16.

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Maratón 1/?

Me sentí incómodo al decir lo que sentía en verdad. Tímidamente alejé mi mirada de JiMin y pateé una lata vacía que estaba cerca de mis pies. Se rió.

—Supongo que incluso tú puedes dejar a un lado la hostilidad y hablar honestamente, ¿eh? Continúa haciéndolo, ¿sí? —Dijo.

—¿Continuar haciendo qué? ¿Qué se supone que significa eso?

—Digo que dejes de provocar a YoonGi. Seguro, YoonGi es fanático de TaeHyung, pero mientras no busques peleas con él, él no peleará contigo.

Parecía que estaba apaciguando a un niño y eso me enfureció. No trataba de provocar a YoonGi. Él era el que buscaba pelearse conmigo. Sin embargo, JiMin hacía que todo esto pareciera mi culpa y no lo aceptaría.

Al ver mi gesto de furia rió. —Hombre, eso sí que me trae recuerdos. Esa mirada tuya no ha cambiado desde que éramos pequeños.

La sonrisa de JiMin con sus hoyuelos también me pareció nostálgica. En mi mente podía ver a JiMin el niño superpuesto sobre el actual JiMin y sentí una capa de mi terco orgullo derretirse.

—Comprendo cómo te sientes, siempre fuiste muy pegado con TaeHyung.

—Creo que te estás equivocando y era al contrario.

—No, tú eras el que siempre cuidaba de él. Te comportabas como diciendo: "¡él es mío!" ¿Sabes? Cada vez que yo me juntaba con ustedes dos, solías presumirme de lo cercanos que eran. — JiMin dijo estas palabras con sentimiento.

Lo miré enfadado. Seguro, habíamos sido cercanos durante la primaria, pero no creo que fuera para tanto como para justificar su comportamiento tan dramático. Sin embargo, JiMin no se detuvo. —¡Ustedes se comportaban demasiado melosos! ¿Quizás fue por esa actitud que ofendiste a todos cuando TaeHyung comenzó a volverse más popular? ¡No, espera! Lo lamento, no trato de culparte. —Inmediatamente se tapó la boca con una mano.

Sacudí mi cabeza sardónicamente. —Deja de parecer un disco rayado. Puedes dejar de disculparte. —Pausé por un largo tiempo y después agregué—. Digo, somos amigos, ¿cierto?

Quise decir eso con confianza, pero mi voz me traicionó y terminé quebrantándome un poco. Sin embargo, JiMin asintió animadamente.

Sonreí en respuesta y golpeé su puño con el mío. Era un saludo que habíamos intercambiado de niños.

—Esta es la primera vez que te veo sonreír en mucho tiempo. Hombre, tu personalidad retorcida hace que te veas mucho más lindo cuando sonríes así.

—Mmmm, mi sonrisa no es barata y lo sabes —dije con seriedad.

JiMin gruñó exageradamente.

—¿Qué eres, un tipo de extorsionista?

Y así, caminamos por las oscurecidas calles uno al lado del otro, discutiendo amigablemente. El estar nuevamente con JiMin me hizo saber lo estúpido que mi orgullo había sido y el tiempo que perdí con amigos simplemente por él y eso me entristeció un poco.

La mayor parte de la soledad que sufrí fue por mi propia culpa.

Al pensar en ello, el rostro de TaeHyung apareció en mi mente. No me pasó solo con JiMin sino que con TaeHyung también. Ahora ese tiempo ya estaba perdido y eso hizo que me arrepintiera.

¿Por qué escogí no luchar por algo tan valioso?

—Oye, JungKook ... ¿ya comenzaste a salir con TaeHyung o algo?

—¿Eh? —Me giré inmediatamente para mirarlo, impactado por escuchar el nombre de TaeHyung.

—Estuviste hoy en su casa, ¿cierto? ¿Ya regresaron a ser como eran antes?

Me sonrojé, recordando aquel beso y los mensajes de texto de antes. —Eh... no exactamente...

JiMin pareció interpretar esa respuesta como timidez. —Eso pensé, —asintió, convencido de su conclusión—. Bueno, si los dos se han reconciliado, me alegro mucho por ustedes. Sin embargo, creo que cuando los otros chicos estén cerca, no es buena idea que te acerques a TaeHyung. Después de todo, todavía tienen un mal concepto de ti. —Habló desanimadamente, como si le doliera decir dichas palabras, pero sabía que tenía razón.

—Lamento parecer tan cruel, no te digo que te alejes de él para siempre, ¿sí? He hablado con TaeHyung al respecto y estamos creando un plan.

—No te preocupes por mí.

—Ah esa respuesta está muy bien. Hombre, a veces cansa lo hostil que eres... ¡ay!

Interrumpí la conversación sin sentido de JiMin al darle un puñetazo en el estómago. Quizás le di más fuerte de lo que pensé, porque sus ojos se llenaron de lágrimas. Bufé y luego me apresuré a susurrarle: —Gracias.

La verdad es que me hacía feliz lo que JiMin y TaeHyung estaban haciendo. Pero jamás podría decírselos en voz alta. Eso sería súper vergonzoso.

—Cielos, ¿no puedes mostrar un poco de agradecimiento sin actuar como un patán? Aunque recibir un agradecimiento de un cactus es un poco emocionante. —JiMin me mostró una sonrisa mientras se sobaba el estómago.

Cuando le dije que sus gustos eran los de un pervertido, respondió que eso no había cambiado y que siempre había sido así. Ahora que lo pienso, tenía razón. Aparentemente lo había olvidado en el tiempo que estuvimos separados.

—Hombre, sí que eres cruel. Eres del tipo que si lo miras, lo olvidas, ¿no? ¿Al menos recuerdas mi apodo?

—¿Qué crees que soy, un idiota? Por supuesto que me recuerdo. —Pero luego me quedé callado pensando en ello, mientras JiMin me miraba indignado. —Chimchim, ¿de acuerdo? ¡Es Chimchim! —Grité frenéticamente.

—En verdad se te olvidó, ¿no? —Preguntó con sospecha. Supongo que lo herí un poco.

Qué imbécil, como si de verdad se me hubiera olvidado. No, no se me olvidó.

—JuuuungKoook

—Está bien, ¡vamos a casa! Sí quieres ver tu programa, ¿cierto? —Ignoré su reproche y comencé a caminar a pasos agigantados. JiMin me siguió obedientemente mientras continuaba murmurando. Había sido mi culpa, pero su voz me dio tanta lástima que no pude evitar reírme.

Esto hizo que JiMin se pusiera de mal humor y que estuviéramos en peligro de tener nuestra primera discusión seria después de volvernos a hacer amigos. Era un tanto ridículo.

Luz verde ✄ VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora