítulo 22-Te encontré

Capítulo 22-Te encontré

NICOLE

Ya había pasado un mes desde el ultimo día que vi a Kiam. Había sido el mes más horrible de toda mi vida, incluso más que cuando me convirtieron. Solo había hablado con el unas dos veces y menos de cinco minutos. No podíamos hacerlo regularmente, no nos podíamos arriesgar a que nos descubrieran.

Sabía que el estaba igual de desesperado que yo. La verdad, era que moría por estar entre sus fuertes brazos.

La primera semana no habíamos entrenado. Habíamos decidido tomarlo como una vacaciones. Eso fue lo mejor que me pudo haber pasado, la verdad no quería que nadie notara mi constante estado depresivo. Trataba de disimular lo más posible y pasar el menor tiempo con ellos, sin que fuera sospechoso.

Cuando volví a los entrenamientos, habíamos comenzado a tratar con cosas nuevas. No me había atrevido a decirle nada a Math sobre mi habilidad para crear ilusionen. Sin embargo, luego de pensarlo, se lo había confesado el día anterior. Hoy comenzaríamos a entrenar esa habilidad.

Me coloqué mis zapatos, era la último que me faltaba para estar lista. Me dirigí hacia la puerta pero me detuve en seco al ver el cofre en el buró. No sabia si era lo correcto, solo se que era lo que mi corazón decía que hiciera. Caminé hasta el y abrí el cofre lentamente. Allí estaba, brillando sin igual. Tomé el hermoso anillo en mi mano. Lo contemplé por uno minutos, realmente extrañaba a mi hombre. Lo utilizaría, si llamaba la atención de alguien, simplemente podría hacerlo pasar como cualquiera otra de mis joyas.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mi trance. Me coloque el anillo y abrí la puerta. Allí estaba la única persona en la que verdaderamente podía confiar en el castillo, ahora se parecía más al Math que conocía, ya no se mostraba triste.

"¿Lista preciosa?"

"¿Listo tu para dejar que me introduzca en tu mente?"

"Muy graciosa." dijo sarcásticamente

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"Wow, eso fue genial. Realmente eres buena en esto. Todo era tan real."

"Seguro que fue genial. ¡Eras millonario!"

"Lastima que fuera solo una ilusión."

"No se de que te quejas, vives en un castillo rodeado de lujos." sonrió de medio lado

"Eso si es cierto."

"¿Guerra de espadas?" pregunté

"Perderás como toda una niñita." enarqué una ceja

"Eso ya lo veremos cariño."

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"¿Quien es la niña ahora cariño?"

Reí burlona. Tenia a Kiam en el suelo. Mi pie izquierdo estaba en su pecho y sostenía mi espada contra su cuello.

"De acuerdo, tu ganaste. Ahora quítame esa cosa del cuello."

Caminábamos por el bosque mientras comentábamos sobre el día de mañana. Mañana llegarían vampiros de otras ciudades, pero que pertenecían a nuestro reino, para entrenar para la guerra. Lo que me faltaba, más personas de las cuales hacerme cargo. Faltaba poco tiempo para el amanecer, así que decidimos regresar al castillo. Mañana seria un gran día.

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MATH

Nunca pensé que sufriría tanto por un amor. Fue un golpe terrible para mi, el descubrir lo que Nicole había hecho con Kiam. Había sufrido mucho en esos días, pero la realidad era que el verla feliz, era un consuelo para mi. La amaba. No me importaba que su felicidad fuera con otro.

Me dirigía hacia la habitación de Nicole. Hoy llegaban los nuevos vampiros y teníamos que recibirlos. Abrió su puerta animada y nos dirigimos hacia el salón principal. Ninguno dijo nada en todo el camino.

Sabía que ella se sentía extraña, al igual que yo. Sentía como si fuera a pasar algo, pero no sabía como describirlo. Cuando llegamos, el salón estaba lleno de vampiros, tal vez habían cientos. No sabía porque razón, pero mi corazón estaba completamente acelerado. Una extraña sensación de felicidad se apoderó de mí. Miré a Nicole para ver si ella sentía lo mismo, pero su rostro no reflejó nada.

Nos dirigimos a los tronos. Nicole tomó asiento junto a Amelia, ella era considerada como algún tipo de "princesa". Me despedí de ellas y decidí dar una vuelta. Me encontré con Marco y hablamos por varios minutos sobre los nuevos visitantes. Esa extraña sensación no se iba de mi, así que decidí salir afuera a tomar un poco de aire.

Caminé hacia el gran balcón. Apoyada en el barandado, había una señorita a la cual no podía ver el rostro. Mi corazón se aceleró aún más si era posible. Noté como sus vellos se erizaban y volteaba lentamente. Era la imagen más perfecta para mis ojos. Su piel era pálida, tenia un largo cabello marrón con unos hermosos ojos verdes. Vi como una sonrisa salió de sus labios

No lo podía creer. Era ella. Había encontrado mi alma gemela. ///////////////////////////////////////////////////////////////////////

**Puse una foto del alma gemela de Math. Pronto conocerán más de ella.** Pensé que Math necesitaba que le pasara algo bueno. ¿Qué piensan?
Besos!!