―¡Wow! Tú casa si que es enorme, Mackenzie observa el lugar―¿Venden drogas o algo asi? Aquí en Ohio no todos tenemos para una casa como esta.
Maddie arruga el ceño, sin saber si bromea o no.
― Pues, mamá gana su buen dinero― dice poniendo sus cosas y la de su amiga en la mesa junto a la puerta.
― Ya lo creo― Mack continua viendo el lugar. ―¿A que se dedica?
― Tiene un estudio de danza aquí y en rusia y tambien le apasiona la fotografía.
― ¡Que genial! a mi papá tambien le gusta la fotografía.
― Hola señoritas― Natasha aparece por las escaleras.
― Hola mam¿a― saluda Maddie meintras la abraza. ― Ella es Mackenzie la chica de la que te hable.
― Un placer― Romanoff le extiende la mano.
― Lo mismo digo señora― sonríe ella.
Como es de esperarse Natasha analiza a Mackenzie y le recuerda tanto a ella misma que no es dificil darse cuenta que esta chica la siguen los problemas. Como toda madre sobreprotectora teme que Maddie quien obviamente tiene una persinalidad distinta, se desvie.
― La comida esta lista― Natasha las guia hasta el comedor.
Las tres toman asiento, Mackenzie parpadea un par de veces al ver lo que tiene sobre el plato a la vez que arruga el ceño.
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Las ensaladas no son lo suyo, esta acotumbrada a que su padre suela ordenar pizza o otro tipo de comida rapida.
― ¿Pasa algo?― Natasha interroga al ver a Mackenzie dudar.
― No― dice esta llevandose una cucharada a la boca. ― ¡Rico!― sonríe de forma disimulada.
― Y dime Mackenzie ¿Hace tiempo que vieves aqui?― Narasha da unicio a los interrogatorios.
― Pues toda la vida.
― ¿Con tus padres? ― Continua.
― Mi papá― responde Mack.
― ¿Que hay de tú mamá?
Mackenzie deja de lado la ensalada. Para encogerse de hombros.
― No lo sé la verdad, ese es un tema que deberpia hablar con mi padre.
Natasha entorna los ojos para luego alzar una ceja. Maddie baja la cabeza sabe que ahora mismo a su madre no le esta agradando su nueva amiga.
― Sin ser mal educada― aclara la pelirroja de ojos azules.
― No te preocupes― Romanoff toma un sorbo de agua.
