Capítulo 20- Lo siento

3.3K 126 9
                                    

Capítulo 20- Lo siento

NICOLE

Me puse mi vestido y tomé todas mis cosas para salir de la habitación en silencio. Afortunadamente, no me encontré con nadie de camino a mi habitación.
Tenía que darme un buen baño. Kiara tenía razón, su olor estaba por todo mi cuerpo. Después de más de media hora de tallar mi cuerpo, salí del baño, esperando haberme desecho de todo el olor.

Me puse un sencillo vestido color azul royal, que dejaba ver gran parte de mis piernas. Era atrevido, pero hoy me quería ver sexy. Recogí mi cabello y me maquille. Cuando miré el reloj me di cuenta de que los demás deberían estar preparándose.

Estaba sentada en la cama colocándome los zapatos, cuando tocaron la puerta. Sabía que era Math. Respiré profundamente, esto sería difícil, pero agradecía que hubiera ido.

"Adelante"

Math abrió la puerta lentamente y entro. Su mirada era tímida y podía ver dolor en ella.

Yo no quería que sufriera. Me había dado cuenta que el amor que sentía por Math, era algo más como de hermanos. El siempre había estado para mi, me había amado y protegido, lo último que quería en la vida era lastimarlo.

"Siéntate por favor. Gracias por haber venido, sé que es algo difícil para ambos."

Señalé la cama y el asintió. Camino hasta mi y se sentó cerca, pero no tanto como para tocarnos.

"¿Como te sientes?"

"Mucho mejor, creo que solo fue la impresión."

"Yo..." se rascó la cabeza nervioso "Me disculpo por haber reaccionado así, no pude evitarlo."

"No hiciste nada que no hubiera hecho cualquiera."

"¿En dónde nos deja todo esto?"

Math ya sabía lo que yo sentía. Pero lo justo era que lo habláramos, aunque a ambos nos doliera.

Tomé sus manos entre las mías. Cerré míos ojos con fuerza. ¿Como decirle todo sin lastimarlo aún más?

Recordé todo lo que había acontecido. Como me reencontré con Kiam, cuando me propuso matrimonio y acepte, la boda y todas las cosas maravillosas que pasamos después.

De repente, sentí como Math sacaba con fuerza sus manos de entre las mías y daba un salto fuera de la cama. Cuando lo miré, su rostro estaba lleno de lágrimas, pero a la misma vez echo una furia.

"¡¿Te casaste con Kiam?!" gritó furioso

Me quedé atónita. No sabia que decir. ¿Como sabía Math que me había casado con Kiam?

"¿De que hablas?"

"No te hagas Nicole. Lo vi todo. ¡Te casaste con el!"

"¿Como que lo viste todo?" Si Math lo sabía, eso podría significar que otros también.

"Lo vi todo. Igual que como yo te lo trasmito a ti, la diferencia es que sentí todas tus emociones como si fuera yo mismo. Al perecer también tienes ese don. Pero eso que importa. ¿Como pudiste cometer esa estupidez?" Gritó enfurecido

Se sentó contra la pared, mientras una cascada de lágrimas silenciosas bajaban por su rostro. Si era cierto que podía trasmitirle todas esas cosas, entonces ahora lo haría.

Me senté frente a el y nuevamente tomé sus manos. El no me miró, solo cerró los ojos con dolor. Cerré mis ojos y traté de trasmitirle todo lo que sentía.

Intenté trasmitirle todo lo que sentía. Comencé desde que fui abandonada por el, lo destruida que me había sentido y como Kiam me ayudó poco a poco. Todo lo que ocurrió cuando me convirtieron y él volvió a mi vida. Le mostré mis sentimientos al descubrir lo que era Kiam y que era mi alma gemela. Culminando por todo lo que había ocurrido en esos días.

Extrañamente, comencé a ver dentro de su mente. Podía ver y sentir todo lo que el. No se como describir lo que hice o como lo hice. Lo único que se, es que tomé  sentimientos de su mente y los convertí en otros.

No hice grandes cambios, solo quité poco de su dolor y puse esperanza por encontrar a alguien indicado para el. No se me hacia justo el husmear en su mente. Y mucho menos cambiar sus pensamientos. Solo quité un poco de su dolor para hacerlo más soportable.

La pregunta era, ¿como rayos hice eso? Bien, tenía muchas cosas por averiguar.

Solté sus manos y sequé las lágrimas de su rostro. Math abrió los ojos lentamente.

"Me siento extraño. ¿Cambiaste algo verdad?"

"Solo quité un poco de tu dolor, lo prometo."

Tomé su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme.

"Math, tu me conoces como nadie, haz estado conmigo en los peores momentos de mi vida. Tu te mereces a alguien mejor. Alguien que lo de todo por ti y te ame incondicionalmente. Sabes que yo no puedo darte ese tipo de amor, porque le corresponde a otro. Eres una persona extraordinaria, se que pronto tendrás a tu alma gemela y olvidarás todo esto."

"¿De verdad lo crees?"

"Estoy segura. Sino yo misma la traeré por las malas." Sonrío levemente

"Tu siempre."

"No quiero sonar aprovechada o algo por el estilo, pero ahora necesito que me apoyes. Como lo haz hecho siempre." suspiró

"Entiende que estoy preocupado. Si alguien se entera de que Kiam rompió el trato lo matarán. Tu tambien podrías verte afectada."

"Nadie se enterara."

"Eso espero, porque esto es muy peligroso. Ya bastante tienen con la guerra. Sabes que si Amelia se entera, querrá matarlo con sus propias manos."

"Lo se"

"Uff... Esto es muy complicado. Cuando los cazadores se enteren..."

"¿Cazadores?"

"Cierto, nunca te lo dije. Al parecer solo me dediqué a entrenarte y no te eduqué. Los cazadores son seres humanos, pero con increíbles habilidades. Aún no sabemos bien de dónde defienden. Por lo general no atacan a vampiros como nosotros, porque nosotros no matamos, pero nunca permitirían una unión entre vampiros y hombres lobo. Lo verían como una abominación. Querrán acabar con ustedes para evitar el caos."

"¿Como es que en todos estos meses nunca los mencionaste Math? Esas no son cosas que se olvidan. Por lo que veo nunca nadie me informa nada. Llevo meses y a penas se sobre todo este mundo."

"Perdón" se rascó la cabeza nervioso

"Olvidado. Vámonos, se deben estar preguntando por nosotros."

Nos pusimos en pie y nos dirigimos a la puerta, pero antes de abrir me detuve.

"Lo siento Math. Perdón por haberte lastimado tanto."

"No te preocupes. Solo ten cuidado."

"Lo prometo. Gracias por todo."

Nos fundimos en un tierno abrazo. Y me alegré al saber que aunque estaba dolido, se encontraba mucho mejor. Al salir de la habitación caminamos a prisa. Ya era tarde y nos esperaba una gran noche.

Comenten y voten.

Besos!!

Sangre DivididaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora