«Ok, Emma, no te pongas nerviosa. Este es solo el comienzo de tu nueva vida» Emma se dijo a sí misma antes de entrar en su dormitorio de la facultad. Al contrario que la mayoría de las chicas, ella no tenía padres de quienes despedirse cuando dejó la casa, solo una vieja mujer que cuidaba de adolescentes hasta que estos llegaban a la mayoría de edad.
El cuarto era cómodo, pero un poco impersonal para el gusto de Emma, el blanco predominaba en el sitio. Tiró la mochila a un lado y comenzó a colocar sus cosas, que no eran muchas, por lo que terminó pronto y la rubia se encontró echada en la cama mirando al techo y preguntándose sobre lo que le aguardaba allí.
«¡Hola!» una chica de largos cabellos oscuros con mechas rojas entró en la habitación sin llamar «Tienes que ser mi compañera de cuarto. ¡Mi nombre es Ruby!» dijo demasiado animada para gusto de Emma.
«Emma Swan» Emma extendió la mano para saludarla.
Ruby se soltó a hablar sobre su vida y lo bueno que era finalmente salir de las faldas de su abuela y ser algo más libre. Terminó llegando a la conclusión de que ella y Emma serían grandes amigas y que aquella noche tenían que celebrar el primer día del resto de sus vidas.
Emma, al principio no estaba muy contenta con la idea, pero al final era mejor que quedarse la noche pensando. Así que, al caer la noche, se juntaron al grupo de novatos que hacían la fiesta en medio del campo de futbol de la facultad.
«¡Te va a encantar!» dijo animada Ruby arrastrando a la amiga hacia las personas. Emma podría jurar que fue presentada a todo el mundo de la facultad aquella noche y que bailó todas las canciones ya escritas. Cuando vio a Ruby besándose con un tipo desconocido, decidió que ya era hora de dar por concluida la noche.
Al contrario que el campo de futbol, los jardines que llevaban a los dormitorios estaban silenciosos y casi completamente vacíos, excepto por la intrigante figura que Emma, tras detenerse, vio a lo lejos. La rubia observó a la mujer morena que estaba sentada en un banco debajo de un enrome y viejo árbol leyendo un libro y que ni se daba cuenta de la presencia de otra persona por ahí.
Emma daría cualquier cosa por saber el nombre de aquella mujer, ¿cómo alguien podía ser tan encantadora y elegante solo sentada leyendo un libro?
«Profesora Mills» una voz desconocida casi hace que a Emma le dé un infarto. Se giró y se encontró cara a cara con una muchacha de su edad más o menos, quizás uno o dos años mayor.
«¿Es una profesora?» dijo tras el susto
«La más brillante de todas. Acaba de terminar su tesis doctoral y ya ha conseguido un empleo aquí»
«Tiene que ser entonces increíble»
«Lo es, fue mi profesora en el semestre pasado»
«¿Y tú eres?» recordó preguntar Emma, aunque no consiguiera apartar los ojos de la profesora Mills.
«Mary Margaret. Alumna de Derecho el semestre pasado, pero ahora estoy en Historia del Arte, aunque mis padres no lo saben»
«Claro» Emma sonrió «Emma Swan. Entonces, ¿la profesora Mills da clases de Derecho?»
«Sí»
«Bien» Emma no contuvo una sonrisita
«Me tengo que ir, nos vemos por ahí, Emma»
«Un placer conocerte, Mary»
Emma sabía que sus viejos trucos de la mayor seductora de la escuela no funcionarían con aquella mujer, mucho menos si supiera que era una alumna novata. Así que decidió arriesgarse, aunque le trajera futuros problemas. La rubia se recogió el pelo, se puso sus gafas y dejó su chaqueta de cuero de lado, y fue en dirección a la mujer que tanto le había maravillado.
La rubia no dijo nada, solo se sentó al lado de la morena, que, entonces cerró su libro y la miró.
«¿Puedo ayudarla?»
«No, solo he salido de una entrevista con mi director de doctorado y he decidido dar una vuelta por el campus, pero no me esperaba encontrar aquella locura que hay en el campo de futbol»
«Ah, claro, hoy es la llegada de los novatos. El día más interesante de la vida» La morena sonrió «Los entiendo, son solo muchachos sintiéndose libres por primera vez, debe recordar lo que es»
«Lo recuerdo como si fuera hoy» Emma se mordió el labio reprimiendo una sonrisita por su propio comentario «¿Y usted? ¿Qué hace aquí tan tarde?»
«Vivo aquí»
«¿Es una alumna de post-grado?»
«No, no, soy profesora, tenemos también dormitorios en la facultad si queremos. La mayoría no los usa, pero a mí me gusta esto, siempre fue como una casa para mí. Y eso me recuerda que es extraño que no la haya visto a usted antes»
«Bueno, me he traslado hace poco»
«Hum...¿y quién es su director?»
«¿Mi director?» Emma se puso nerviosa, no sabía el nombre aún de ningún profesor «No estropeemos una noche tan agradable hablando de él. ¿Por qué no me dice su nombre ya que aún no lo ha hecho?»
«Ni usted me ha dicho el suyo»
«¿Es usted de las desconfiadas, eh? Bien, mi nombre es Emma Swan.
«Un placer Emma, mi nombre es Regina Mills»
«Regina» Emma repitió el nombre como si fuera música «Su nombre significa reina» dijo
«Sí» Regina sonrió
«Parece una» dijo Emma tomando la mano de Regina entre las suyas y depositándole un beso «Reina Regina, ¿me permite que sea su humilde sierva esta noche?»
Regina frunció el ceño, sorprendida.
«Si no lo supiera, diría que me está tirando los tejos, señorita Swan»
«Podría, si creyese que tendría alguna posibilidad» dijo Emma mirando fijamente los ojos castaños de la morena
«Pare con eso» dijo Regina desviando la mirada «Yo no...»
«¿Nunca ninguna mujer le ha entrado?»
«No...yo...nunca he pensado en eso»
«¿Se está poniendo roja?» Emma agarró el rostro de la morena entre sus manos, para que la mirase a los ojos «No pensé que fuera tímida»
«No lo soy»
«Entonces, míreme y diga que no se siente ni un poco tentada en ser mi reina esta noche»
«Señorita Swan, apenas la conozco...yo...»
«Pero ya se pone roja cuando me acerco a usted y su piel se eriza cuando la toco» dijo deslizando el dedo por el brazo de la morena. Emma sabía que estaba arriesgándose mucho, que quizás mañana se arrepentiría de eso, pero tenía que tener a aquella mujer, por lo menos una vez, aunque después Regina la odiara cuando descubriese que era su profesora.
«Eso no es justo...»
«Lo que no es justo es que se prohíba probar lo que tanto está deseando. Vamos Regina, permítase...por lo menos una vez»
Entonces, Regina se entregó al tórrido beso que la rubia le dio, lleno de lujuria y deseo. Emma era de las que no desperdiciaban una oportunidad cuando la veía, aunque le costara caro, como parecía ser ese caso. Aun así valdría la pena.
«¿Podemos usar su dormitorio?» dijo la rubia jadeante mientras pasaba los labios por el cuello de la morena.
Regina sabía que era una locura, una insensata aventura, pero lo necesitaba, se estaba aguantando desde hacía demasiado tiempo y Emma simplemente había aparecido como por arte de magia ofreciéndole un camino para su liberación. No iría a desperdiciarlo, por lo menos por una noche se arriesgaría de la forma en que todos decían que no era capaz de hacer.
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Wicked Game
FanfictionTraducción del fic portugués del mismo título escrito por Just a Swan Queen fan girl. Regina es profesora de la Facultad de Derecho y una noche decide arriesgarse enrollándose con una completa desconocida, lo que no sabe es que esa extraño va a ser...