妖 『Ayakashi』

Capitulo 2

Moría de cansancio y hambre, tanto que podría haber matado por un cómodo asiento y un yakisoba recien hecho. Di un respingo cuando Kaguya se detuvo abruptamente en un aparador de Angelic Pretty contemplando aquel empalagoso vestido como si fuera una de las maravillas del mundo.

- Kaguya chan - gruñi con cara de matar a cualquiera que me llevara la contraria - debemos seguir
- Es demasiado hermoso
- ¿ Que cosa?
- Mira ese vestido - dijo casi sin aliento en un pequeño y calido susurro - los detalles, el corte, los colores ... Es un sueño
- Que alegría que menciones eso porque casi es la hora de la siesta de Piichan y si llego tarde para arrullarlo se enojara - dije mientras señalaba mi reloj.
- Piichan duerme mucho, estar despierto mas tiempo no le hará daño - dijo mientras me miraba justo con esa expresión que habia visto en Kamijo muchas veces cuando detectaba que queria zafarme de algo a como diera lugar.
- Pero no tienes suficiente dinero para comprar eso - dije con cierto pánico al ver la enorme similitud entre ella y su padre, casi sintiendo ese pánico que a veces el despertaba en mi
- Tal vez yo no, pero la tarjeta de crédito que papá me dio de cumpleaños opina lo contrario sempai - dijo sonriéndome complacida mientras me tomaba de la mano y entrabamos a la tienda.

Mientras estaba sentado en medio del rosa de la sucursal, como una enorme mancha negra aplastada en un cómodo sofa enmedio de un monton de peluches, pensaba en como habia llegado a esta situación de niñero.
A pesar de todo habia corrido con suerte.

>>> Flashback <<<

Kamijo habia entrado precipitadamente a la habitación de una de sus hijas mientras esta nos saludaba con P~suke en brazos. Miro a su asustado y contrariado padre con extrañeza mientras bajaba al gato a su cama, aun sonriendo adorablemente mientras decia a su querido " papaito" que queria un gato asi de bonito.

- Hatsumomo, ma petite , tienes que venir conmigo al hospital ahora mismo - dijo Kamijo mientras tomaba sus manos y comenzaba a revisar el salpullido que empezaba a hacerse notorio y se extendía en sus brazos y cara.
-Pero eso no estaba cuando tome al gatito - la hermosa chica se sorprendio al verlo

Kamijo la tomo de la mano y comenzo a caminar hacia la puerta cuando me observo justo en el marco de la puerta.
Una especie de furia y preocupación paternal asomaron a su cara, pero los estornudos de su hijita interrumpieron lo que sea que fuera a decirme y me aparte de su camino.
Tome a P~suke antes de que hiciera que Kamijo me extrangulara con sus suaves y cuidadas manos por haber daño a su hija y comencé a caminar a la puerta cuando en medio del recibidor volteó a verme con una expresión de desconcierto y susurró "Kaguya" mientras Piichan y yo lo veiamos con desconcierto.
- Masashi, ve a recoger a mi hija al Tokyo Dome, iba a ver un amigo ahi y me pidio que la recogiera en veinte minutos- dijo mientras observaba su lujoso reloj - y por lo que mas quieras, por tu vida y tu carrera musical, ve a dejar a tu gato primero o hare que lamentes profundamente esto - me fulmino con la mirada mientras tomaba sus llaves y salio con Hatsumomo que cada vez estaba más roja y comenzaba a respirar con dificultad.

Miré la puerta y baje a Piichan para darles tiempo de alejarse. Suspiré y miré alrededor.
Nunca jamás tendré hijos.

Pasé a dejar a Piichan con prisa y conduje como loco para llegar a tiempo al Tokyo Dome. Me estacione y pensé en como reconocer a la chica, tratando de recordar el rostro de su gemela y su vestimenta.
Hatsumomo se parecía bastante a su padre, pero esta tenia el cabello negro, largo y lacio, al estilo de Atsushi Sakurai de joven. Labios rojos y pequeños, como una hermosa rosa roja enmedio de la nieve blanquecina de su piel. Maquillaje oscuro y grandes pestañas, bonitas y largas uñas. Y claro, aunque vestia ropa holgada a la moda, se notaban sus crecientes curvas femeninas que podrian ser generosas si resaltaban bajo esa ropa, o eso pensé.

Al pensar en lo bonitas que eran sus hijas entendía por que Kamijo las cuidaba aún más, aunque claro que viajar varias semanas al año no ayudaba. Mientras estaba en esas cavilaciones caminando un par de metros lejos de mi auto una chica se acerco a mi y su voz me saco de mis profundas conclusiones acerca de la vida privada de mi jefe.

- Masashi sama? - dijo dulcemente una melodiosa voz que me altero por completo como si me diese una descarga eléctrica por todo el cuerpo.

Levante la mirada y entonces pude observar por primera vez la belleza absoluta. Casi caí rendido ante ella y su dulce expresión. Sus maravillosos y enormes ojos me miraban con una admiración y entusiasmo propio de cualquier fan. Pero a excepción ella no tartamudeo o se sonrojo, sólo me observo atenta y curiosa mientras yo iba embelesándome más con aquella dulce criatura.

Vestía un esponjoso vestido lolita de color rosa pastel, con un estampado de barras de chocolate o algo asi, zapatos de Angelic Pretty probablamente y un tocado de rosas blancas en su cabellera rubia recogida en un moño. No usaba circle lenses, pero si moños en sus uñas decoradas.
Y mientras me quede mirando los detalles de aquella hermosura, esta comenzaba a notar que estaba más que raro. Como si pudiera decirle que había quedado enamorado de ella desde hacia unos segundos.

-Masashi sama, ¿esta usted bien?
-S-si, estoy bien - dije mientras me daba cuenta de lo idiota que debía verme.
-Esta usted sonrojado, ¿seguro que esta bien? - dijo mientras una de sus suaves y hermosas manos tocaba mi frente para ver si tenía temperatura
- No pasa nada...sólo tengo un poco de calor
-Un helado le haría bien, podríamos ir por uno cerca de aquí.

Y tomo mi mano. Me dejé guiar como un niño, deje que se fuera apoderando más de mi mente aquella preciosa niña.
Comimos el mas delicioso taikayi mientras caminamos por el centro hablándo de sus gustos y lo quisiera aquella mimada niña, me limite a seguirla mientras me perdía en sus palabras y su dulce voz.
Entonces me di cuenta de no tenia remedio. Me había enamorado de ella como un idiota.