No se vayan

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<<Ahora sí que estas metida en un lio>>

Por un momento lo mire y él a mí, no sé que buscaba en mis ojos, ni yo en los suyos pero había sido un consuelo que había esperado hace muchos años. Él me entendía, entendía lo que sentía, lo que deseaba, porque él sentía y deseaba lo mismo, por un momento me vi reflejada en él y fue reconfortante saber que había alguien en este mundo que podía entender al 100% toda esta melancolía que llevaba por mi padre, por extrañarlo tanto, por amarlo, por no poder olvidarlo. Él sentía lo mismo por su madre, la extrañaba tanto, había vivido la perdida de alguien que amaba con locura tan pequeño, a la misma edad que yo ¿Casualidad? Quizá, pero una casualidad que nos une. Un silencio nos inundo por unos minutos, por alguna extraña razón sentí la paz que no había sentido desde hace tiempo. Lo abrace y él me devolvió el abrazo como un niño lo haría con su madre. Un abrazo cálido, lleno de amor, lleno de esperanza. Llegamos nuevamente al salón, mi madre seguía hablando con Antuan moviéndose de un lado a otro organizando las mesas para el día de la boda.

Ahora entiendo lo especial que es este salón de fiestas para Max y me entristece un poco y a la vez mi corazón se llena de ilusión al saber que pudo encontrar en mi madre ese amor que tenia con su esposa de la misma forma que mi madre recupero aquel amor que tenia con mi padre. Al principio debo admitir que sentía un poco de celos, nadie podrá ocupar el puesto de mi padre jamás, pero con el pasar del tiempo entendí que mi madre era feliz y ver a Madison Morris sonreír cada vez que llegaba de salir con Max como si fuera una quinceañera era adorable, jamás la había visto así de feliz después de que mi padre muriera. La nostalgia llego a mí. Parada en el salón viendo a mi madre organizar su boda, recordé cada día desde aquel día en que por primera vez vi a mi padre desmayarse por culpa del cáncer. Desde ese momento mi madre se había dedicado a cuidar de mi padre, a luchar junto a él. Yo era una niña para entender todo lo que eso significaba, sabía que era grave, sabía que era doloroso, pero no sabía que esa enfermedad podía quitarme a una de las personas que más quería en este mundo. Mi madre dejo de hacer sus diseños realidad para dedicarse a él y a mí. Fue tan fuerte. <<¡Dios como admiro a esa mujer!>> Ella me mostro que no todo está perdido, que se puede amar nuevamente, me mostro que la pérdida de un ser querido no significa que debemos olvidarlo, pues siempre estará en nuestro corazón. Pero hasta la persona más fuerte necesita de alguien que le recuerdo porque es tan fuerte y Max ha sido eso para ella, la persona que le recordó que es una gran mujer y se lo agradezco infinitamente. Ahora se porque la entiende tan bien, después de la confesión de Liam entendí que Max no solo es el hombre que le devolvió la felicidad a mi madre sino el hombre que se convirtió en su alma gemela, ahora sé que incluso mi padre se hubiera alegrado de que haya sido Max el que ocupo su lugar y la nostalgia de los recuerdos desapareció de mí dejando que la felicidad me invadiera.

Camine hacia a mi madre y la abrace como no lo había hecho en años. Ella me devolvió el abrazo un poco sorprendida y me beso en la cabeza.

—¿Pasa algo cariño? —me pregunto

—No solo quería abrazar a mi madre —le dije con una enorme sonrisa

— Pues es bien recibido el abrazo de mi hija —me devolvió la sonrisa —¿Qué te parece una mesa solo para tus hermanos y tú?

—Genial

—Estas muy feliz cariño

—Estoy muy feliz porque tu lo estas —y finalmente la suelto

—Lo estoy y me alegro que lo estés también, eso significa mucho para mí

—Entonces los Hermanos Bennett y la señorita Dakota estarán juntos en la misma mesa —dice Antuan interrumpiéndonos

Enamorada De Los BennettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora