Capitulo 6

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La melodiosa voz de Arika llenaba la habitación.

Kaguya estaba dormida a mi lado mientras yo fumaba un cigarrillo, pensando en lo que hacia de mi vida.

Era un solteron que solo tendría aventurillas amorosas como esta, que nunca tendría una familia, y finalmente, moriría solo en mi apartamento, devorado por mis gatos. Habia marcado mi destino al ser un adolescente rebelde. Y ahora lo marcaba de nuevo acostándome con la hija de mi jefe y uno de mis mejores amigos.

Llevaba tres meses acostandome con Kaguya, se nos acababan los pretextos y el tiempo. Kamijo quería empezar una serie de eventos promocionales para el nuevo material y yo no podría estar tan disponible para Kaguya, así como tampoco podía seguir evadiendo a los chicos, en especial a Kamijo.
Daria un paso en falso y me descubriría.

Kaguya se estiró y dio la vuelta. La había dejado totalmente agotada.

Así que aquí estaba yo, el solterón de la familia, acostándose con una chica que podría ser mi hija. Haciéndolo a hurtadillas en su habitación rosa pastel, llena de peluches de Rikkakuma y Arpakasso.
Suspiré y cerré mis ojos un rato.

Estaba en la casa de Kamijo, sentado en un hermoso comedor occidental de roble.

Kaguya estaba sentada a mi izquierda llorando, con la cabeza recargada en la mesa, y su hermoso cabello largo, rosa esta vez, cubierto de rosas y moños, todo esparcido por la mesa.
Frente a mi estaba la abuela de Kaguya, la madre de Kamijo.
Una hermosa anciana bien conservada, con el cabello blanco algodón pulcramente peinado con rizos, y un hermoso vestido color perla. Me miraba fijamente, muy seria.

-Tu no lo entiendes, eras sólo un muchacho cuando pasó, de seguro lo único que hacías era darle problemas a tu pobre madre
-Señora yo no...
-Y mírala ahora- me interrumpía mientras hacia un movimiento con la cabeza para que viera a Kaguya- has venido y has tomado el tesoro más preciado de mi hijo. No tienes vergüenza ni perdón, ay de ustedes si se casaran

La anciana lo decía todo en un tono reprobatorio mientras me fulminaba con la mirada. Acto seguido, Kaguya levantaba la cara y le gritaba a su abuela

-¡Calla abuela! -se secaba las lágrimas mientras decía- ¡Hatsumomo y yo somos así porque papá hizo lo mismo con nuestra madre!

Su abuela se levantaba y arrojaba la mesa contra la pared detrás de nosotros, Kaguya y yo nos encogíamos en nuestras sillas para que su abuela no nos golpeara con aquella enorme mesa. La señora al hacer añicos su mesa se nos acercaba y nos gritaba

-¡Kamijo no hizo nada malo! ¡Él jamás haría algo malo! Lo que hizo, fue porque era necesario y era lo correcto. ¡¿Qué madre dejaria que su hijo sufriera de esa manera?! Yo lo crié de la mejor manera
- ¡Entonces porque pasa esto! - respondio Kaguya a su abuela desde la silla
- ¡ Por la zorra de tu madre !

La anciana al decir esto extendia los brazos y Kaguya volaba con todo y silla contra la pared, la silla se destrozaba y Kaguya caía inconsciente sobre los trozos de madera.
Yo permanecia en mi silla, petrificado de miedo, mientras ella se acercaba.

-¿Sabes que te pasará ahora? - preguntó sonriendo
- N-no lo sé señora Yu-yuuji - balbuceaba
-Te diré un consejo - estiraba sus manos y las ponia en mis hombros- alejate de ella. Termina con todo esto, él es dulce y bueno, pero no esta en su naturaleza perdonar - quitaba sus manos de mis hombros y juntaba los brazos en su pecho -Así que por tu bien y el de tu carrera corre

La anciana chasqueaba los dedos y ...

-Sempai, sempai, despierta - Kaguya me sacudía fuertemente mientras volvía del sueño.
-¿Quién?
-Sempai, por favor muevete, papá esta aqui- al terminar de decirlo me solto y corrió a la puerta- por favor vistete rapido, trataré de hacerlo ir al estudio o algo asi

Kaguya salió corriendo de su habitación.

Me senté en la cama, con las imágenes de aquel extraño sueño rondando por mi mente.
Di una mirada alrededor y comencé a vestirme lo más rápido posible.
Sali corriendo de la habitación fingiendo que venia del baño, caminando hacia la sala dónde estaba la inmaculada alfombra blanca de Kamijo y ese cuadro al óleo que tanto amaba.

Al llegar a la sala encontre a Kaguya sentada en el sofá sentada al lado de su amado padre. Estando juntos ellos dos era demasiado el parecido entre ambos, a excepción de algunos rasgos en Kaguya que suponía yo, eran herencia de su madre.
Sin embargo era casi una copia fiel de Kamijo de joven.

Y al verlos juntos recordé la anciana de mi sueño, la madre de Kamijo.
Kamijo si que era una copia fiel de su madre. El dia que la vi en persona pude ver como seria mi amigo cuando envejeciera y tuviese la edad de su venerable madre.

-Masashi ¿qué haces ahi parado? ¿Porque no vienes y te sientas con nosotros? - me dijo Kamijo mientras yo pensaba en el extraordinario parecido de este con su madre- a todo esto, ¿cómo sigues?
-¿Qué cómo sigo? - dije mientras me sentaba en un sofá cercano a ellos
-Si, no se preocupe Masashi sempai, le dije a papá que tenia un poco de malestar estomacal y por esto estaba en el baño hacia rato - Kaguya me miro cómplice
-Ah, eso - vaya mentira - Oh Kamijo, no quisiera preocuparte, ya estoy mejor
-Más vale, mañana salimos temprano

Había olvidado que la gira promocional comenzaba mañana. Era eso el motivo por el que había dejado agotada a Kaguya, no la vería un par de semanas y esa idea me volvía loco.
Pretextando que iría a descansar, me fui del departamento de Kamijo.
Volví a casa pensando en Kaguya, en que deberíamos terminar esto. Pero aunque me dijera que debía terminar esta relación, no sabia como hacerlo, ni me sentía dispuesto.

Las semanas de la gira pasaron sin novedad.
Casi no teníamos reuniones posteriores porque entre giras, por mas pequeñas que sean, Kamijo y Yuki no toleran el alcohol, diciéndonos que eso nos arrebata energía necesaria.

El penúltimo día de la gira me llego un mensaje de Kaguya
"Sempai, tenemos que hablar.
Creo que tengo un retraso."

妖 『Ayakashi』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora