Sangre Dividida

Capítulo 36- Dulce Venganza

Capítulo 36- Dulce Venganza

Este capítulo está dedicado a: GaiaAccrocca4
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KIAM

Corríamos hacia el bosque. Tenía la corazonada de que de verdad estaba ahí. La adrenalina corría por mis venas ante la expectativa. Haría lo que fuera por tenerlos junto a mí. Solo esperaba llegar a tiempo.

Corrimos sin detenerlos, por alrededor de una hora. La cede en Jordan quedaba como a tres horas en auto de donde estábamos. Nos detuvimos bruscamente al visualizar la cede. Comenzamos a caminar sigilosos hasta llegar a los alrededores. Pero entonces la sentí, sentí a Nicole. No podía comunicarme con ella, pero sabía que estaba aquí.

Me giré y todos me miraron expectantes.

"No está ahí."

"¿Cómo lo sabes?" preguntó Roxanne

"Ya la siento, síganme."

Corrimos por cinco minutos más. Cuando la sentí aún más fuerte, me detuve.

"Tiene que estar por aquí. Busquen algún tipo de entrada, pasadizo o algo así."

Comenzamos a buscar. Eso estaba jodidamente difícil, no había nada extraño. Por más que intenté comunicarme con Nicole, no podía. Pero aún sentía su débil conexión.

Pasaban los minutos y nada...

"¡Creo que lo encontré!" Gritó Karla

Todos corrimos hacia ella, para ver como sostenía la raíz de un árbol. Estaba hacia arriba y si mirabas bien, se podía apreciar alrededor un pequeño cuadro, pero suficientemente grande como para que entrara alguien.

"Bien. Recuerden, maten a quien se interponga. Ah, y déjenmelas a mí." Ordené

No necesitaba convertirme en lobo para luchar. Podía utilizar todas mis habilidades sin la necesidad de transformarme. Pero aun así, como lobo, mi olfato incrementaba y mis garras me ayudarían.

"Voy a transformarme."

En este lugar, solo mis hombres me habían visto como lobo. Ninguno de los vampiros me había visto, ni siquiera en la guerra, ya que luchamos en nuestra forma humana. Nicole tampoco me ha visto así. No había tenido la necesidad de transformarme y ella nunca me había dicho nada.

Además, tenía que admitir, que me preocupaba que me viera como un tipo de monstruo o algo así.

Me alejé un poco del grupo y me transformé. Nosotros éramos aproximadamente igual de altos que los caballos. Pero yo, al ser el alfa, era más grande. Tal vez un pie más. Lo sé, nos veíamos aterradores.

Ahora soy un gigantesco y peludo lobo, negro azabache. Y lo más curioso es que cuando estoy en esta forma, tengo los ojos azules. Así es, azul eléctrico. No me pregunten de donde salieron.

Volví hasta donde estaban el resto. La mayoría me miraron sorprendidos. Ya se acostumbrarían. Le hice señas a Karla para que abriera la compuerta.

Entré cautelosamente, aunque con un poco de dificultad por la estrechez. Habían unas escaleras que llevaban a un pasillo oscuro. Caminé hasta que todos estuvieron adentro y cerraron la compuerta.

Calcule alrededor de quince personas, pero Nicole no estaba entre ellos. Seguimos avanzando hasta que uno de los cazadores apareció en el pasillo. Gritó dando la alerta al percatarse de nuestra presencia.

Corrí hasta el, agarrándolo desprevenido y desgarrando su cuello. Dejé su cuerpo caer y comencé a corren en busca de más.

Entré en una habitación donde había seis cazadores, Liam, Karla y Roxanne me siguieron. Corrí hacia el más próximo. Este no tuvo prácticamente tiempo de reaccionar. Aunque intentó atacarme, ya era muy tarde para él.