C I N C O

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Riley.

Estaba pensando como empezar la conversación con Farkle, no es lo mismo que hablar con las miradas o que me escriba notas, es hablar, intercambiar palabras con otra persona.

¿Acaso es tan difícil hacer eso? Para mi sí.

—¿Batido de naranja? ¿Batido de frutilla? Señor batido—Dije, dándole una guiñada como ganadora, sabía que había acertado. 

—Ganaste castaña, batido de naranja.

—Estas abandonando al de frutilla, pobrecita.—Respondí secando una lagrima falsa.

—Hay Farkle para ambos batidos.—Dijo dando un guiño.

—Ahora traigo tu pedido.

Tenía pensado hablarle luego de entregarle su pedido y así lo hice.

—Bien Farkle, cuéntame sobre ti. ¿En que trabajas? Digo, tú ya sabes donde trabajo. 

—Lavo autos.

—¿Lavas autos? Wow, pensaba que eras un vago.—Dije haciendo una cara de burla.

—Ja, ja.

—Bueno, hablaremos otro día. Debo seguir trabajando.—Dije y él asintió. 

Farkle.

Quería seguir hablando con ella, pero ¿por qué cree que le escribo?

Porque no soy de hablar, y no, no soy una persona tímida, es mejor escribir y pensar las palabras que decir algo y equivocarte. ¿O no? Al menos a veces es así.

Termine mi batido y empece a escribir una nota, ya se había vuelto un pasatiempo.

La deje en la mesa y me retire de ahí.

Riley.

Hice lo mismo de siempre y oh que casualidad una nota, ¿raro no?

"Hey, castaña.

¿Me imaginabas vago? No juzgues pequeña.

Por cierto, que raro que te acercaste a hablarme, pensé que algún día tenía que dar ese paso yo.

 -El batido de naranja."

Mordí mi labio y reí.


N/A

Me voy a calmar y no voy a actualizar tan rápido, ahre.

Hey, castaña.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora