【 Amor Secreto 】➳ HIATUS

《Capítulo 9》

Lunes 8 de Agosto.

La alarma había sonado indicándole al chico castaño que ya era la hora para levantarse. Las vacaciones habían pasado volando y de cierta manera a Taehyung le gustaba eso pero al mismo tiempo no.

Tomo su ruidoso celular y le apago la alarma, estaba bien que esa canción que había puesto le gustara pero si continuaba sonando en ese momento la odiaría con toda su alma.

Se levantó de su cama despeinando más sus cabellos, se miró al espejo con detenimiento.

— ¿Pero que es esa cosa tan rara y fea...? — Llevo su mano a su mentón pasándola suavemente por sus mejillas, examino su rostro con atención. — Definitivamente no soy nada atractivo. Ugh. — Dejo de mirarse y tomo una toalla junto con su ropa interior encaminándose al baño. Empezaría nuevamente con su rutina.

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Había llegado ya a la escuela, se sentía bastante nervioso así que decidió sentarse en una banca para quitarse esa sensación temblorosa.

Una mano se posó en su hombro alertándolo y volteando de manera rápida para saber de quién era esta. Ilhoon, un chico de su mismo grado pero diferente carrera, un amigo no muy amigo.

— Hola, ¿Qué haces aquí? Tus compañeros están allá al fondo — Dio un apretón de manos a su compañero.

— ¿Qué? ¿hasta allá otra vez? — Abulto sus labios formando un puchero, se levantó del lugar tomando sus cosas. — bien entonces me voy, no quiero llegar tarde el primer día, adiós y gracias.

Ambos se retiraron del lugar a sus respectivas aulas. Taehyung caminaba con lentitud y flojera tanto que hasta sus pies iban arrastrando.

Vio a sus compañeros en la última aula, la 12. Llego hacia ellos y se sentó en la banca de fuera, todos los que iban con él en propedéutico se encontraban allí a la espera de que el maestro llegara y asegurara de que ese iba a ser el lugar en el que impartiría clases.

Tenían aproximadamente 10 minutos afuera, no había señales de que el maestro llegara pero no le importó, hace pocos minutos atrás vio pasar al pelirrojo que se miraba tan lindo como siempre, este iba a los salones que estaban arriba, seguramente ahí le impartirían clases a él.

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Jueves 29 de Agosto.

Los días pasaban bastante rápido, el pequeño castaño cada día se enamoraba más del joven pelirrojo y al parecer era bastante notorio entre sus compañeros de clase.

En los días anteriores había decidido hacer algo para que aquel chico le notara, le viera y se diera cuenta de que existía.

Y ahí se encontraba él con una pequeña y adorable carta entre sus manos, no estaba seguro si dársela él mismo o pedirle a Namjoon que se la entregara después de que sus primeras dos clases terminaran.

Aun no se había decidido, aparte de que no lo había visto rondando por ahí así que la guardo con sumo cuidado en alguno de los bolsillos de su mochila. Camino hasta su salón que se encontraba en la parte de arriba, la mayoría de sus compañeros ya estaban dentro haciendo ruido como ya es costumbre de ellos, fue a su lugar y encontró a su querido amigo pelinegro siguiéndoles el juego a los demás.

Sinceramente prefería que Jungkook se distrajera con los chicos a que le hablara y le preguntara el porqué de esa cara espantosa, no tenía ganas de contarle la ridiculez que hizo para Yoongi pero sabía que en algún momento se lo terminaría contando.

Y definitivamente como había dicho anteriormente le termino contando.

— ¿De verdad le hiciste una carta?, vaya me parece muy lindo de tu parte. — comento el pelinegro con una diminuta sonrisa en los labios mientras la tomaba entre sus manos observando el curioso sobre con forma de un pequeño conejo.

— Sí, pero no estoy seguro de dársela...de solo imaginar siento que me muero de pena. — Se cubrió el rostro con ambas manos ocultando sus mejillas rojizas. No se imaginaba dándosela.

— Tienes que entregársela, para eso la hiciste. — Se la entrego para que este la guardara bien y no le pasara nada.

— Lo sé, pero quizá se la mande con Jimin. Él puede llegar como si nada a hablar con él y dársela.

El pelinegro solamente sonrío, sabía perfectamente que se la entregaría pero no en persona, bien sabía que a último momento la mandaría con alguien.