Epílogo

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Epílogo
Dedicado a: PervertGirl99

Tres años después...

NICOLE

Mezclé la carne por última vez. Eso olía realmente bien. Ya faltaba poco para que la comida estuviera lista. Sonreí al darme cuenta de que Kiam se estaba acercando a mí.

"¿Cómo te fue mi amor?" Pregunté sin voltearme.

"Ay, cada día mejoras más."

"Recuerda que siempre te siento."

"Ya me di cuenta." Comentó sarcástico

Se acercó hasta mí y me abrazó por la espalda mientras seguía cocinando, al menos eso intentaba.

"¿Cómo estás preciosa?"

"Cansada. A penas se durmió hace una hora. No sé como los humanos pueden con todo esto."

"La verdad es que yo tampoco se. Aunque recuerda, el tampoco es humano." No había dejado de darme deliciosos besos por todo el cuello mientras hablábamos, y la verdad, es que ya estaba surtiendo efecto en mí.

"¿Tuviste noticias nuevas sobre Kiara?"

"Fue una niña." Gruñó contra mi cuello.

Encontramos a Kiara unas semanas después de que Kiam me rescatara. Por desgracia, descubrimos que su esposo y padre de sus hijos, era nada más y nada menos que el hijo del jefe de los cazadores. Esto significaba que si hacíamos algo en su contra, desataríamos otra guerra, y ya no queríamos tener más muertes.

En contra de nuestra voluntad, decidimos tomar la decisión de olvidar las cosas, o al menos no tomar venganza. Kiara tuvo un niño y se casó con Derek, el padre de su hijo. Había quedado nuevamente embarazada y acababa de tener a una niña.

"Pobres niños. No merecen una madre así." Trataba de hablar coherentemente pero se me hacía realmente difícil. Kiam me tomó por la cintura y me presiono contra él, dejándome sentir su gran erección, mientras seguía besando mi cuello."

Yo diría que lo malo de ser madre de un híbrido, no es lo difícil de trabajar con sus dones, sino el no poder disfrutar a mi marido como quisiera y más cuando tu hijo escucha tan bien.

Apagué la comida porque ya estaba lista y cerré las ollas.

"Tienes razón. Pero olvidemos de eso. Hay cosas mucho más interesantes que podemos hacer."

Me giró lentamente hasta tenerme frente a él, sin separarse ni un poco de mí, quedando así nuestros cuerpos totalmente pegados. Tomó posesión de mis labios muy lentamente, haciendo que me derritiera como hace mucho no lo hacía.

Caminamos unos pasos lejos de la estufa sin separarnos. Tomó mis piernas y me coloco sobre la encimera de la cocina. Se colocó entre mis piernas y me presionó contra él, haciendo que un gemido se escapara de mis labios. Estaba solo con una bata de baño de seda y ropa interior, así que podía sentir todo muy bien.

Se separó de mis labios y comenzó a besar mi cuello, mi punto más débil. Mientras besaba, lamía y succionaba, sus manos no dejaban de moverse. Trataba su suprimir los gemidos, pero no pude contenerlos cuando sus manos comenzaron a acariciar mi zona más intima.

Iba a quitarle la camisa a Kiam cuando una voz me heló por completo.

"Mami. ¿Estás bien?"

Noté como todo el cuerpo de Kiam se tensaba y yo ni siquiera podía reaccionar. Estábamos tan envueltos, que no nos dimos cuenta de que nuestro hijo ya no estaba durmiendo. Maldita sea. ¿Cómo pudo pasar esto? Nuestro hijo estuvo a punto de vernos tener relaciones.

Sangre DivididaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora